/ miércoles 5 de febrero de 2020

¡Acuerdo entre amigos! Modernización del transporte, beneficio de unos, calvario de muchos

Contrario a lo que muchos podrán pensar, y sin afán de defenderlos, para muchos de los transportistas el aumento al transporte público ha sido un calvario, pues los acuerdos para que esto se lograra sólo les han causado dolores de cabeza, además de un posible problema por venir.

Y es que a menos de diez días de que venza el plazo para la modernización del transporte, los encargados de esta actividad no hayan como resolver el problema en el que unos cuantos los metieron, así es unos cuantos, pues a las tan mencionadas reuniones en Casa Aguayo resulta ser que sólo acudieron los allegados al gobernador Miguel Barbosa y el grueso de los transportistas se quedó fuera, por lo que los beneficios y compromisos sólo fueron de algunos cuantos.

Que habrá conseguido este pequeño grupo es una incógnita, pero a los transportistas no les cayó nada bien, pues el simple hecho de conseguir unidades nuevas para la modernización de las mismas no se está logrando debido a que ni las mismas empresas dedicadas a proveerlos de las unidades cuentan con la capacidad para abastecer a todo el parque vehicular.

Aunado a ello, después de que se dio a conocer el descuento a los estudiantes, otro golpe a las finanzas de este grupo, el subsidio prometido por Guillermo Aréchiga y su secretaría era una incógnita para muchos pues no se tenía claridad de cómo, ni cuándo iba a llegar, una vez que por fin se dio, tampoco sirvió de gran ayuda para cumplir con el trámite, pues en comparación a lo que se les redujo la cuota y el millón de pesos que deben pagar por unidad nueva, este dinero simplemente serviría para que el gobierno del estado se parara el cuello afirmando que cumple y para justificar el pago del reemplacamiento según una declaración de Barbosa Huerta durante una mesa de debate con periodistas.

No dejemos de lado también que los representantes del transporte público tienen que acudir constantemente a la Secretaría de Movilidad para realizar diversos trámites, aunque como “consuelo” la dependencia hizo una rebaja a los documentos que los choferes deben portar durante sus jornadas de trabajo.

Sin duda la modernización del transporte público en Puebla es necesaria, pero también es una misión imposible que dificlmente se logrará, pues incluso la colocación de los sistemas de vigilancia no son de lo más barato que exista en el mercado, lo prudente será tomar decisiones oportunas que beneficien a todos y no sólo a unos cuantos ya que a como se mira el panorama, si tras el vencimiento del plazo se comienza el retiro de las unidades, señoras y señores preparen aunque sea su bicicleta pues seguro la ciudad se quedará sin muchas rutas del transporte público y quién sabe por cuánto tiempo.

***

Las enseñanzas del presidente de la república han quedado muy claras para sus discípulos y para muestra está el gobernador de Puebla, pues si no estás en sus equipos o no estás con ellos, simplemente estás contra ellos y como enemigo te tratarán.

El primer caso que se dio o por lo menos el primero mediático fue el del rector de la BUAP, Alfonso Esparza Ortiz, quien debido a que en campaña marcó su distancia con Luis Miguel Barbosa, cuando este llegó al poder descargó su furia en la Auditoría Superior del Estado, misma que arrancó una cacería sin piedad sobre la universidad, al grado que la máxima casa de estudios tuvo que realizar diversas acciones para defender su autonomía y evitar la intromisión del organismo en la vida interna de la universidad.

Los dos casos más recientes donde queda al descubierto el operar de Barbosa Huerta, son el de Fernando Manzanilla y Julio Glockner, el primero después de que renunció a la Secretaría de Gobernación, con toda la libertad que debería tener, comenzó su promoción en medios para lo que evidentemente es su sueño por llegar a la alcaldía de Puebla en 2021, hecho que al gobernador no le gustó pues su gallo es Gabriel Biestro, aunado a que llegó a hacer énfasis en que estado de salud del mandatario no es el más óptimo, por lo que también le lanzó una auditoria para su gestión en otras administraciones y en la que hace unas semanas dejó.

Finalmente el caso de Glockner no surgió como una revisión a las cuentas públicas de su dependencia, sino que debido a que el funcionario parece estar en contra de la colocación de la Estrella de Puebla en la zona de San Francisco, simplemente recibió el mensaje de que “si no le gustan los comentarios del gobernador renuncie”.

No cabe duda que parecíamos estar mejor cuando estábamos peor, o al menos eso piensan algunos (muchos) conforme más tiempo pasa de la 4T en el poder.

