/ miércoles 28 de febrero de 2024

¿Y tú con qué sueñas? 

La pregunta obligada, simple pero profunda para conocer los motivos del origen de lo que mueve o incentiva los impulsos motores de cualquier aspiración.

En alguna ocasión una gran amiga me hizo esta pregunta, y de inmediato respondí que era una extraordinaria pregunta, no solo poco común, sino muy profunda. A dicha pregunta respondí que sí tenía respuesta pero que implicaba un poco más de tiempo para exponer, porque es de esas frases que siembran pero da gusto escuchar ya que conduce a las fibras más sensibles de un ser, hablamos de saber que mueve, que inspira, que despierta un interés genuino.

Y es que cuando uno piensa en lo que mueve las acciones, es inevitable llegar a los sueños. Toda realidad surge de un sueño y si en ese sentido lo vemos, eso quiere decir que los sueños son realidades paralelas que suceden en la realidad. Bien lo expresa, Antoine de Saint-Exupéry en los pensamientos de el Principito, “cada cabeza es un mundo”. Recordando esas charlas con la rosa y el zorro. Este magnífico autor que con gran sutileza nos muestra lecciones de mundos y planetas, todos en la imaginación relativa o dimensiones imaginarias de un pequeño ser o un ser pequeño. Bien dicen que los granos de arena son equiparables a un universo y el universo réplica perfecta de los mundos de una cabeza y sus neuronas.

Pero volvamos al punto de hablar de las emociones y sus acciones. Cuando soñamos, generamos el primer paso para obtener un deseo. Mientras que el segundo y más difícil paso es dejar que el universo conspire para materializar ese sueño que vimos. Finalmente el paso casi imposible y exclusivo de quien se encuentra en la frecuencia correcta es, tomar lo soñado y pedido libremente cuando se presenta. Pero tomar acción con tal seguridad de ser poseedor de esa realidad porque ha venido de una emoción y ha dado como resultado una acción del universo complejo y simple a la vez.

Científicamente cuando sueñas se genera en el cerebro ácido gamma-aminobutírico, el cual actúa para reducir la actividad del hipotálamo y tronco encefálico que dan como resultado esa sensación de reducción de fuerzas y cansancio. Por otro lado Sigmund Freud dice que los sueños son el cumplimiento desfigurado o disfrazado de un deseo y tiene todo un estudio del tema en su obra titulada “la interpretación de los sueños”.

¿En qué sueñas? es decir, ¿Qué te mueve a ti para hacer lo que haces? Yo sueño, en un Puebla grande, que sea ejemplo para un país siendo capaz de dar la vuelta a la historia en tiempo record, y convertirnos dentro una misma generación, en el cluster educativo más importante, coherente con el desarrollo económico que se establecerá durante el llamada “near shoring” que nos es más que traer más cerca de los mercados consumidores los procesos que en la actualidad se hacen en países tan lejanos como china. Puebla está muy cerca de los Estados Unidos cuando lo comparamos con los kilómetros del medio oriente o la propia India, que dicho sea de paso esta última, será el nuevo dragón de la era de acuario; puff pero ese será otro tema que nos llevará en algún momento a hablar del premio nobel de física, Kip Stephen Thorne, que en su momento dio pauta a una película que seguro recuerdas, interestelar. Lo anterior lo menciono para no dar pie a pensar que mi estado mental se encuentra alterado y por el contrario si tiene fundamento científico, por aquello de los médicos con diagnósticos ligeros que populan expresado en mi artículo de opinión, en este mismo medio, del día veintiuno de febrero del año en curso titulado “El poder de las patrañas”.

Gracias, y así ahora, yo te pregunto ¿Tu en que sueñas?

@serdan.mx

La pregunta obligada, simple pero profunda para conocer los motivos del origen de lo que mueve o incentiva los impulsos motores de cualquier aspiración.

