Fue en el 2005 cuando el mototaxi comenzó a circular en Puebla y a 16 años de distancia este sistema de transporte alterno sobrevive en colonias y poblaciones semiurbanas de la zona metropolitana por el apoyo de los usuarios, quienes aun cuando saben que es prohibido, abordan sus unidades por ofrecer un servicio a domicilio, barato y “todo terreno”.
En Cuautlancingo, Coronango y Ocoyucan, -municipios de la zona conurbada de la entidad-, los motocarros forman parte de las opciones que una persona tiene para desplazarse, porque hay un padrón disponible de 650 que cobra una tarifa de 10 pesos por viaje corto y de 25 a 35 pesos por viaje largo, es decir, de comunidad a comunidad.
Aunque este número de moto-vehículos es menor a los que registraban estos territorios antes de junio del 2011, año en que el Congreso del Estado exhortó al gobierno estatal a efectuar operativos de decomiso en contra de este gremio por no apegarse a la normativa e incumplir las medidas de seguridad marcadas en la Ley del Transporte y luego entró en vigor un programa para sustituirlos por taxis locales, pobladores califican de indispensable su actividad, porque cubren necesidades básicas, siendo una de ellas, dejarte en la puerta de tu casa, aun cuando la calle no tenga pavimento o este anegada.
No cobran tarifas adicionales por esperar algunos minutos y son más bajas a las del transporte público y taxis locales o mercantiles, son más prácticos y hasta puedes “regatearles”, son otros de los beneficios que enumeran a favor de estas unidades perseguidas por la normativa en la materia.
Recuerdan que los mototaxis forman parte de una historia iniciada con el nuevo siglo, porque en el año 2003, los bicitaxis fueron los primeros en competir con las combis y microbuses, pero solo duraron meses, porque posteriormente salieron “las calandrias”, unidades que sustituyeron el uso de los velocípedos por motocicletas.
CUÁNTO CUESTA UN MOTOTAXI
Dos años después, una tienda localizada en la Ciudad de Puebla comenzó a ofertar los mototaxis, también llamados motocarros, orugas o “kamajis” y eso generó la modernización de este sistema alterno de traslado en Puebla. En ese entonces, el precio de una unidad era de 25 mil a 30 mil pesos, si era en una sola exhibición, porque en pagos subía de 40 hasta 50 mil pesos. Hoy, el costo está por arriba de los 60 mil pesos de contado.
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Este sistema alterno de traslado, coinciden, nació para cubrir los vacíos de las líneas de transporte público, ya que no tenían cobertura total en el territorio y era mayor la demanda de los usuarios.
“Te ayudan mucho”, externó Maribel, una comerciante de antojitos mexicanos del municipio de Coronango, quien se manifiesta en contra de la persecución que sufre el gremio mototaxista.
Contó que, en su caso, este servicio es fundamental para su trabajo: “te llevan a todos lados y te esperan (…) los estudiantes y las personas de la tercera edad, son los que más los usan, porque llevan a donde uno quiera”.
No lejos de su negocio, ubicado en la cabecera local, la declarante mostró una prueba de la importancia de los mototaxis en este municipio, al señalar que en el Sistema DIF se llevaba a cabo la entrega de despensas y estas unidades eran las más solicitadas por los beneficiarios.
Justo a las afueras de este inmueble de gobierno se platicó con doña Natalia Portillo, de 63 años de edad, quien expresó que “el mototaxi es necesario porque me ayuda como persona de la tercera edad y es más económico que un taxi, porque me cobra 8 pesos y sí hace falta”.
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MOTOTAXIS SURGEN POR NECESIDAD
En Cuautlancingo, una de las fundadoras del servicio de mototaxi, quien por razones personales será nombrada como Paola, puntualizó que en su apogeo este municipio llegó a contabilizar más de 600 unidades, pero ahora el número se reduce a menos de 30, donde la mayoría circula en la comunidad de San Lorenzo Almecatla.
“Dos años antes de iniciar el sexenio del gobernador Mario Marín comenzaron a circular los bicitaxis, eran 12 y estaban afiliados a la organización Pro-Lorena, pero solo duraron medio año, porque salieron las calandrias, que ya eran manejadas por motos y es como nace la organización 5 de mayo y la dirigía Gustavo Tepoxtecatl, fue la primera en el municipio y tenía 120 conductores, pero luego hubo una modernización y en el 2005 llegaron los motocarros y desde ahí comenzaron los operativos en nuestra contra”, expresó la declarante.
