“Siempre estoy con mi esposa Guadalupe, nunca la dejo sola, ni ella a mí”, compartió Cirilo Sánchez, quien este año acudió al panteón de San Pablo Xochimehuacan para visitar a quien fue su compañera de vida durante 35 años.
Esto durante la tarde del 1 de noviembre, donde miles de poblanos acudieron a los panteones de la ciudad para visitar las tumbas de sus seres queridos, adornado con flores y ofrendas el lugar donde los recuerdan con afecto.
En compañía de sus hijos y algunas nietas, Cirilo arregló con mucho cariño la tumba de quien partió a los 50 años de edad hace pocos años, dejando un gran vacío no solo en su casa, sino también en sus corazones, pues relató que aunque ya han pasado algunos años, tiene sus recuerdos junto a ella tan vivos como si nunca hubiera partido.
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“Su muerte la recuerdo con mucha tristeza, porque me la quitó una enfermedad, por eso vengo seguido y cuido su ruda que le gustaba mucho, que ya floreció bastante, le traigo su coca, le prendo su incienso, platico con ella”, compartió.
Algo similar recuerda Marcelina Limón, quien perdió a su esposo Rafael Flores hace un año a causa de la pandemia de Covid-19, ahora junto con sus hijos acude a la tumba de quien fue su esposo para cantarle algunas canciones, entregarle algunas flores y dejarle veladoras.
“Lo más difícil de su muerte fue que no pudimos despedirnos, porque todos nos enfermamos al mismo tiempo y él tuvo que irse al hospital (…) tres días después nos entregaron sus cenizas y no pudimos ayudarlo, no pudimos ver su cuerpo”, relató.
No poder decir adiós es lo más difícil en la partida de un ser querido, coincidieron algunos familiares, tal es el caso de Margarita Martínez, quien perdió a su madre María Isabel hace algunos años y más allá de su muerte, lo que más le duele es no haberse despedido de ella.
“Una noche se acostó y ya no se levantó, y ya no la volví a ver, antes de irse me pidió una ensalada y cuando estaba por llevarla me marcó mi hermana y me dijo que mi mamá ya había muerto”, narró.
A sus 76 años, Margarita aseguró que la pandemia no fue un impedimento para visitar a su madre, pues aun con algunas restricciones por parte de estos recintos acudía al panteón de San Baltazar Campeche a limpiarle la tumba a su ser querido.
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Visitas apoyan a la reactivación económica
Por otra parte, este año representó una fuerte reactivación económica para algunos comerciantes y trabajadores en los panteones, quienes se concentraron a las afueras de estos lugares para vender flores, comida, veladoras y para ofrecer el servicio de limpia en las tumbas, por mencionar algunos.
Francisca López, vendedora de flores en el Panteón Municipal, expresó que este año ante la eliminación de restricciones notó mayor cantidad de visitantes, por lo que obtuvo más ventas, no obstante, no pudo aumentar los precios de sus productos, pues la reactivación económica va a paso lento para todos.
Adrián Valdez, quien labora desde hace cuatro años en el Panteón Auxiliar de San Baltazar Campeche, aseguró que notó mayor presencia de visitantes desde el paso 27 de octubre, por lo que prevé que al finalizar esta temporada la mayor parte de las tumbas de este lugar sean visitadas.
Hay tumbas abandonadas aún, pero nosotros les damos mantenimiento para no olvidar estos lugares y que no se acumule la basura y se note más limpio, las personas sí están viniendo, la mayoría tristes, pero hace dos años no se veía ninguna presencia, en este esperamos muchas visitas”
Asimismo, afirmó que las visitas favorecen a los trabajadores de estos lugares, pues al no contar con un sueldo estable se apoyan en gran medida de las aportaciones voluntarias de los visitantes cuando los apoyan a limpiar las tumbas de sus seres queridos.…
