Del 2022 al 2023, los tradicionales antojitos mexicanos se encarecieron en promedio un 49 por ciento en el estado de Puebla debido a que sus principales insumos, como el maíz, la masa, carnes y aceite, registraron alzas en su costo a raíz de la inflación, informó la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
A través de un monitoreo de precios, se explicó que el platillo que más elevó su valor fue los chilaquiles, con un aumento del 112 por ciento, pues pasó de costar 40 pesos a 85 pesos.
Le siguió el pozole con un incremento del 41.6 por ciento, de 60 pesos a 85 pesos, así como los tacos, con un aumento del 38.8 por ciento, pues pasaron de un precio de 18 pesos a 25 pesos cada uno.
En la lista también se ubicaron los sopes y quesadillas, con un 25.0 por ciento, de 20 pesos a 25 pesos la pieza, y las tortas, con un alza del 25.0 por ciento, de 40 a 50 pesos.
“En lo que va del 2023, los productos con mayores alzas, sin duda, han sido los que ofrecen las loncherías, fondas, torterías, taquerías, todos los de aquellos giros de negocios de alimentos preparados”, destacó el organismo.
La Anpec señaló que todos estos platillos tradicionales fueron los más impactados debido a que sus principales insumos se encarecieron de manera considerable a raíz de la inflación.
Puso el ejemplo de ingredientes como la cebolla con un alza del 169.53 por ciento; jitomate, con un 59.13 por ciento; aceites; con un 52.67 por ciento; chile serrano, con un 39.57 por ciento, y el tomate verde, con un 35.67 por ciento.
Asimismo, la lechuga con un 29.33 por ciento; queso Oaxaca, con un 25.87 por ciento; las tortillas, con un 25 por ciento; la masa, con un 23.69 por ciento; la carne de puerco, con un 21.09 por ciento; el maíz, con un 18.71 por ciento, y el pollo, con un 14.67 por ciento.
“Los insumos para la elaboración de los alimentos de la “vitamina T” de los mexicanos se han incrementado de manera importante, lo que ha impactado sin duda el costo final de los antojitos”, reiteró el organismo comercial.
