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A más de una semana de su desaparición, la familia de Oscar Sandoval, el taxista levantado el pasado 2 de enero en la Calzada Ignacio Zaragoza, continúa sin saber nada sobre su paradero.
Pese a las manifestaciones y la campaña de búsqueda que tanto familia como amigos han implementado a través de redes sociales, hasta hoy, se desconoce dónde podría encontrarse el trabajador del volante.
Aunque la mañana del pasado martes, la esposa de Oscar fue recibida por Juan Luis Galán Ruiz, director de la Agencia Estatal de Investigación, aseguró en entrevista para El Sol de Puebla, que al momento no le han dado mayor información al respecto.
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La cónyuge del ahora desaparecido, mencionó que, de acuerdo con testigos, durante la respuesta de las autoridades policiacas, se registraron hechos “extraños” ya que patrulleros iban siguiendo a la camioneta en la que se llevaron a su esposo, sin embargo, la perdieron de vista. No obstante, podría tratarse de la revisión que agentes policiacos, realizaron a una camioneta sospechosa en inmediaciones del Parque Puebla.
Aquel día, los ocupantes del vehículo que era inspeccionado, no fueron reconocidos por el taxista que resultó herido de bala durante el “levantón”. Lo anterior, aunado a que los oficiales no encontraron nada sospechoso, permitió que los ocupantes de la camioneta siguieran su camino.
Pese a que ya han pasado varios días desde que Oscar fue privado de su libertad, la familia del trabajador del volante no cesa en la búsqueda, manteniendo la esperanza de encontrarlo lo más pronto posible.
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En tanto, es de recordar que los hechos ocurrieron el pasado 2 de enero, cuando Oscar circulaba en su taxi de la Central Esmeralda, sobre la Calzada Ignacio Zaragoza poco antes de llegar al mercado del mismo nombre. Ahí, la víctima fue interceptada por una camioneta blanca de vidrios polarizados, de la cual descendieron varios sujetos con pistolas.
Tras golpear al taxista, los presuntos maleantes lo subieron a la camioneta para luego huir, no sin antes, disparar contra otro taxista que mientras era testigo de los hechos, hablaba por teléfono con un cliente, lo cual hizo pensar a los bandidos, que estaba pidiendo auxilio.
Lo anterior, movilizó a diversos cuerpos policiacos y de ayuda prehospitalaria, sin embargo, a su arribo, los responsables ya no se encontraban en el lugar. A pesar de que las autoridades montaron un operativo en la zona, no fue posible ubicar ni a la víctima, ni a los culpables.
