Aunque no lo creas nuestras queridas mascotas también pueden desarrollar esta enfermedad, de hecho, es muy común en perras. Por eso hoy te decimos sus manifestaciones y qué hacer para reducir riesgos.
Emmanuel Baltazares, médico veterinario de la clínica Miau&Guau, expone que las perras tienen dos cadenas mamarias de cinco mamas cada una, de cada lado del cuerpo. Al igual que en los humanos, un tumor mamario se detecta por medio de exploración; para sospechar la presencia de cáncer es suficiente sentir un bulto o cualquier masa firme, cercana o no a los pezones y de cualquier tamaño, a lo largo de las cadenas.
Señala que para un diagnóstico concreto se debe seguir un proceso, en el que será necesaria la evaluación médica y algunos estudios complementarios que pueden incluir radiografías, estudios sanguíneos y biopsias. Asimismo, el médico dice que el cáncer de mama es más frecuente en hembras, pero al menos en el 1% de los casos se presenta en machos.
La buena noticia es que el cáncer mamario en perras es una enfermedad que puede ser curable, de ahí la importancia de la detección temprana y el tratamiento oportuno.
“Al igual que en los humanos, el principal riesgo de los tumores de comportamiento maligno es la diseminación de las células cancerígenas hacia otros órganos, para dar origen a la famosa ‘metástasis’, la cual empeora el pronóstico”, advierte.
El cáncer de mama se puede sospechar en perras que presenten o hayan presentado ciclos irregulares, lactación inexplicable, terapias con hormonas como la progesterona, que no hayan sido esterilizadas y, sobre todo, la presencia de una masa o bulto en las cadenas mamarias, como ya se mencionó.
ESTERILIZACIÓN TEMPRANA
Existe una relación directa entre los tumores mamarios y las hormonas sexuales, por eso la esterilización reduce el riesgo de desarrollar esta enfermedad, en la que también influye el número de celos que llegue a tener una perrita.
“La esterilización antes del primer celo casi reduce por completo el riesgo de que tu mascota desarrolle un tumor, mientras más celos tengan el riesgo aumenta. Después del segundo celo el riesgo de presentar tumores mamarios es del 26% aproximadamente. A los 2 o 3 años de vida, realizar la esterilización ya no evita que crezcan tumores de mama”, advierte.
Lo mejor de todo es que esta cirugía no afectará su crecimiento sino todo lo contrario, prolongará su vida y la volverá más saludable.
PREVENCIÓN
El especialista enfatiza que la esterilización después del primer celo es el método de prevención por excelencia y esto también ayudaría a controlar el peso de nuestra mascota.
“Está comprobado que la cantidad de proteínas y grasas en la dieta influyen en el crecimiento de este tipo de tumoraciones. Las dietas bajas en grasa y altas en proteína pueden ser beneficiosas”, detalla.
Asimismo, recomienda realizar una revisión periódica y minuciosa de las glándulas mamarias, ya sea en consulta con su veterinario o en casa por el mismo propietario.
TRATAMIENTO
“La cirugía es el tratamiento con mejores resultados, llegando a ser en algunos casos curativa. Retirar las mamas afectadas, estudiarlas y tener un diagnóstico definitivo nos permite ofrecer un pronóstico y saber si hay que hacer algo más”, asegura.
El médico dice que en algunos casos se pueden usar medicamentos oncológicos para controlar metástasis o en ciertos casos, como tratamiento paliativo, aunque esto no da tan buen resultado como la cirugía.
Para finalizar, Baltazares refiere que el tratamiento dependerá de muchas cosas, desde el tiempo de desarrollo de los tumores, hasta la edad y el estado de salud general de la perra.
- La esterilización antes del primer celo casi reduce por completo el riesgo de que tu mascota desarrolle un tumor
