Entre animales muertos, vidrios rotos, pedazos de llantas, escombros y bolsas de basura, tienen que caminar los colonos de Flor del Bosque para cruzar el periférico ecológico. En ese camellón central, unas personas hacen ejercicio por las mañanas, mientras otros la usan para asaltar por las noches.
Al rededor de 15 corredores se saludan cada mañana esperando no encontrarse con otro animal muerto; acostumbrados a que los cuerpos se descompongan en el lugar sin que el Organismo Operador del Servicio de Limpia del Ayuntamiento se ocupe de esa zona.
Uno de colonos declaró en entrevista que debido a que los camiones recolectores de basura no llegan a sus casas, las personas prefieren tirarla en el camellón, razón por la que se acumulan más residuos cada vez.
Igualmente, señaló que ha sido víctima de dos asaltos en los últimos meses, sin embargo, es el único camino para llegar de su casa a su trabajo. Además, dijo haber sido testigo de atropellamientos en el lugar.
Por otra parte, una de las corredoras expresó su molestia ante las condiciones de abandono en las que se encuentra el camellón central, ya que constantemente encuentra animales muertos que se quedan allí hasta que sus restos se descomponen.
“Si tenemos suerte alguien les pone cal para que no huela tan mal, pero nadie se los lleva”, dijo.
La mayoría de personas que pasa por esa acera central se ve obligada a correr para no ser alcanzada por los automóviles pues no hay suficientes puentes peatonales para cruzar la vialidad, además, deben cuidarse para no lastimarse con la basura acumulada.
POCOS KILÓMETROS SEPARAN ESTILOS DE VIDA CONTRASTANTES
Casi 20 kilómetros se recorren en periférico ecológicos desde Flor del Bosque hasta la zona de Angelópolis desde el camellón central hasta la ciclovía. Mientras en la primera colonia sufren asaltos corren entre basura, después de La Vista, la misma ciclopista se convierte en un espacio de recreación.
Elementos de Seguridad Ciudadana se ubican en las partes elevadas de la ciclovía en Angelópolis, familias caminan bajo la sombra de los árboles del camellón, ciclistas bien equipados miden su avance en el celular y transeúntes se sientan en las bancas antes de continuar su viaje.
Mientras tanto, la desigualdad se hace evidente en el extremo opuesto de esta vialidad, donde las únicas bicicletas que transitan son las de los trabajadores que circulan con precaución para no ponchar sus llantas con uno de los miles vidrios rotos.
Y donde los pocos que se disponen a correr por el camellón central apenas consiguen seguir una línea recta tras evitar la basura en todo su camino.
En la ciclovía que se ubica frente a la colonia La Vista los árboles y arbustos lucen recién podados, mientras que los colonos de Flor del Bosque no pueden recordar una sola visita de elementos del servicio de limpia del Ayuntamiento.
La desigualdad comienza a ser notoria a partir de la colonia Loma Bella, donde es posible ver más puentes peatonales para el acceso a la acera central, la ciclovía se pinta de azul y casi el triple de personas utiliza el espacio como ruta alternativa por las cortas aceras del periférico.
Sin embargo, aunque en menor medida, la basura sigue presente, gran parte del alumbrado público ha sido vandalizado y los colonos saben que usar ese espacio por las noches significa correr un riesgo muy alto de ser asaltados.
Por otra parte, ciclistas en la zona de Angelópolis mencionaron en entrevista que debido a que gran cantidad de personas acude a ese espacio para ejercitarse, se sienten tranquilos y fuera de peligro de ser víctimas de la delincuencia siempre que sus visitas al lugar sean por las mañanas.