En alguna ocasión una gran amiga me hizo esta pregunta, y de inmediato respondí que era una extraordinaria pregunta, no solo poco común, sino muy profunda. A dicha pregunta respondí que sí tenía respuesta pero que implicaba un poco más de tiempo para exponer, porque es de esas frases que siembran pero da gusto escuchar ya que conduce a las fibras más sensibles de un ser, hablamos de saber que mueve, que inspira, que despierta un interés genuino.

Y es que cuando uno piensa en lo que mueve las acciones, es inevitable llegar a los sueños. Toda realidad surge de un sueño y si en ese sentido lo vemos, eso quiere decir que los sueños son realidades paralelas que suceden en la realidad. Bien lo expresa, Antoine de Saint-Exupéry en los pensamientos de el Principito, “cada cabeza es un mundo”. Recordando esas charlas con la rosa y el zorro. Este magnífico autor que con gran sutileza nos muestra lecciones de mundos y planetas, todos en la imaginación relativa o dimensiones imaginarias de un pequeño ser o un ser pequeño. Bien dicen que los granos de arena son equiparables a un universo y el universo réplica perfecta de los mundos de una cabeza y sus neuronas.

Pero volvamos al punto de hablar de las emociones y sus acciones. Cuando soñamos, generamos el primer paso para obtener un deseo. Mientras que el segundo y más difícil paso es dejar que el universo conspire para materializar ese sueño que vimos. Finalmente el paso casi imposible y exclusivo de quien se encuentra en la frecuencia correcta es, tomar lo soñado y pedido libremente cuando se presenta. Pero tomar acción con tal seguridad de ser poseedor de esa realidad porque ha venido de una emoción y ha dado como resultado una acción del universo complejo y simple a la vez.

Científicamente cuando sueñas se genera en el cerebro ácido gamma-aminobutírico, el cual actúa para reducir la actividad del hipotálamo y tronco encefálico que dan como resultado esa sensación de reducción de fuerzas y cansancio. Por otro lado Sigmund Freud dice que los sueños son el cumplimiento desfigurado o disfrazado de un deseo y tiene todo un estudio del tema en su obra titulada “la interpretación de los sueños”.

¿En qué sueñas? es decir, ¿Qué te mueve a ti para hacer lo que haces? Yo sueño, en un Puebla grande, que sea ejemplo para un país siendo capaz de dar la vuelta a la historia en tiempo record, y convertirnos dentro una misma generación, en el cluster educativo más importante, coherente con el desarrollo económico que se establecerá durante el llamada “near shoring” que nos es más que traer más cerca de los mercados consumidores los procesos que en la actualidad se hacen en países tan lejanos como china. Puebla está muy cerca de los Estados Unidos cuando lo comparamos con los kilómetros del medio oriente o la propia India, que dicho sea de paso esta última, será el nuevo dragón de la era de acuario; puff pero ese será otro tema que nos llevará en algún momento a hablar del premio nobel de física, Kip Stephen Thorne, que en su momento dio pauta a una película que seguro recuerdas, interestelar. Lo anterior lo menciono para no dar pie a pensar que mi estado mental se encuentra alterado y por el contrario si tiene fundamento científico, por aquello de los médicos con diagnósticos ligeros que populan expresado en mi artículo de opinión, en este mismo medio, del día veintiuno de febrero del año en curso titulado “El poder de las patrañas”.

Gracias, y así ahora, yo te pregunto ¿Tu en que sueñas?

@serdan.mx

ÚLTIMASCOLUMNAS
miércoles 17 de abril de 2024

Igualdad

Máximo Serdán

miércoles 10 de abril de 2024

Identidad poblana

Máximo Serdán

miércoles 13 de marzo de 2024

Oportunidad u oportunismo

Máximo Serdán

miércoles 06 de marzo de 2024

Capacidad de generar luz

Máximo Serdán

miércoles 28 de febrero de 2024

¿Y tú con qué sueñas? 

Máximo Serdán

miércoles 21 de febrero de 2024

El poder de las patrañas

Máximo Serdán

miércoles 14 de febrero de 2024

En sus marcas, ¿listos?..

Máximo Serdán

miércoles 07 de febrero de 2024

Salud mental de Puebla

Máximo Serdán

Cargar Más