Ahora que iniciamos el año, podemos empezar a hacer este trabajo que nos ayudará a cambiar la perspectiva de nuestra vida, con mejor actitud y resultados. Los términos negativo y positivo quizás son inadecuados, ya que en el aspecto más puro de la realidad no hay tal, todo simplemente es, sin embargo, estamos acostumbrados a utilizarlas y darles un significado, lo cual se ve reflejado en nuestra calidad de vida.
Desarrollar la habilidad de cambiar lo negativo en positivo es de lo mejor que podemos hacer por nosotros mismos, porque ello nos abrirá las puertas para ver “más allá” en todo y en todos. Esto trae como resultado la paz y una vasta comprensión de la perfección de la vida.
Todo lo que nos ocurre tiene una razón profunda y superior de ser, cada experiencia, cada persona y situación que llegan a nuestra vida son atraídas y generadas por nuestro ser para enseñarnos algo y ayudarnos a crecer. Cuando elijamos ver lo positivo que cada experiencia nos deja, entonces estamos generando esa alquimia que transforma lo negativo en positivo.
Dice el maestro Orín: “todo lo ocurrido en tu pasado fue por tu bien, si pudieras creer que el universo es amigable, que siempre te está ayudando a crear tu bien superior, podrías vivir una vida de mayor paz y seguridad.”
Un milagro es también poder cambiar la forma en que percibimos algo o a alguien.
Cambiar lo negativo a positivo no significa estar ciego ni autoengañarse, sino tener la voluntad de ver lo bueno que hay en todo lo que nos sucede y de entender el mensaje profundo que ello nos trae. Ejemplo: Lo que las personas a tu alrededor “te hacen” es solo un reflejo de lo que tú te haces a ti mismo.
Si ves una relación desde una perspectiva inferior y limitada, solo verás a alguien que abusa, te miente o te traiciona, pero si tienes la voluntad de verla desde una perspectiva superior, comprenderás que eso es justamente lo que tú te estás haciendo a ti mismo: traicionarte, abusar de ti y mentirte. Verlo así es cambiar lo negativo en positivo, ya que puedes entender que lo que te sucedió con esa persona ha sido para tu bien mayor, y que has aprendido y hecho cambios saludables en tu vida gracias a ello.
Otro ejemplo: te quedaste sin trabajo, eso te genera mucho estrés, hasta que logres ver todo lo bueno que esta experiencia ha traído: la familia se ha unido más, otros buscaron trabajo, etcétera. También te has confrontado con el hecho de que tú mismo alejaste de ti ese empleo con tu actitud de desprecio hacia el mismo, lo cual hizo que la vida respondiera a ello, quitándote de enfrente algo que criticabas, odiabas, despreciabas. Gracias a esa pérdida, aprenderás a valorar y honrar tu próximo trabajo, y ello te traerá gran crecimiento, prosperidad y abundancia en tu vida. Quizás por otra parte, esa presión de quedarte sin empleo te llevó a poner tu propio negocio que hace tiempo visualizabas y no te atrevías a crear.
En todo lo que te sucede, la vida te está preparando para que puedas aprender tus lecciones, soltar las cadenas, liberar tu espíritu y recibir todo lo bueno que se te quiere dar, lo cual no es posible cuando tus puertas están cerradas.
Cambiar lo negativo en positivo es una decisión, no se trata de inventarse cuentos de hadas a partir de nuestras experiencias o relaciones dolorosas o pintarlas de rosa, se trata de ver la verdad profunda que hay en todo, el bien mayor que sustenta todo cuanto sucede, porque ahí está y es real... lo único que nos toca es elegir verlo o no.
Así pues, sin duda, decidir cambiar lo negativo en positivo nos da paz y nos ayuda a evolucionar.
*Psicóloga tanatoterapeuta
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