/ domingo 9 de junio de 2019

Aunque ganando, retrocede la gansomanía

“No desearía a nadie ser yo. Sólo yo soy capaz de soportarme a mí mismo. Saber tanto, haber visto tanto y, decir nada acerca de nada.”

Robert Walser

Derivado del domingo 2 de junio, en Puebla, hubo una nota no publicada.

Los indicadores de las encuestadoras daban el triunfo a Luis Miguel Barbosa (LMB), mínimo por 30 puntos, salvo la publicada por El Financiero; dijo que ganaba por un margen de 16%. Fue sorpresa a partir de un inesperado repunte del Dr. Enrique Cárdenas Sánchez (ECS) en sólo dos semanas. Por su parte el Dr. Alberto Jiménez Merino (AJM) aparecía muy lejos.

Cárdenas dio un giro. Lo que pareció una estrategia equivocada desde el inicio, que no se veían acciones inteligentes ni fuerza, tampoco presencia de las estructuras, al grado que el chiste de unos era que sólo había un candidato, Barbosa; quien decía que él sí juntaba a miles en cada evento y Cárdenas a nadie o muy pocos. Pero, algo pasó, se movió sorpresivamente y levantó ánimos.

En el debate oficial, Barbosa acusó a Cárdenas de no hacer campaña; había la sensación de una inevitable pérdida abrumadora. La campaña de ECS estuvo un mes en el área metropolitana y zonas conurbanas, no tuvo actos masivos sostenidos; Barbosa sí.

Yo mismo sostuve que algo no estaba bien en el PAN (lo sostengo). Los partidos aliados tampoco habían hecho todo lo que podían. Pero, algo pasó, hubo un despertar; no obstante, se cristalizó el canto de victoria de Barbosa.

Pese a que los datos han sido publicados, retomo los números del PREP. LMB por (MORENA, PT, VERDE) sacó 682,245 votos (44.67%); ECS por (PAN, PRD, MC) obtuvo 507,492 votos (33.23%); AJM logró 281,874 votos (18.45%), del total de los sufragios. Resultado, LMB le ganó a ECS por 173,777 votos, es decir, por el 11.44%. No el 16% de El Financiero, ni los 30 y más que decían los demás.

En comparación con todo lo cacareado fue poco. Y si especulamos con el “hubiera”; parece ser que si la campaña hubiera demorado dos a tres semanas más, Cárdenas podría haber ganado. ¿Por qué?

Factores dados: Barbosa fue Jefe del PRD en Puebla, “era conocido”; Barbosa fue Senador, fue Presidente de la Mesa Directiva, “era conocido”; fue aliado relevante, incluso determinante en la operación política a favor de Rafael Moreno Valle Rosas, por lo que “era conocido”; es mediático hasta por el asunto de su enfermedad; fue el coordinador de la campaña de AMLO en Puebla, “conocido”; fue candidato contra Martha Érika de Moreno Valle; por lo que en esa campaña volvió a recorrer el estado, “conocido”.

Adicional a ello, se habla del apoyo e influencia, incluso de presiones por parte de funcionarios del gobierno del estado a favor de Barbosa. Y, como si fuera poco, tenía el aval y ecos del presidente con los programas federales. También el apoyo de los gordillistas que perdieron la capital (uff, pobres) y exgobernadores hasta el tuétano. Tuvo mayor presencia en los medios y más recursos, mucho más, que Cárdenas. Así, con todo a su favor ganó por 11.44%.

Desde mi visión, aunque ganando, la gansomanía retrocedió, fue un triunfo raquítico. Agréguele que sólo hubo una participación electoral del 33.41% del padrón. Barbosa va a gobernar con el voto de sólo el 15% de los poblanos. Como cereza del pastel, el PAN le ganó a MORENA.

Le pregunto; ¿cómo se sentiría usted si hace una propuesta ante 100 personas, sólo 15 le dicen sí luego de haber hablado, una vez, otra, y otra vez. Yo me sentiría frustrado y muy, muy preocupado.

Va a haber mucha presión y no dudo que haya revanchas políticas. ¡Qué miedo!

Pero, en fin. Son derivaciones del gansoismo o gansismo que camina hacia la gansopatía. ¡Esto sigue!

