Si piensas que ya habías experimentado todo en cuanto a vacaciones se refiere, entonces no habías pensado en visitar los alrededores del volcán Popocatépetl, pues pese a que su ascenso siempre se debe hacer acompañado de un experto, en las faldas de este majestuoso lugar hay mucho por hacer.
Dentro de las actividades que puedes realizar se encuentran las caminatas, correr o practicar el alpinismo, en tu recorrido no puede faltar la majestuosidad de las cascadas de Apatlaco o porque no, rentar una cabaña a las faldas del coloso para esperar ahí la belleza del anochecer con su cielo despejado.
En las faldas de este imponente volcán también podrás lanzarte de la tirolesa, pescar en el lago e incluso hasta jugar gotcha, otro paso obligatorio es la Joya pues es prácticamente la puerta para ascender al Iztazihuatl.
Pero no sólo los intrépidos que se aventuran a las faldas del coloso pueden disfrutar de estas actividades, pues alrededor del Popocatépetl existe una ruta turística-cultural que te hará olvidarte de todos tus problemas.
Esta opción existe desde el siglo XVI, pues fue alrededor de esta zona que los misioneros españoles construyeron grandes monasterios que con el paso de los años dieron lugar a sitios con gran colorido, historia, tradiciones, riqueza artesanal y gastronomía, incluso esta ruta es considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El primer punto obligado es Tepoztlán, ubicado en el estado Morelos, este sitio en su cerro del Tepozteco resguarda un antiguo templo mexica dedicado a Tepoztécatl, la deidad del pulque e incluso quienes lo visitan le adjudican propiedades energéticas.
No puedes dejar de visitar su mercado, pues en él se preparan desde recetas prehispánicas, hasta copal y hierbas medicinales o porque no para el camino un "itacate" de maíz martajado recién salido del comal.
Otra parada obligada es el mercado callejero de artesanías, la especialidad de la casa es la madera de los guajes y con ella elaboran distintas figuras, pero no te puedes ir sin conocer el Ex Convento de la Natividad, la construcción del siglo XVI que domina el pueblo y por supuesto no olvides pasar a mirar el mural a base de semillas con motivos alusivos a la cultura local.
La segunda para obligada en esta ruta es Tlayacapan, un pueblito que parece haberse quedado encapsulado en el tiempo, pues resguarda un imponente monasterio que parece una fortaleza medieval.
En su interior podrás conocer armas zapatistas o porqué recorrer su exhibición de momias que fueron descubiertas dentro de la iglesia del convento y datan de la época de la colonia española.
El tercer sitio en este tour es Atlatlahuacan, un sitio elegido por los frailes agustinos para levantar el convento de San Mateo Apóstol y Evangelista en el siglo XVI, lugar que fue parteaguas para la creación de los trece barrios que conforman el pueblo con igual número de capillas.
En este lugar puedes visitar el museo Sor Juana Inés de la Cruz, construido justo en el sitio donde nació, además de que puedes visitar la Poza Azul, un manantial de aguas cristalinas que utilizaban los tlatoanis mexicas como sitio de descanso invernal.
En el cuarto punto del viaje está Yecapixtla, lugar en el que además de los tacos de cecina puedes visitar el convento de San Juan Bautista, uno de los primeros en ser construidos en el continente.
Incluso si lo tuyo no es caminar, puedes dar un recorrido por los alrededores de este majestuoso sitio en cuatrimoto, adentrándote incluso en los escondites que usaban los zapatistas a principios del siglo pasado.
En el quinto sitio se encuentra Zacualpan de Amilpas, donde encontrarás el Convento de la Inmaculada Concepción en el que podrás recorrer las celdas que ocupaban los monjes, su cocina conventual, así como sus capillas.
Pero si quieres vivir una experiencia diferente, no te pierdas los domingos del tianguis, que te muestra el comercio como se realizaba en la época prehispánica a través del trueque.
Finalmente se encuentra Tochimilco, uno de los pueblos más cercanos a Don Goyo y que se ubica muy cerca de Atlixco, aquí podrás admirar de un gran convento franciscano que data de 1560.
Pero lo característico de este sitio es que se trata de un punto ideal para observar al Popocatépetl, pues se sitúa en la parte más alta del pueblo.
En este lugar conservan muchas tradiciones de origen náhuatl, por lo que se ha convertido en un punto de peregrinación importante por su santuario dedicado al Señor del Calvario.
Fuera del tema arquitectónico, los alrededores de este sitio son ideales para practicar senderismo, ciclismo de montaña, paseo a caballo, camping, además de que puedes visitar las cascadas o las pinturas rupestres.
Pero no te quedes con hambre, pues puedes probar el chicharrón de barriga, los tlacoyos con salsa macha, las nieves de frutas, el pan artesanal y los licores de tejocote y manzana.
Así que ya lo sabes si pensabas que el Popocatépetl era sólo un volcán rodeado de bosque, ahora sabes que hay muchas más actividades por hacer para escaparte un fin de semana de la ciudad.