Ser cuidador puede ser una labor altruista, una profesión que requiere de mucho empeño o solo la decisión de hacer de lado por un tiempo la vida personal para dedicarse al bienestar de alguien más, pero, qué sucede con la salud mental de quienes cuidan de alguien más.
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Debido a que la población cada vez es más longeva, la profesión de cuidador o la necesidad de tener a alguien que cuide de una persona mayor de edad va en auge, en especial en países como Estados Unidos.
Ahí, la organización sin fines de lucro dedicada a la medicina, Mayo Clinic, identificó que los cuidadores declaraban cada vez niveles más altos de estrés, incluso más que las personas que cuidaban.
Aunque para la mayoría podría parecer gratificante el poder cuidar de alguien más, en especial cuando se trata de un ser querido, como una forma de devolver lo que hicieron por uno, las exigencias del cuidado pueden causar un grave estrés emocional y físico.
Los cuidadores señalaron que es habitual que se sientan enojados, frustrados, agotados, tristes e incluso solos, ya que, a pesar de estar con alguien, esa persona ya no puede dar el nivel de convivencia que se desea.
De acuerdo a Mayo Clinic, los factores que pueden elevar el nivel de estrés de los cuidadores son:
- Cuidar de alguien que necesita atención médica constante.
- Cuidar de un cónyuge.
- No tener buena capacidad para afrontar una situación difícil ni resolver problemas.
- No tener elección a la hora de ser cuidador.
- Pasar muchas horas en las labores de cuidado.
- Recibir muy poca orientación por parte de profesionales de atención médica.
- Sentir la necesidad de cuidar en todo momento.
- Sentirse indefenso o deprimido.
- Sentirse solo.
- Tener problemas de dinero.
- Vivir con la persona que necesita los cuidados
El estrés en los cuidadores
Se sabe que demasiado estrés puede perjudicar la salud a largo plazo, además de que, la labor de cuidador puede implicar el no dormir lo suficiente, no tener mucha actividad física, no llevar una alimentación equilibrada, etc.
Todos estos factores aumentan el riesgo de enfermedades como la diabetes o las afecciones cardíacas, además de que los cuidadores pueden sentirse deprimidos o ansiosos.
Esto puede derivar en que el cuidador ya no esté pendiente de su propia salud y no se dé cuenta de como el enfocarse en otro ser querido afecta su bienestar propio.
En cuanto a las señales de que el cuidador se encuentra bajo estrés, se encuentran las siguientes:
- Abuso de alcohol o drogas, incluidos los medicamentos con recetas.
- Dormir mucho o poco.
- Enojarse o irritarse con facilidad.
- Falta de interés por actividades que antes le gustaban.
- Faltar a citas médicas.
- Ganar o perder peso.
- Sentirse agobiado o preocupado todo el tiempo.
- Sentirse cansado a menudo.
- Sentirse triste.
- Tener dolores de cabeza frecuentes u otros dolores o problemas de salud.
Si se es cuidador y siente que enfrenta una difícil situación de estrés, se debe de buscar ayuda profesional, acudir a personas especializadas en el cuidado de alguien enfermo o pedir un tiempo en el trabajo para no acumular más de un estrés mientras se cuida de alguien enfermo.
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Se puede seguir algunos consejos como pedir ayuda y aceptarla, mantenerse en contacto con la persona que se ayudaba, unirse a grupos de apoyo, buscar apoyo social, cuidar de la salud personal y consultar a un profesional en atención médica.
