Si se cuenta usted entre los ciudadanos participativos y responsables que se encuentran a la espera de un debate de candidatos a la presidencia municipal de Puebla, prepárese para recibir dos noticias. Como siempre, una buena y una mala.
La buena es que ya hay fecha, por lo menos tentativa, para el encuentro.
Si el Consejo Municipal Electoral acepta, el encuentro entre aspirantes a la alcaldía de Puebla podría llevarse a cabo el viernes 22 de junio -sí, aunque sea en plena efervescencia mundialista-, a una semana de distancia de la celebración de los comicios.
La mala noticia es que ese debate contaría solo con la presencia de tres de los siete candidatos.
Tanto Claudia Rivera Vivanco, de Morena, como Paola Migoya Velázquez, del Verde, y Guillermo Deloya Cobián, del PRI, son los únicos abanderados que han mostrado verdadero interés por la realización de ese encuentro.
Y justo ellos han firmado una minuta para pedirle al Consejo Municipal que se lleve a cabo el 22, sin importar si los demás candidatos se niegan a asistir.
En efecto, como usted ya imaginó, parece que Eduardo Rivera Pérez, del PAN, sigue dándole vueltas al asunto y rechazando debatir.
Esos son los señalamientos que han hecho sus oponentes.
En respuesta, Pablo Montiel ha dicho que no es así, que su candidato, Rivera Pérez, sí quiere debatir.
El problema es que los representantes de los abanderados no se ponen de acuerdo y el tiempo se agota.
Si hay tres que han hecho una solicitud formal a los consejeros electorales, adelante, que se debata con quienes confirmen y lleguen.
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Desde su modesta posición política en el tablero electoral, la candidata del partido Nueva Alianza a la alcaldía de Puebla sigue dando de qué hablar.
Ernestina García Chávez fue quien acusó a los dirigentes del partido por haberla abandonado en la contienda electoral.
En una entrevista que le hizo El Sol de Puebla la abanderada del “Panal” dijo que Emilio Salgado Néstor y compañía no le habían brindado hasta entonces ningún apoyo en recursos humanos ni económicos para contender por la presidencia municipal de Puebla.
Ayer volvió a sorprender al respetable.
García Chávez ofreció una conferencia de prensa para anunciar que apoya las aspiraciones presidenciales de Andrés Manuel López Obrador, candidato de Morena, y que no votará por ninguno de los cuatro candidatos al gobierno del estado que se encuentran en la pelea.
Así lo dijo:
“Voy a apoyar a Andrés Manuel López Obrador porque es un gran ser humano, que realmente ha demostrado apoyar a las mujeres indígenas, es algo que ningún gobierno ha volteado a ver”.
¿Qué le parece?
Parece que, ahora sí, Salgado Néstor recibirá un par de jalones de orejas.
Uno de la Ciudad de México porque, en teoría, Nueva Alianza está con José Antonio Meade en la carrera presidencial.
Otro, de Puebla, donde ese instituto político va en alianza informal con Martha Erika Alonso Hidalgo.
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Empresarios y académicos consultados por este diario hicieron una condena casi unánime al debate de candidatos a la gubernatura que se realizó la noche del lunes.
En lo que coinciden personajes como Carlos Montiel, presidente del Consejo Coordinador Empresarial; Claudia Ramón Pérez, investigadora de Ciencias Políticas de la UPAEP; y José Antonio Quintana Gómez, de Coparmex, es en que el formato del encuentro no permitió conocer a fondo las propuestas de los aspirantes.
Hubo ataques y descalificaciones, sí, pero no exposiciones que indicaran los “qué” y los “cómo” de los abanderados a casa Puebla, indicaron.
“Me parece que en tan poco tiempo y en una agenda tan amplia y en temas tan amplios es difícil profundizar y tratar de concretar por parte de los candidatos cómo resolver o cómo llegar a esas buenas intenciones que se mencionan en un debate”, expuso el líder del CCE.
Ahí está una ambiciosa tarea para el Instituto Electoral del Estado, que se conformó con lo menos.
