Interesante ejercicio de medición de preferencia electoral el que hizo la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), y que presentó ayer de manera pública.
Estudiantes de la Facultad de Mercadotecnia de esa institución hicieron una encuesta entre alumnos de universidades públicas y privadas de la entidad para saber cómo está la intención de voto de los candidatos presidenciales.
Y encontraron datos muy reveladores.
Resulta que 40 por ciento de los universitarios poblanos pretende votar por Andrés Manuel López Obrador, de la coalición Juntos Haremos Historia. Le siguen Ricardo Anaya Cortés, de Por México al Frente, con una preferencia de 34.2 por ciento y, muy por debajo, José Antonio Meade Kuribreña, del PRI, con apenas 10 por ciento de la intención de voto.
Lo interesante es que no en todos lados triunfa López Obrador.
Según este estudio, el abanderado de Morena gana en las instituciones de carácter público, pero Anaya lo hace en las privadas.
La diferencia es notable si se pregunta por el miedo a un probable gobierno de López Obrador.
El dato global revela que un 37 por ciento de los universitarios sí le teme, por factores asociados al socialismo, y un 63 por ciento, no.
Otra vez, el temor al “Peje” sobresale en las instituciones privadas, no así en las públicas.
La encuesta fue realizada del 3 al 8 de mayo con una muestra de mil 607 personas.
Muy interesante y bueno el estudio de los muchachos de la UPAEP.
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En un movimiento en solitario que se prevé imposible por el razonamiento inflexible de los consejeros electorales, el PRI pretende cambiar el formato del debate de candidatos a la gubernatura, para pasar de la exposición insípida y acartonada a un intercambio de propuestas y opiniones, más productivo para los ciudadanos.
Eso es lo que ha sostenido y mantiene en perspectiva el coordinador de campaña de Enrique Doger Guerrero, Germán Sierra Sánchez.
La gente del abanderado priista pretende un debate que se asemeje a los organizados por el Instituto Nacional Electoral para los aspirantes presidenciales, donde haya mucha más interacción y los abanderados puedan cuestionarse entre sí, sin temor al cierre del micrófono o a la sanción por parte de la autoridad electoral.
Además de eso, desean que sean varios debates, no solo uno.
“Vamos a insistir en el último momento y ante todos los medios dentro de la ley y en el debate público para que el IEE modifique el formato y haya más de un debate”, expuso Sierra Sánchez.
Buenas ideas que no tendrán igual destino.
Los integrantes del consejo general del IEE, o la mayoría de los integrantes, van a querer dejar las cosas como están: con un solo debate y en un formato acartonado y rígido.
Porque así se les ha ordenado.
Así que señor coordinador de Doger, ya ni se desgaste.
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Ojo con Michel Chaín, el candidato a gobernador del Partido Verde.
Para el exfuncionario estatal, el frustrado encuentro con candidatos que tendría como sede la Universidad Iberoamericana tenía el único propósito de servir de pasarela a los organizadores para tomarse la foto y no sería, de ninguna manera, una verdadera reunión de trabajo.
Así lo dijo en conferencia de prensa:
“De hecho podemos darle un seguimiento puntual a esta interlocución que hemos tenido, porque no es nada más sentarte con las cámaras, con las universidades, para tomarte la foto, es que de verdad sea una reunión de trabajo”.
Declinó ir al encuentro y ahora descalifica a los organizadores.
¿Qué pensarán de ello en el Consejo Coordinador Empresarial, el Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia y en las universidades privadas convocantes al encuentro?
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