Lo que empezó como un remedio para curar un mal familiar, se convirtió en un emprendimiento de madre e hija, Teresa Ramos Cruz y Karla Galván, crearon la línea de nombre “Ramos de Romero”, un negocio en donde hacen shampoos para la restauración capilar y jabones artesanales para varios usos.
“Hice un shampoo muy básico para la caída de cabello, empezamos a obsequiarlo y a la gente le agradó, fue una necesidad familiar la que se tuvo al principio y poco a poco lo empezamos a enriquecer. Decidimos darle seguimiento para ver los resultados y hubo personas que tenían entre 30 años de no tener cabello, pero gracias a este producto había recuperado hasta un 60 por ciento”, compartió la madre, Teresa.
Tere es farmacéutica industrial y de ahí nacieron los conocimientos para crear este tipo de productos, y al ver que su shampoo tenía tan buenos resultados sus familiares le sugirieron venderlo.
Un sobrino se ofreció a hacerle el diseño y su hija Karla se encargó de la parte administrativa, financiera de negocio, también de las redes sociales, así como parte del marketing.
“Llevamos en el mercado seis años, pero las fórmulas comenzaron desde hace ocho, hubo pruebas, desarrollo y ya se sacó a la venta el producto”, relataron.
Gracias al éxito obtenido, ya no sólo venden para familiares ni en tiendas de Puebla, sino que se han expandido a la Ciudad de México y Tlaxcala. Su meta, es que en poco tiempo puedan exportar, ya que hay interesados de España, Francia, Alemania, Estados Unidos y Costa Rica, a ellos les mandan el producto por una empresa de comercio electrónico.
En suma, este emprendimiento ha fortalecido la unión de madre e hija, pues saben que estos productos están hechos con amor y tienen un objetivo que es ayudar a más personas a que no se les caiga el cabello, ya que esto puede repercutir negativamente en su autoestima.
“Antes de la pandemia habíamos establecido un plan de negocio para exportación, nos enfocamos en Colombia, queremos atacar ese mercado, ahorita lo vamos a comenzar a retomar nuevamente vamos a perfeccionarlo y ese es el plan, salir del país (…) aparte de que es un negocio, es bonito saber que le aportas algo a la gente, no sólo es vender por vender, le ayudamos a resolver un problema, incluso a las personas con cáncer que por las quimioterapias pierden su cabello, como es orgánico nuestro shampoo es ideal”, concluyeron.
Sus shampoos ayudan a la restauración capilar, aceleran el crecimiento, hidratan y disminuyen la caída desde la primera semana. Mientras que los jabones son contra barros y espinillas, aclarantes y exfoliantes, relajantes y antiarrugas, entre otros.