Para comentarios, quejas y/o sugerencias los leo en el correo luisgpmeza@gmail.com o en mi twitter @memop_meza.

Contrario a lo que muchos podrán pensar, y sin afán de defenderlos, para muchos de los transportistas el aumento al transporte público ha sido un calvario, pues los acuerdos para que esto se lograra sólo les han causado dolores de cabeza, además de un posible problema por venir.

Y es que a menos de diez días de que venza el plazo para la modernización del transporte, los encargados de esta actividad no hayan como resolver el problema en el que unos cuantos los metieron, así es unos cuantos, pues a las tan mencionadas reuniones en Casa Aguayo resulta ser que sólo acudieron los allegados al gobernador Miguel Barbosa y el grueso de los transportistas se quedó fuera, por lo que los beneficios y compromisos sólo fueron de algunos cuantos.

Que habrá conseguido este pequeño grupo es una incógnita, pero a los transportistas no les cayó nada bien, pues el simple hecho de conseguir unidades nuevas para la modernización de las mismas no se está logrando debido a que ni las mismas empresas dedicadas a proveerlos de las unidades cuentan con la capacidad para abastecer a todo el parque vehicular.

Aunado a ello, después de que se dio a conocer el descuento a los estudiantes, otro golpe a las finanzas de este grupo, el subsidio prometido por Guillermo Aréchiga y su secretaría era una incógnita para muchos pues no se tenía claridad de cómo, ni cuándo iba a llegar, una vez que por fin se dio, tampoco sirvió de gran ayuda para cumplir con el trámite, pues en comparación a lo que se les redujo la cuota y el millón de pesos que deben pagar por unidad nueva, este dinero simplemente serviría para que el gobierno del estado se parara el cuello afirmando que cumple y para justificar el pago del reemplacamiento según una declaración de Barbosa Huerta durante una mesa de debate con periodistas.

No dejemos de lado también que los representantes del transporte público tienen que acudir constantemente a la Secretaría de Movilidad para realizar diversos trámites, aunque como “consuelo” la dependencia hizo una rebaja a los documentos que los choferes deben portar durante sus jornadas de trabajo.

Sin duda la modernización del transporte público en Puebla es necesaria, pero también es una misión imposible que dificlmente se logrará, pues incluso la colocación de los sistemas de vigilancia no son de lo más barato que exista en el mercado, lo prudente será tomar decisiones oportunas que beneficien a todos y no sólo a unos cuantos ya que a como se mira el panorama, si tras el vencimiento del plazo se comienza el retiro de las unidades, señoras y señores preparen aunque sea su bicicleta pues seguro la ciudad se quedará sin muchas rutas del transporte público y quién sabe por cuánto tiempo.

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Las enseñanzas del presidente de la república han quedado muy claras para sus discípulos y para muestra está el gobernador de Puebla, pues si no estás en sus equipos o no estás con ellos, simplemente estás contra ellos y como enemigo te tratarán.

El primer caso que se dio o por lo menos el primero mediático fue el del rector de la BUAP, Alfonso Esparza Ortiz, quien debido a que en campaña marcó su distancia con Luis Miguel Barbosa, cuando este llegó al poder descargó su furia en la Auditoría Superior del Estado, misma que arrancó una cacería sin piedad sobre la universidad, al grado que la máxima casa de estudios tuvo que realizar diversas acciones para defender su autonomía y evitar la intromisión del organismo en la vida interna de la universidad.

Los dos casos más recientes donde queda al descubierto el operar de Barbosa Huerta, son el de Fernando Manzanilla y Julio Glockner, el primero después de que renunció a la Secretaría de Gobernación, con toda la libertad que debería tener, comenzó su promoción en medios para lo que evidentemente es su sueño por llegar a la alcaldía de Puebla en 2021, hecho que al gobernador no le gustó pues su gallo es Gabriel Biestro, aunado a que llegó a hacer énfasis en que estado de salud del mandatario no es el más óptimo, por lo que también le lanzó una auditoria para su gestión en otras administraciones y en la que hace unas semanas dejó.

Finalmente el caso de Glockner no surgió como una revisión a las cuentas públicas de su dependencia, sino que debido a que el funcionario parece estar en contra de la colocación de la Estrella de Puebla en la zona de San Francisco, simplemente recibió el mensaje de que “si no le gustan los comentarios del gobernador renuncie”.

No cabe duda que parecíamos estar mejor cuando estábamos peor, o al menos eso piensan algunos (muchos) conforme más tiempo pasa de la 4T en el poder.

Para comentarios, quejas y/o sugerencias los leo en el correo luisgpmeza@gmail.com o en mi twitter @memop_meza.