En la capital del estado de Puebla y los municipios conurbados se ubican nueve mil restaurantes, de los cuales, tres mil cerrarán sus puertas para finales del 2020 debido a la emergencia sanitaria.
Lo anterior provocaría la pérdida de más de 15 mil empleos donde los más afectados son los meseros, cocineros, cajeros y personal de limpieza.
De acuerdo a la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en Puebla, Olga Méndez, hasta el mes de noviembre las ventas de los negocios disminuyeron en un 60 por ciento en comparación con el 2019.
En entrevista con este medio de comunicación, informó que los establecimientos más afectados son aquellos ubicados en zonas vulnerables como el Centro Histórico y en los corredores de universidades.
“En esas zonas donde anteriormente se registraba un flujo abundante de personas ahora no hay nada y con el 30 por ciento de aforo permitido no nos alcanza para pagar las rentas y sueldos. (…) Sale más barato cerrar que mantener abierto”, señaló.
Ante el declive de los ingresos económicos en el sector restaurantero, Olga Méndez mencionó que la recuperación monetaria se comenzará a notar a partir del mes de mayo del 2022.
Un segundo confinamiento duplicaría el número de lugares cerrados.
La presidenta de la Canirac en Puebla sintió preocupación por el número tan acelerado de contagios por Covid-19 que se están presentando en la entidad, pues provocaría un segundo confinamiento.
En caso de retornar a un semáforo epidemiológico de color rojo, las cifras antes mencionadas se duplicarían, es decir, seis mil negocios quebrarían y 30 mil personas quedarían sin una fuente de trabajo.
En este sentido, Olga culpó a los comercios informales que no llevan a cabo ningún protocolo de seguridad para evitar la propagación del virus SARS-CoV-2.
“El gobierno debe voltear al comercio informal donde no tienen medidas, reglas y mucho menos protocolos de seguridad e higiene. (…) Ellos provocarán un rebrote masivo”, finalizó.
