El trueque o cambio es una tradición prehispánica que se mantiene en el tianguis de Acatzingo, en donde cada martes decenas de familias de la región acuden a intercambiar maíz o leña por otros productos perecederos sin utilizar dinero, un método comercial antiquísimo que se niega a morir en esta parte del territorio poblano.
En un recorrido de El Sol de Puebla por las calles 10 poniente y 5 de mayo en la cabecera municipal, sitios donde se ubica “el cambio” se pudo observar que desde muy temprana hora llegan los comerciantes para intercambiar productos como jitomate, chiles, calabazas, verduras de temporada, cebollas, canastas, cazuelas de barro, chicharrón, mole, frutas y hasta pulque.
En este tipo de intercambio lo importante no es el dinero, aquí se paga principalmente con el maíz, una jícara pequeña representa lo de medio kilo y una grande lo de un kilo, explicaron los marchantes.
La leña también es otra moneda de cambio muy valorada, el trueque se hace con “palitos” por alimentos, que es lo que abunda en esta peculiar zona del tianguis de los martes, donde las monedas y los billetes no tienen ningún valor.
Cambiando tienes maíz y no te faltará nada
Doña Margarita García, de 59 años de edad, originaria de la comunidad de Progreso de Juárez, perteneciente al municipio de Acatzingo, contó que lleva 18 años ininterrumpidos viniendo cada martes al cambio y comentó que el método se lo enseño su cuñada: “Me dijo, enséñate porque no siempre vas a tener el apoyo del marido, si bien trabajan bien y si no, no, cambiando tienes tu maíz y no te faltará nada”, comentó.
Contó que los martes su jornada comienza a las 3:00 de la mañana, su esposo y ella cargan sus productos agrícolas en la camioneta y llegan al tianguis a las 4:00 de la mañana, porque el cambio comienza a la 6:00 am y termina al mediodía.
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“Vinimos mi esposo y yo, él está en un puesto y yo en otro, hay que sacar la vida porque ve como está de difícil”, refirió.
Detalló que el dinero no vale en este mercado, “se cambia principalmente maíz y leña, pero si traen frijol o nopalitos también los aceptamos, aquí es como se convengan”, aseguró.
Sin embargo, como en el mercado con circulante, también aquí hay regateos y pese a las normas establecidas para llevar a cabo el cambio o trueque, hay quienes buscan llevarse más por menos.
El cambio creció en la década de los 90 en Acatzingo
Sobre el tema, el cronista de Tepeaca, Francisco Jiménez Villa, indicó que el cambio o trueque que se realiza los martes en el tianguis de Acatzingo no siempre fue así, y creció a finales de la década de los noventa, “Era poca la gente que asistía a cambiar sus productos, hoy es más grande que en Tepeaca”, compartió.
Informó que lo anterior se debe a que en Acatzingo se concentran la gente de los municipios aledaños como General Felipe Ángeles, Soltepec, Mazapiltepec y Nopalucan y hay más menudeo de productos a diferencia de otros mercados de la zona.
Enfatizó que el cambio o trueque es una práctica que se realizaba antes de la llegada de los españoles. “En el México prehispánico, el trueque fue el método más común para poder hacerse de productos y/o servicios que necesitaban y de igual manera, poner a disposición de otros lo que generaban. El cacao era la moneda de cambio”, mencionó.
Por último, refirió que el mercado de Acatzingo data del siglo XVI y en pleno siglo XXI, el cambio o trueque sigue más vivo que nunca en el tianguis de los martes de esta localidad.
Ubicación
El municipio de Acatzingo se localiza en la parte central del estado de Puebla. Limita al norte con Nopalucan y Soltepec; al sur con Los Reyes de Juárez, San Salvador Huixcolotla y Quecholac, al este con Felipe Ángeles y al oeste con Tepeaca.