La forma en que se preparan las plantas medicinales para mejorar nuestra salud depende de las características del órgano vegetal que se usa y de la naturaleza de la enfermedad que se pretende curar, explicó en la entrega pasada la naturista Maredy Lizaola.
La especialista clasifica las plantas en dos categorías: la parte de la planta que se utiliza para extraer el principio activo: flor, hoja, raíz, corteza, madera, tallo, fruto, semilla, planta con y sin raíz; y conforme a los sistemas del cuerpo humano: respiratorio, circulatorio, músculo-esquelético, digestivo, excretor, reproductor y nervioso.
Los usos de algunas plantas medicinales son:
EUCALIPTO. Para afecciones respiratorias por ser expectorante y broncodilatador.
MENTA. Ideal para congestión nasal, sinusitis o bronquitis. Desinflama los senos nasales que producen taponamiento y ayuda a expulsar el moco.
ROMERO. Acción tonificante. Ayuda a relajar los músculos de la caja torácica en casos de dificultad respiratoria.
LAVANDA. Tiene propiedades antiespasmódicas y antisépticas. Ayuda a combatir las infecciones y las previene, a la vez que relaja suavemente la musculatura y el sistema nervioso.
JENGIBRE. Efectivo estimulante circulatorio y vasodilatador que ejerce también acción anticolesterol. Contribuye al tratamiento de la arteriosclerosis.
FLORES DE TILO. Las de hoja pequeña contribuyen a reducir el estrés y tensión, asociadas a la hipertensión. También se utiliza para fortalecer las arterias y aliviar las cefaleas.
AJO. Ayuda a impedir el aumento de colesterol y tiene una acción anticoagulante beneficiosa para trombosis y arterioesclerosis.
ÁRNICA. Remedio contra daños en la musculatura o articulaciones, contusiones, distensiones o torceduras. Se puede utilizar para aliviar el dolor lumbar, y el de la artritis y el reumatismo.
APIO. Desintoxicante y antiinflamatorio. Sus semillas pueden ser un remedio importante en el tratamiento de la gota, reumatismo y artritis.
MANZANILLA. Alivia la indigestión, los espasmos gastrointestinales o los "nervios de la barriga". Es uno de los remedios favoritos para bebés y niños.
HINOJO. Suave estimulante digestivo apto para estómagos delicados. Masticar algunas semillas o tomar en infusión para aliviar los gases, espasmos intestinales y cólicos.
CANELA. Un té es efectivo para la eliminación de gases, espasmos musculares y estomacales. Previene las náuseas, la diarrea y la falta de apetito.
DIENTE DE LEÓN. Es depurativo o drenador hepato-renal, estimulante del apetito y diurético. Se utiliza como tónico digestivo en casos de estreñimiento, afecciones del hígado y de la vesícula biliar. Contraindicado en caso de obstrucción de vías biliares o del tracto intestinal, inflamación aguda de la vesícula biliar o úlcera péptica.
CÚRCUMA. Para afecciones del aparato digestivo por su efecto estimulante y antiulceroso. Se ha confirmado que previene el daño en el hígado.
GINSENG. Aumenta la producción de espermatozoides en los hombres. Previene los abortos en mujeres y favorece la producción de leche materna.
VALERIANA. Remedio natural para descansar y combatir el insomnio, alivia el estrés y el agotamiento nervioso e incluso el dolor de cabeza.
SALVIA. Mejora la salud del hígado y riñones, evita la inflamación, problemas en las encías y mejora la memoria.
ZAPOTE BLANCO. Baja la presión arterial, desinflama, calma dolores arteriosclerosis.
Antes de someterte a cualquier tratamiento herbolario, recuerda consultar a la especialista.
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Naturista Maredy Lizaola
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