Aún después de la ola de contagios por salmonelosis en el municipio de Ixcaquixtla, ocasionada por la ingesta de alimentos en estado insalubre, suscitada el fin de semana que concluyó, algunos de sus habitantes aún desconocen cómo prevenir ese tipo de padecimientos; esto enciende aún más las alertas de la población, pues la demarcación enfrenta un grave problema de escasez de agua desde hace meses.
FALTA MEDICINA PREVENTIVA
En una serie de recorridos hechos por El Sol de Puebla a diversos lugares públicos de Ixcaquixtla, se pudo constatar que una parte de la población desconoce las formas de protegerse ante brotes de enfermedades estomacales, como es el caso de la salmonella, la cual es ocasionada por la falta de higiene en la preparación de alimentos, principalmente.
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La primera visita se realizó al Hospital Comunitario municipal, perteneciente a la Secretaría de Salud (SS) del estado. Para conocer un poco más sobre lo acontecido en días pasados, especialmente sobre el número de pacientes atendidos y sus diagnósticos, este medio contactó a la dirección médica de dicho centro sanitario, no obstante, su representante negó estar en posibilidades de poder compartir información al respecto.
Ante la irrealizable tarea de ahondar en los detalles, se cuestionó al personal directivo sobre cuáles las estrategias puestas en marcha para evitar la propagación de ese tipo de enfermedades, a nivel local. Como respuesta, funcionarios negaron que dicha información sea de carácter público, e indicaron que, para conocer dichas herramientas, incluso para la ciudadanía de a pie, es necesario dirigir los cuestionamientos al personal de la SS estatal.
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Frente a ese hospital se encuentra una pequeña tienda de abarrotes, que además ofrece el servicio de copias e impresiones digitales. Personal que ahí labora asegura que la afluencia de pacientes y familiares disminuyó después de que concluyó el cerco sanitario puesto en marcha por la dependencia sanitaria.
John, el propietario de ese local, afirma que, por su experiencia trabajando cerca del centro médico, ha detectado que las enfermedades estomacales no son eventos aislados en la demarcación pues, aunque han ocurrido en menor proporción, éstas sí ocurren con gran frecuencia.
El gran problema, establece, es la falta de acceso al servicio de agua potable en todos los barrios del municipio. El suministro del líquido es intermitente e insuficiente, razón por la que gran parte de la población es orillada a contratar servicios de pipas, además de que los mismos pueden ser poco costeables para algunos, pues el precio por llenado de tinaco puede ir de los 100, hasta los 600 pesos.
No obstante, pese a que la carencia de agua potable es un riesgo sanitario latente, se pudo descubrir mediante un sondeo realizado a un puñado de habitantes de Ixcaquixtla, que la mayoría responsabiliza a la reciente crisis de enfermedades diarreicas, a la venta de pollo en la zona.
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SITUACIÓN AFECTA VENTA DE PRODUCTOS AVÍCOLAS
En plena cuaresma, la concepción de que el pollo es supuestamente dañino, ha provocado que comerciantes de ese producto registren pocas ventas. Esto se debe principalmente a la falta de información oficial y la propagación de mensajes infundados en redes sociales, afirma Andrea, una vendedora de pollos crudos al menudeo.
En el mercado municipal existen solamente dos puestos que venden pollos rostizados. Por ello, después de que José Antonio Martínez García, titular de la SS estatal, aseguró en rueda de prensa la mañana del 2 de marzo, que ese producto alimenticio adquirido en ese preciso lugar, ocasionó 12 diagnósticos de enfermedad diarreica en el municipio. Ello ha afectado los ingresos de sus productores.
Tal es el caso de Julia Domínguez, una comerciante de pollo crudo al menudeo, y pollos rostizados. En entrevista, la mujer indicó que no vendió un solo peso este miércoles. Con gran tristeza, refiere que, aunque ella ofrezca productos frescos, en caso de no comercializarlos los regalará o se los comerá para evitar desperdiciarlos. Indica que la crisis se encrudece pues el precio del pollo ha incrementado en las últimas semanas.
Quien también padece esa realidad es Rocío Martínez, la segunda locataria que ofrece pollos rostizados al interior del mercado. Contrario al caso anterior, ella sí vendió, pero sólo un pedido de 18 unidades que ya le habían solicitado con anticipación. Al preguntarle sobre si personal de la SS estatal había acudido en días previos a verificar las condiciones de seguridad sanitaria de su establecimiento, Martínez indicó que su negocio no fue visitado.
Cabe mencionar que ella no fue la única persona que reportó no haber sido contemplada en las verificaciones y cerco sanitario que anunció la dependencia de salud en Puebla. Otra de ellas es Armando, un joven que vive en el llamado Barrio 3 de Mayo de Ixcaquixtla. Él afirma que, aunque en su familia sí hubo personas enfermas, a su vivienda no acudió personal de la Dirección de Salud Pública y Vigilancia Epidemiológica a levantar información.
Finalmente, para conocer la postura del Ayuntamiento de Ixcaquixtla, ante la escasez de agua y falta de información para prevenir enfermedades, se buscó personalmente a funcionarios de comunicación social municipales. No obstante, pese a sustentar la solicitud en la urgencia del evento epidemiológico, se indicó que tanto el alcalde, como la síndica municipal se encontraban tomando un descanso. Posteriormente se solicitó una entrevista telefónica pero tampoco se obtuvo respuesta favorable.
