Científicos del Instituto de Ciencias Agrícolas y Alimentarias de la Universidad de Florida lograron cultivar plantas en tierra proveniente de la Luna en lo que significa la primera vez que plantas originarias de la Tierra son capaces de brotar en suelo de otro cuerpo en el espacio.
Las muestras de la Luna utilizadas fueron traídas por las misiones Apolo 11, 12 y 17 de la NASA, con las que se pudo comprobar si era posible el desarrollo de las plantas, cómo se daban y el estrés o cambios que sufrían al hacerlo.
Fue hace 15 años desde que los científicos propusieron la idea sobre si las semillas crecerían en suelo lunar junto a su solicitud de recibir muestras para comprobarlo. Ryan Zigler, curador de muestras de Apolo en la NASA fue quien finalmente vio el valor científico y aprobó la solicitud hace 18 meses.
¿CÓMO SE REALIZÓ EL CULTIVO DE LAS PLANTAS?
Para realizar las pruebas se utilizaron un total de 12 gramos de tierra recolectada de la Luna, de los cuales un gramo se colocó en pozos del tamaño de dedales que en laboratorios se usan para el cultivo de células.
A estos se les agregó nutrientes, agua y semillas de berro de Thale, conocida científicamente como Arabidopsis thaliana, una planta nativa de África y Eurasia que se ha comprobado es capaz de crecer ante el estrés y que ya se ha utilizado en el trasbordador y la estación espacial. También, se tiene como ventaja que ya se conoce su cadena genética y podría verificarse algún cambio.
Los científicos explicaron que todas las semillas fueron capaces de brotar como de comenzar a crecer. Aunque, esto significó todo un reto para ellas debido a que mostraron muchos signos de lucha, desde que sus plántulas eran más pequeñas, variaban de tamaño o crecían de manera más lenta que otras.
También tardaron en desarrollar hojas expandidas, mostraban detalles como pigmentos rojizos en sus hojas. Esta lucha se mostró a nivel genético de igual forma, al encontrarse más de mil genes relacionados con el estrés.
Esta dificultad en su crecimiento se debe a que el suelo de la Luna cuenta con fragmentos de hierro y vidrio, además de sufrir a una exposición constante de rayos cósmicos y viento solar.
“Aunque los regolitos lunares in situ pueden ser útiles para la producción de plantas en hábitats lunares, no son sustratos benignos”, explica el estudio. “La interacción entre las plantas y el regolito lunar deberá dilucidarse aún más, y probablemente mitigarse, para permitir mejor el uso eficiente del regolito lunar para el soporte vital dentro de las estaciones lunares”.
Anna-Lisa Paul, Stephen M. Elardo y Roberto Ferl son los encargados de la investigación de la Universidad de Florida y los avances de su estudio fueron publicados el 12 de mayo por Comunications Biology.
LAS VENTAJAS Y BENEFICIOS QUE PODRÍA TRAER EL ESTUDIO
Esta primera aproximación a los cultivos que podrían desarrollarse en invernaderos lunares podría ser de gran utilidad en el futuro, más cuando misiones como Artemis de la NASA se pongan en práctica al tener entre sus objetivos el regresar al hombre a la Luna.
Además, ante la posible aplicación de invernaderos lunares, los científicos buscan establecer si algún componente deberá agregarse para que los cultivos crezcan, qué nutrientes tendrán y si podrían ser utilizados para el consumo humano.
Aunque el berro de Thale no es considerado un cultivo para el alimento, pertenece a la misma familia que el brócoli, la coliflor, los nabos, entre otros.
“Dado que el regreso a la Luna se concibe como un compromiso a largo plazo dedicado a la exploración lunar, las cuestiones del impacto ambiental lunar en la biología y los sistemas biológicos se han convertido en una parte importante de la agenda de exploración lunar”, detalla el estudio. “Comprender el impacto de la exposición sostenida de la biología terrestre al regolito lunar y determinar la eficacia del regolito lunar como un recurso in situ viable es importante para el concepto de regresar a la Luna por periodos prolongados”.
Los científicos señalaron que como civilización la agricultura es una parte importante de nosotros, por lo que si la exploración espacial es el siguiente paso de la humanidad el encontrar formas de facilitarla y de realizar cultivos de plantas en otros territorios favorecerá la exploración.