Desde ese entonces, el gremio mototaxista ha contado con el apoyo de la población, porque cuando llegaban las autoridades estatales, varias familias permitían esconder las unidades en los patios de su casa.
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“Era un correteadero de todos los compañeros, fueron tiempos bonitos, pero a la vez tristes, porque cuando perdíamos nuestras unidades buscábamos al gobernador (Mario Marín) y nos echaba la mano, a algunos les dio permisos provisionales, pero desde el 2003 a la fecha, este sistema de transporte es perseguido”, reiteró.
A 16 años de distancia, comentó que los mototaxis “no son bien vistos”, aun cuando son más seguros que las calandrias y tienen tarifas más baratas.
¿Cuánto cobra un mototaxi?
“El precio del viaje era de 3 a 5 pesos, ahora es de 8 a 10, muy diferente a los 10 y hasta 50 pesos que te cobra un taxi local, vehículo que, desde el 2011 vino a sacar a gran parte de las motos, porque el exgobernador Moreno Valle fue el que más lastimó esta fuente de trabajo”, sumó.
Alejada del gremio, Paola comparte que el objetivo de las autoridades estatales fue cumplido en Cuautlancingo, porque ya es difícil ver motocarros por las calles, cuando una década antes eran lo más demandado entre los usuarios.
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CONDUCTORES DEFIENDEN ESTA FUENTE DE EMPLEO EN CORONANGO
De los tres municipios referidos, Coronango es el que actualmente suma más motocarros, al tener 600, cuando hace tres años el censo era de 400.
Al menos ocho organizaciones de mototaxistas brindan y defienden este servicio, presente en la cabecera local y las tres juntas auxiliares: San Francisco Ocotlán, San Antonio Mihuacán y San Martín Zoquiapan.
Varios operadores de mototaxis explican que la circulación de estas unidades es por dos razones, la demanda de la población y la necesidad de trabajar.
“Ya llevo dos años manejando el mototaxi, me quedé desempleado en esta pandemia porque la empresa me despidió y pues, aunque muchos ven mal estos vehículos, son una fuente de empleo y me han ayudado a sacar adelante a mi familia, porque la realidad es que no hay empleo”, asentó uno de ellos.
"El precio de la unidad es alto, porque no vale mil o dos mil pesos, en mi caso, costó 65 mil, que liquido en pagos y hay que agregar los gastos de gasolina y refacciones", añade.
“Trabajamos de 10 a 12 horas diarias, para que salga, porque en este trabajo se debe trabajar y más con los riesgos, siendo uno de ellos, los operativos de la Secretaría de Transporte (…) a mí no me han tocado, pero a otro familiar ya, por el 2014 le tocó y hasta perdió su moto y lo trataron peor que delincuente y el pueblo hasta paró la autopista y hubo detenidos, cuando lo que hacemos es auto-emplearnos para ganar algo al día”, concluyó.
POBLADORES DE OCOYUCAN SIGUEN USANDO LOS MOTOTAXIS
Ocoyucan es otra jurisdicción en donde los mototaxis están presentes y son usados por los habitantes.
“Ya son pocos, pero todavía andan por las calles, antes eran más de cien, pero ahora, si quedan 30, son muchos”, compartió un usuario de este transporte, quien defendió este sistema de traslado alterno.
Hay versiones ciudadanas donde los satanizan porque son riesgosos, pero la realidad es que son útiles, en mi caso, me ayudan a trasladarme de mi trabajo a mi casa.
“En una ocasión, hasta uno de ellos me llevó a comprar mi gas y eso no lo puedes hacer en un taxi normal o en la unidad de transporte, porque hasta con tus perros puedes viajar”, remató la declarante.
Se debe anotar que esporádicamente en las comunidades de San Bernardino Chalchihuapan, San Bernabé Temoxtitla y en Santa María Malacatepec, es donde todavía circulan estos moto-vehículos, mientras que en la cabecera se aprecian unos 20, donde algunos, los más osados, hacen base a un costado del Palacio Municipal.
