En lo que va del año se han registrado 10 asesinatos de mujeres en donde el presunto culpable fue la ex pareja sentimental, el novio o el esposo de las víctimas y un caso en donde era su primo. Esta situación refleja que los feminicidios siguen tenido como raíz la violencia doméstica y el amor tóxico.
De los 10 asesinatos tres correspondieron a homicidios con arma blanca, tres a homicidios con arma de fuego y tres a golpes severos. En el caso del primo, este hombre también ocupó un arma de fuego para el asesinato.
De acuerdo con los reportes de vecinos y los informes oficiales, en todos los casos anteriores las víctimas eran mujeres violentadas o celadas por sus parejas y frecuentemente en su hogar tenían discusiones con su presunto asesino.
Asimismo, las primeras declaraciones de los hombres indicaron que fueron por celos o porque la discusión “se les había salido de control”, lo que deja en claro que aún sigue persistiendo el amor tóxico. Este amor en donde las parejas creen que los celos son normales, en donde limitan la vida social de la pareja y en donde creen que las mujeres son de su propiedad.
La mayoría de los asesinatos se dan en casa
Hay que mencionar que, de los 10 casos, en cinco se confirmaron que ocurrieron adentro de su domicilio, el lugar que se supone debería de ser seguro y en el caso de la mujer que fue asesinada por su primo ocurrió en su negocio.
Ante esta situación, Natalí Hernández, directora en Centro de análisis, formación e iniciativa social A.C. (CAFIS) explicó que esta situación es preocupante, ya que las estadísticas en Puebla indican que, en un gran porcentaje, los feminicidas son parejas de las víctimas o personas con las que tenían un vínculo.
Que los principales violentadores sean las parejas es indignante, pero además de eso, complican la situación de seguridad, pues en muchas ocasiones las mujeres acuden a denunciar, pero minimizan el riesgo en el que pueden estar por tratarse de alguien cercano.
“En la mayoría de los casos no intervienen de manera adecuada para que el riesgo no les cueste la vida (…) la intervención institucional es importante ¿qué hacen cuando llega una mujer a denunciar?, es importante que, si llega con golpes o el más mínimo indicio de violencia que indaguen, es su obligación para prevenir los asesinatos”, agregó.
En su opinión, los esfuerzos institucionales para disminuir la violencia familiar no han sido suficientes y tampoco las autoridades les han bridado seguridad y prevención a las mujeres que están viviendo violencia por parte de sus parejas.
“La mayoría de los feminicidios en Puebla se dan en este contexto y sigue ocurriendo y sigue pasando en el entorno familiar. Es un recordatorio de la violencia exacerbada en el contexto de confinamiento que también ya lo señalamos. Sigue ocurriendo de manera focalizada de los vínculos familiares y hay falta de políticos públicas para reducir este tipo de violencia”, dijo.
Desde su óptica y para mejorar esta situación, opinó que las campañas deberían estar enfocadas en tratar la violencia familiar y también informar que los probables feminicidios se están dando en los vínculos familiares. Es decir, dejar en claro que las mujeres que tienen violencia tienen más riesgo de enfrentar la violencia feminicida.