Cuando la temporada de calor inicia, bañarse con agua fría es una opción bastante tentadora, ya que para muchos dicha actividad puede refrescar y vitalizar; sin embargo, estos no son los únicos puntos a favor que brinda una ducha con agua fresca, ya que existen beneficios que pueden ayudar a aliviar ciertas afecciones en la salud, y en este artículo te los platicamos.
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Y es que, aparte de oler bien, las duchas tienen un significado más allá de su razón de ser higiénica, ya que también representan un momento de placer, de autocuidado, de plena consciencia en el momento presente, además de que para muchos puede representar un ritual de paz sagrado que no debe perturbarse por nada del mundo.
Si bien muchas personas son team del agua muy caliente, motivo por el cual a muchos les cuesta bañarse con agua fría, especialmente en invierno, lo cierto es que ahora que sepas que bajar la temperatura al agua tiene una serie de beneficios para la salud, altamente recomendados, seguro que lo querrás practicar, sobre todo porque las duchas de agua fría son más cortas, siendo una buena medida para consumir menos litros con cada ducha.
Estos son los beneficios de bañarse con agua fría
De acuerdo a una investigación del 2014, publicada en el sitio web Enséñame de Ciencia, sugiere que el ducharse con agua fría puede tener algunos beneficios para la salud, como: mejorar la circulación, recuperación muscular y disminuir la hinchazón, entre otros beneficios; y a continuación, te los damos a conocer:
Reduce el dolor muscular: en el caso de las personas que practican deporte, según investigadores en 2009 probaron los efectos que produce la emisión de agua fría en el rendimiento físico de algunos atletas, sin encontrar diferencias en el rendimiento cuando son sometidos a agua fría y a agua tibia; sin embargo, las percepciones de dolor muscular y fatiga fueron significativamente menores en el grupo que recibió agua fría. En este sentido, se concluye que el agua fría puede contribuir a la reducción del dolor muscular y la fatiga relacionada con el deporte.
Fortalece el sistema inmune: un estudio publicado en la revista 'Plos One' comprobó que, de una muestra de 3 mil 018 participantes, el absentismo laboral por enfermedad se redujo en un 29 por ciento en el grupo que siguió un régimen de duchas frías.
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Mejorar la circulación sanguínea: las personas que se someten a una ducha de agua fría, han comprobado que esta provoca que los vasos de los tejidos corporales se dilaten, mejorando así la circulación de los tejidos más profundos. En este sentido, ducharse con agua fría puede ser funcional para fortalecer las arterias y una reducción en la presión arterial.
Ayuda a que la piel y el cabello luzcan relucientes: si siempre has querido tener un cabello y una piel relucientes, esta es tú oportunidad, ya que los baños fríos contribuirán a la apariencia de estos, además de que estos tensarán las cutículas y poros de la piel evitando su obstrucción. Según Naturally Curly, una ducha fría también suele ser ideal para serrar los poros de la piel y el cuero cabelludo. En pocas palabras, el agua caliente reseca la piel, mientras que el agua fría la descongestiona, desinflama y activa la circulación. Como consecuencia, se verá más firme, elástica y luminosa.
