La democracia requiere de partidos políticos fuertes y cuando no los hay, las figuras de las alianzas y de las coaliciones son una vía para el contrapeso al poder; otra, es la creación de un solo partido político de oposición para buscar la alternancia, tal como ocurre en los modelos parlamentarios.
A poco más de 100 años de la creación de los primeros partidos políticos en México, su democracia aún es un modelo democrático muy joven, que se equivoca, se arriesga y se aventura a lo desconocido, pero que se reconfigura y evoluciona rápidamente como un ser vivo.
Ese es precisamente el fenómeno que estamos presenciando en primera fila con el arribo de Morena al poder -un partido de reciente creación- y la conformación del Frente Amplio por México, al que se han sumado los tres partidos políticos más grandes del país (PAN-PRI-PRD).
Por ello, en la antesala de la elección de 2024 la postulación de Xóchitl Gálvez en alianza por los partidos tradicionales, representa un logro para la democracia mexicana y curiosamente, ésta pudiera atribuírsele al presidente Andrés Manuel López Obrador que, en lugar de unidad generó división entre mexicanos a través de discursos de odio lanzados desde las mañaneras a largo de cinco años que lleva de gobierno.
La oposición que deberá enfrentar al aparato del Estado en las urnas -con muy probablemente Claudia Sheinbaum como candidata-, sabe a lo que va, porque fueron ellos quienes crearon todas esas prácticas de “mapachería” y las patentaron durante décadas…
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El pasado fin de semana destaparon a la priista, presidenta municipal de Xicotepec, Lupita Vargas, como aspirante a la candidatura por la diputación local, en el distrito 01. El destape le tocó hacerlo a Carlos Martínez Amador, dirigente del PRD en el estado.
La vida da vueltas y en la política no es la excepción. En el año 2012, Lupita Vargas y Carlos Martínez fueron contrincantes políticos, ambos buscaban la diputación federal, la primera por el PRI y el segundo por la alianza exmorenovallista. La priista barrió al ahora perredista.
Los tres dirigentes estatales, Néstor Camarillo Medina del PRI, Augusta Díaz de Rivera del PAN y Carlos Martínez Amador del PRD, dijeron rechazar las imposiciones de candidatos en los municipios.
Cabe recordar que, en el año 2004, Carlos Martínez fue impuesto como candidato del PRI a la presidencia municipal de Huauchinango, por el ex secretario de desarrollo Social, Alberto Amador Leal, tío del dirigente perredista.
En el año 2010, el PAN dejó que le impusieran como candidato a la presidencia de Huauchinango al expriista, Omar Martínez Amador – hermano de Carlos-.
En el año 2018, la operación de la familia política Amador impuso a un tercer hermano, Isaac Martínez Amador, a la presidencia municipal de Huauchinango, por la Alianza “Va por Puebla”. Perdió.
E el año 2021, fue el mismo dirigente perredista quien impuso a su hija, Carla Martínez, a la diputación federal por el distrito de Huauchinango, en ese momento representando a la alianza Va por México”. Perdió.
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