*Consultor y Asesor en Comunicación Política y Organizacional; jdelrsf@gmail.com; twiter: @jdelrsf

“No desearía a nadie ser yo. Sólo yo soy capaz de soportarme a mí mismo. Saber tanto, haber visto tanto y, decir nada acerca de nada.”

Robert Walser

Derivado del domingo 2 de junio, en Puebla, hubo una nota no publicada.

Los indicadores de las encuestadoras daban el triunfo a Luis Miguel Barbosa (LMB), mínimo por 30 puntos, salvo la publicada por El Financiero; dijo que ganaba por un margen de 16%. Fue sorpresa a partir de un inesperado repunte del Dr. Enrique Cárdenas Sánchez (ECS) en sólo dos semanas. Por su parte el Dr. Alberto Jiménez Merino (AJM) aparecía muy lejos.

Cárdenas dio un giro. Lo que pareció una estrategia equivocada desde el inicio, que no se veían acciones inteligentes ni fuerza, tampoco presencia de las estructuras, al grado que el chiste de unos era que sólo había un candidato, Barbosa; quien decía que él sí juntaba a miles en cada evento y Cárdenas a nadie o muy pocos. Pero, algo pasó, se movió sorpresivamente y levantó ánimos.

En el debate oficial, Barbosa acusó a Cárdenas de no hacer campaña; había la sensación de una inevitable pérdida abrumadora. La campaña de ECS estuvo un mes en el área metropolitana y zonas conurbanas, no tuvo actos masivos sostenidos; Barbosa sí.

Yo mismo sostuve que algo no estaba bien en el PAN (lo sostengo). Los partidos aliados tampoco habían hecho todo lo que podían. Pero, algo pasó, hubo un despertar; no obstante, se cristalizó el canto de victoria de Barbosa.

Pese a que los datos han sido publicados, retomo los números del PREP. LMB por (MORENA, PT, VERDE) sacó 682,245 votos (44.67%); ECS por (PAN, PRD, MC) obtuvo 507,492 votos (33.23%); AJM logró 281,874 votos (18.45%), del total de los sufragios. Resultado, LMB le ganó a ECS por 173,777 votos, es decir, por el 11.44%. No el 16% de El Financiero, ni los 30 y más que decían los demás.

En comparación con todo lo cacareado fue poco. Y si especulamos con el “hubiera”; parece ser que si la campaña hubiera demorado dos a tres semanas más, Cárdenas podría haber ganado. ¿Por qué?

Factores dados: Barbosa fue Jefe del PRD en Puebla, “era conocido”; Barbosa fue Senador, fue Presidente de la Mesa Directiva, “era conocido”; fue aliado relevante, incluso determinante en la operación política a favor de Rafael Moreno Valle Rosas, por lo que “era conocido”; es mediático hasta por el asunto de su enfermedad; fue el coordinador de la campaña de AMLO en Puebla, “conocido”; fue candidato contra Martha Érika de Moreno Valle; por lo que en esa campaña volvió a recorrer el estado, “conocido”.

Adicional a ello, se habla del apoyo e influencia, incluso de presiones por parte de funcionarios del gobierno del estado a favor de Barbosa. Y, como si fuera poco, tenía el aval y ecos del presidente con los programas federales. También el apoyo de los gordillistas que perdieron la capital (uff, pobres) y exgobernadores hasta el tuétano. Tuvo mayor presencia en los medios y más recursos, mucho más, que Cárdenas. Así, con todo a su favor ganó por 11.44%.

Desde mi visión, aunque ganando, la gansomanía retrocedió, fue un triunfo raquítico. Agréguele que sólo hubo una participación electoral del 33.41% del padrón. Barbosa va a gobernar con el voto de sólo el 15% de los poblanos. Como cereza del pastel, el PAN le ganó a MORENA.

Le pregunto; ¿cómo se sentiría usted si hace una propuesta ante 100 personas, sólo 15 le dicen sí luego de haber hablado, una vez, otra, y otra vez. Yo me sentiría frustrado y muy, muy preocupado.

Va a haber mucha presión y no dudo que haya revanchas políticas. ¡Qué miedo!

Pero, en fin. Son derivaciones del gansoismo o gansismo que camina hacia la gansopatía. ¡Esto sigue!

*Consultor y Asesor en Comunicación Política y Organizacional; jdelrsf@gmail.com; twiter: @jdelrsf