Si algo tiene a México en el ojo del mundo es su gastronomía, sin embargo, en muchos de estos platillos predomina un exceso de grasa, lo que desencadena una serie de problemas en el sistema circulatorio a los que poca atención se les pone o sólo cuando este desencadena otro tipo de males e incluso llega al extremo de una hospitalización.
Uno de estos males radica en el nivel de presión arterial, que es la fuerza con la que la sangre corre por las arterias mientras el corazón bombea, encontrándose entre los más comunes la hipertensión, que es mantener una presión alta, por lo que, si has sentido que algo no anda bien con tu cuerpo, aquí te decimos con identificar este mal y la manera en que se puede atender.
¿Qué es la hipertensión?
De acuerdo con la Mayo Clinic, la presión arterial alta o hipertensión es una enfermedad común que se caracteriza por dañar las arterias del cuerpo, ocasionando que la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias sea elevada de manera constante, obligando al corazón a trabajar más para poder bombear de una mejor manera el líquido hemático.
Su medición se realiza en milímetros de mercurio (mm Hg) y es considerada como alta cuando se tiene una lectura de 130/80 o superior; se puede clasificar en primaria o esencial que sucede en la mayoría de los adultos y no hay una causa identificable de su desarrollo, pero si tiende a desarrollarse progresivamente a lo largo de muchos años.
En el caso de la hipertensión secundaria, suele estar originada por una afección subyacente y tiende a aparecer repentinamente; aunque ambas suelen presentarse sin síntomas, en algunos casos pueden existir dolores de cabeza, falta de aire y sangrados nasales, pero estos no son específicos y sólo pueden hacerse perceptibles hasta que el paciente haya alcanzado un estado grave.
¿Cómo se atiende la hipertensión?
La importancia de atender la hipertensión radica en el hecho de que este padecimiento al no ser atendido aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular u otros problemas graves de salud, por lo que una de las recomendaciones principales es controlarla (medirla) por lo menos cada dos años una vez que se cumplan los 18.
También se recomienda adoptar hábitos de vida saludables como evitar el consumo de tabaco, practicar ejercicio y alimentarse sanamente; en caso de comenzar a presentar señales, el médico podrá solicitar la realización de un control ambulatorio, pruebas de laboratorio, un electrocardiograma y un ecocardiograma para poder medir la actividad del músculo cardiaco.
Finalmente, en cuanto al tratamiento, la principal recomendación es cambiar el estilo de vida, adoptar una dieta saludable para el corazón baja en sal, practicar actividad física con regularidad, mantener un peso saludable o bajar de peso, limitar el consumo de alcohol, no fumar y dormir de 7 a 9 horas diarias, además de que en algunos casos se requerirá de medicamentos especializados.
