Un rastro clandestino, construcciones de unidades habitacionales, empresas lácteas y de mezclilla que carecen de permisos fueron detectadas desde 2019 como principales contaminadores de los ríos Atoyac y Acotzala, a su paso por el territorio de San Martín Texmelucan y aunque algunas han sido clausuradas, continúan laborando con regularidad.
En 2017 la Comisión Nacional de los Derechos Humanos CNDH emitió la recomendación R-10/2017 y el Juzgado Tercero de Distrito en Materia Administrativa, con residencia en la Ciudad de México, el amparo 303/2017 por la contaminación generada hacia los ríos, obligando a las autoridades a realizar una revisión en todo el municipio.
Un expediente al que tuvo acceso El Sol de Puebla da cuenta que el Ayuntamiento y el Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Texmelucan (Sosapatex), tras recorrer las once comunidades localizaron fuentes de contaminación, sin embargo, a la fecha han sido nulas o menores las acciones para frenar las descargas sin tratamiento.
Así mismo, se detectó que autoridades auxiliares y de los Comités de Agua Potable han otorgado permisos a empresas sin estar facultados y en otros casos, han sido omisos en sus atribuciones.
En la comunidad San Buenaventura Tecaltzingo es donde se inicia la contaminación del Río Atoyac-Xochiac, ya que sus aguas residuales de tipo doméstica generadas son acumuladas con las de las juntas auxiliares de San Francisco Tepeyecac, San Jerónimo Tianguismanalco, una parte de San Juan Tuxco y Santa María Moyotzingo.
Le sigue San Francisco Tepeyecac, sitio en el que además de sus aguas residuales, está instalado el rastro municipal que ocasiona la constante descarga de desperdicios directamente a la red de drenaje municipal.
En San Jerónimo Tianguismanalco se ubican cuatro empresas dedicadas al procesamiento de leche y sus derivados, sin que en esas empresas cuenten con sistemas de pretratamiento para sus aguas que descargan a la red municipal.
Santa María Moyotzingo destaca porque recibe por medio de un colector-emisor las aguas residuales de las comunidades de San Buenaventura Tecaltzingo, San Francisco Tepeyecac, San Jerónimo Tianguismanalco y una parte de San Juan Tuxco.
Estas aguas llegan al paraje denominado "La Barranca" ubicado en el camino real que va de Santa Ana Xalmimilulco-Santa María Moyotzingo, cuyas aguas contaminadas son reutilizadas por los campesinos de la zona conocida “Los Ameyales" para regadío de los terrenos de cultivo y el agua sobrante sigue su curso hacia San Rafael Tepeyecac, en el Estado de Tlaxcala para depositarse en el río Atoyac.
En este sentido, consideran este tema como grave porque provoca la contaminación de los mantos freáticos, la alteración del medio ambiente y de los ecosistemas de la zona.
Sobre el territorio de San Juan Tuxco se localizó una empresa dedicada a la fabricación de calcetines, lo que provoca una grave contaminación a la red municipal, ya que no cuenta con los permisos correspondientes de operación y funcionamiento, puesto que su descarga de agua residual la vierte sin ningún tipo de tratamiento a la red municipal.
Esta empresa anteriormente fue visitada por el Gobierno Estatal y fue clausurada, pero aún sigue trabajando y continúa contaminando, no se ha podido determinar su fuente de abasto de agua.
Por su colindancia por el lado oriente con el río Acotzala, afluente del río Atoyac, se detectaron descargas de agua residual que van directamente al citado río contribuyendo así a aumentar la contaminación de este afluente.
En San Cristóbal Tepatlaxco, de igual forma, existe una gran contaminación del río Chiquito, afluente del Río Atoyac, debido a la alta concentración en las descargas de residuos lácteos que realizan las empresas dedicadas a este ramo industrial, que no cuenta con ningún tipo de permiso para su pre-tratamiento de la descarga de aguas residuales que van hacia el drenaje municipal, al colapsar el drenaje provoca un gran foco de infección e incluso, puede ser considerado un problema de salud pública con grandes consecuencias para los pobladores de esa zona.
Con respecto a San Rafael Tlanalapan, esta comunidad cuenta con una barranca de aproximadamente 20 metros de profundidad y es utilizada por la población y otras comunidades para arrojar y depositar todo tipo de basura. Durante el trayecto detectaron la presencia de colorantes en el agua además se encontraron descargas de agua residual de la cabecera municipal de San Salvador el Verde que por la corriente llega a San Rafael Tlanalapan.
Además, se ubicaron diferentes empresas dedicadas a la industria láctea y de la mezclilla que vierten sus descargas de aguas residuales sin ningún tipo de control provoca el aumento de la contaminación de los afluentes tales como río Chiquito y río la Virgen.
En la comunidad de El Moral se encontraron en construcción de diversas casas-habitación, inmuebles que descargan sus aguas residuales de forma directa. Además, sobre el río Acotzala ubicaron una descarga de agua residual donde sale sangre lo que corresponde a un rastro clandestino y que contribuye a que la contaminación aumente con las descargas residuales que se van agregando tales como las de San Juan Tuxco, San Simón Atzitzintla, San Gregorio Aztotoacan, San Felipe Teotlalzingo (Municipio) y San Salvador El Verde (Municipio).
La revisión confirmó que en San Baltazar Temaxcalac existe un gran asentamiento de diversas empresas por el Corredor Industrial Quetzalcóatl, motivo por las aguas residuales de esta comunidad y de todas las empresas desembocan en su mayoría, dentro del colector y/o drenaje construido por la paraestatal Pemex el cual desemboca al Río Atoyac.
De igual forma, en San Lucas Atoyatenco se detectó una empresa dedicada a procesar mezclilla que no cuenta con los permisos correspondientes y que vierte sus aguas sin ningún tipo de tratamiento, a un colector que desemboca al río Atoyac.
El trayecto cierra con Santa Catarina Hueyatzacoalcos, donde la descarga de aguas residuales es desalojada sin tratamiento alguno y en forma directa al río Acotzala. Existen en esta comunidad, construcción de desarrollos inmobiliarios, generalmente sin sujetarse a las normas aplicables.