“¿Necesita ayuda?”. Si un desconocido te ofrece auxiliocuando intentas sacar dinero de un cajero automático, desconfía.Así comienza el tallado de tarjeta, uno de los fraudes financierosmás peligrosos para los poblanos. La Comisión Nacional para laProtección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros(Condusef) detecta cada día cinco víctimas de estos timos en laentidad federativa.
Son las 18:00 horas en una sucursal bancaria del CentroHistórico de Puebla. Un anciano intenta introducir su tarjeta dedébito en el cajero automático. No funciona, el plástico noentra. Prueba una vez más. Nada. De pronto, una señora se leacerca.
“¿La ha limpiado usted bien? A veces falla. Deje, yo leayudo”. Talla la tarjeta con su playera durante tres o cuatrosegundos y se la devuelve. “A ver, intente otra vez”.
Esta vez la tarjeta sí entra. El hombre teclea su clave pero elcajero marca error. Vuelve a teclear, de nuevo error. “A vecesasí pasa, se atora”, apunta un joven, que espera su turno asólo dos pasos, suficientemente cerca para ver toda la escena.“Mañana cuando abran la sucursal, diga que le ha estadofallando”.
Mañana, sin embargo, habrán desaparecido miles de pesos de sucuenta bancaria. Así se presenta el tallado de tarjeta. “Estetipo de fraudes se realiza en cajeros automáticos y la forma enque operan los delincuentes es en grupo”, advierte Rafael VallejoMinutti, representante en Puebla de la Condusef.
Los malhechores alteran la ranura del cajero automático dondese inserta la tarjeta. Cuando la víctima, generalmente un adultomayor, experimenta dificultades para introducir el plástico, unfalso samaritano se ofrece a limpiarla y tallarla. Con este gestocambia la tarjeta por otra similar.
Un segundo cómplice entra al cajero y mientras la personadefraudada trata de sacar de dinero con la falsa tarjeta observa elNIP tecleado. “Te dice que vuelvas a teclear pero el fulano yavio tu NIP”, alerta el funcionario federal.
Con la tarjeta y el NIP, los forajidos no encuentran ningúnobstáculo para vaciar la cuenta, efectuar compras e, incluso,contratar préstamos personales. La desconfianza hacia losdesconocidos parece la mejor garantía para evitar estosfraudes.
“Cuando vean que hay gente, dos o tres personas que intentanayudar, mejor agarren su tarjeta y váyanse, no acepten ayuda denadie que se las ofrezca, son defraudadores”, insiste VallejoMinutti. “En todo caso, vayan a cajeros en horas que lassucursales estén abiertas, donde los cajeros estén dentro de lassucursales. Si el cajero tiene una falla, acudan directamente conel gerente de la sucursal para que los apoye. No se dejen engañarpor terceras personas que no son de la institución”.
Estas estafas han ayudado a perpetuar la fama de los cajerosautomáticos como uno de los escenarios más inseguros. El 81.8 porciento de los poblanos considera estas instalaciones comopeligrosas para su integridad y el 77.1 por ciento posee la mismaopinión de los bancos, según la última Encuesta Nacional deSeguridad Pública Urbana (ENSU), hecha pública por el InstitutoNacional de Estadística y Geografía (Inegi). Sólo el transportepúblico, visto como inseguro por el 84.1 por ciento de loshabitantes de la capital del estado, supera estas cifras.
ALTERACIÓN DECHEQUES
La espera en el banco es también aprovechada por losdelincuentes para alterar cheques ajenos. Un falso samaritano, denuevo, se ofrece a cambiar el talón de otra persona. Así evitarála fila, argumenta. Una vez que obtiene el documento, cambiaalgunas partes, modificando el nombre del portador y aumentando elmonto a cobrar.
“Desgraciadamente mucha gente se desespera en la fila y loentrega, pero cuando se dan cuenta ya cambiaron el cheque y no espor 3 mil, es, a lo mejor, por 43 mil”, señala VallejoMinutti.
“Al portador” se convierte, por ejemplo, en “Aurora PuertaDoro” y los mil 200 pesos a cobrar se traducen en 200 milañadiendo tres ceros y cambiando el 1 por el símbolo “$”. Unavez que se retiran los 200 mil pesos de la cuenta, el defraudadorentrega sólo mil 200 pesos a la víctima y se despide.
“No hay que dar los cheques a nadie, hay que cuidar muy bientu chequera, mantenerla bajo llave, en resguardo, no dejarla en laguantera del coche”, aconseja el funcionario federal. “Cuandovayas al banco y te den tu chequera cuenta bien el número decheques para que no te vayan a sorprender”.
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