Parece que alguno de los aspirantes de Morena al gobierno del estado decidió que sería buena idea aprovechar la asistencia de casi tres mil personas al festejo por el Día del Maestro que organizó el SNTE 51 en el Salón Country la tarde del lunes para mandar una empresa encuestadora a hacer una medición.
Poco antes de que terminara la comida en ese salón social de la colonia San Manuel, un grupo de encuestadores se apersonó en los accesos del inmueble para entregar un volante de más o menos 10 por 15 centímetros que llevaba impresa la indicación de escanear el código QR para participar en el sondeo.
El papel portaba el membrete de la empresa Demoscopia Digital y tenía una sola pregunta, que los interesados podían responder si ingresaban a la encuesta digital: “¿Quién te gustaría que fuera el próximo candidato(a) a Gobernador(a) de Morena?” Debajo del cuestionamiento venían impresas las fotografías de solo tres aspirantes: Alejandro Armenta Mier, Olivia Salomón Vibaldo e Ignacio Mier Velazco.
Algunos profesores pensaron que se trataba de propaganda a favor de uno de estos tres suspirantes, pero no, al ingresar mediante el código aparecía la lista completa, con las siguientes opciones: Olivia Salomón, Alejandro Armenta, Ignacio Mier, Gabriel Biestro, Melitón Lozano, Claudia Rivera y Rodrigo Abdala.
También existía la posibilidad de votar por la opción “Otro” y “Aún no sé”.
Debajo se incluía otra pregunta:
“Si hoy fueran las elecciones y Claudia Sheinbaum fuera la candidata de Morena para presidenta de México, ¿Usted votaría por ella”.
Curioso que la empresa encuestadora, que tiene sus oficinas centrales en Monterrey, Nuevo León, haya ignorado a Julio Huerta Gómez, y que en el caso de la contienda presidencial solo esté interesada en medir a la jefa de Gobierno de la capital del país.
Enterados del hecho, en los cuartos de guerra de los aspirantes del partido en el poder se preguntaron si el recién encumbrado dirigente sindical, Alfredo Gómez Palacios, habría tenido algo que ver, si los encuestadores se habían lanzado por la libre a hacer su trabajo.
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Eduardo Rivera Pérez fue muy suave al reprobar la actuación de los aspirantes a puestos de elección popular, principalmente de Morena, que han emprendido campañas a través de bardas y anuncios espectaculares para promocionar su imagen, pero lo hizo, desaprobó el hecho y hasta dijo que ordenará a las áreas correspondientes a su cargo en el ayuntamiento de Puebla sancionar a los responsables.
“Es un descaro”, dijo el presidente municipal y aspirante a gobernador, que no nos tiene acostumbrados a expresar frases estridentes, pero que justo por eso llamó la atención este martes, al condenar el uso indiscriminado de las pintas y pedir a los ciudadanos, potenciales electores, que recuerden ese acontecimiento en el futuro para actuar en consecuencia:
“Que los ciudadanos opinen, que los ciudadanos registren de aquellos que quieren ocupar una responsabilidad política, en su caso, en un futuro, cómo se comportan desde ahorita y si vale la pena otorgarles o no la confianza a aquellos que no saben respetar lo que es de todos los poblanos y poblanas, que es el mobiliario urbano”, manifestó.
No se atrevió a poner nombres, pero todos sabemos de quiénes hablaba.
Ese es el Eduardo Rivera que, en su calidad de precandidato a gobernador, los panistas y en general los opositores al partido en el poder desean ver y oír más seguido.
A ver si ya lo hace o se vuelve a guardar en su zona de confort.
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A propósito del PAN, Morena y la sucesión.
El coordinador de los diputados locales del blanquiazul, Rafael Micalco Méndez, le ha enviado un mensaje a Julio Huerta, uno que tenía que llegar, tarde temprano, dada la variedad de funciones del servidor público estatal: que defina si es secretario de Gobernación, responsable de la campaña de Sheinbaum o aspirante a la gubernatura.
La presión para el primo del extinto Miguel Barbosa apenas comienza.
Lo bueno, para la causa que abandera, es que la oposición ha comenzado a tomarlo en serio.
