La fuga de gas que llevó a la evacuación de casi dos mil familias en la Unidad habitacional Villa Frontera y zonas aledañas obliga a investigar qué tan peligroso es vivir en la zona y cuántas familias padecen riesgo latente por la enorme red de distribución que tiene Pemex en el norte de la ciudad.
Por supuesto, el problema no son del todo las redes subterráneas, sino el incremento exponencial del huachicol, ahora trasladado también al robo de gas, así como la irresponsabilidad de algunas personas por asentar sus viviendas en zonas prohibidas, a escasos metros o centímetros de las tomas de combustible.
El trabajo de investigación se hizo.
Este día el trabajo de la reportera Karen Meza comienza así:
“En amenaza de una fuga de gas o explosión por los combustibles están al menos 52 colonias de cinco juntas auxiliares de la zona norte de la ciudad de Puebla que circunscriben con ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Los focos rojos están marcados en las juntas auxiliares de San Jerónimo Caleras, San Sebastián de Aparicio, Santa María Xonacatepec, San Pablo Xochimehuacán y un pequeña parte de la Resurrección”.
El problema es mayúsculo y hay que atenderlo.
La bomba de tiempo que representa esa zona lo requiere.
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El proceso jurídico que sigue el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sobre el conflicto poselectoral de Puebla sigue su curso, por lo menos el relacionado con la impugnación de Luis Miguel Barbosa y Morena, el cual buscaba un nuevo conteo de los votos realizados el pasado 1 de julio.
Tal como lo ordenaron los magistrados federales, en la madrugada de este lunes se realizó el traslado de la paquetería electoral de la contienda de la gubernatura a las salas regionales de la Ciudad de México y Toluca.
En esas sedes del Tribunal Federal se realizará el recuento de votos, que, según se prevé, estará terminado el viernes de esta misma semana.
Una vez concluido se sabrá si el resultado vuelve a dar como ganadora a Martha Erika Alonso Hidalgo, de Por Puebla al Frente, o si le da la vuelta para poner como triunfador a Barbosa Huerta, de la coalición Juntos Haremos Historia, o si en una de esas se halle una importante cantidad de irregularidades que obliguen a anular los comicios.
Por supuesto, como se ha dicho ya y como argumentan los seguidores de Morena, PT y PES, falta un segundo recurso de impugnación.
Después del recuento vendrá el análisis de la demanda de nulidad.
Claro, una vez que el Tribunal Electoral del Estado emita el fallo que ha estado retrasando de manera sospechosa.
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Genoveva Huerta Villegas ya es candidata formal a la presidencia del Comité Directivo Estatal del PAN.
Después de que fuese la gobernadora electa, Martha Erika Alonso, quien la “destapara” en redes sociales como aspirante a suceder a Jesús Giles Carmona, quien se encuentra en los últimos meses de su gestión, la exdiputada federal entregó su carta de intención en la dirigencia estatal del blanquiazul.
Lo interesante es que Huerta Villegas se hizo acompañar de dos importantes personajes al momento de acudir a la sede de su partido.
Salvador Escobedo Zoletto y Jorge Aguilar Chedraui acompañaron a la candidata.
El primero, en calidad de aspirante a secretario general, es decir, como mancuerna de la exlegisladora; el segundo, en calidad de coordinador de campaña.
Ahora será la Comisión Organizadora para la elección de presidente/a y miembros del Comité Directivo Estatal la que decidirá si aprueba o no la solicitud de Genoveva, la cual seguramente será afirmativa.
La elección se realizará el 11 de noviembre y aún falta por ver si algún despistado decide inscribirse para “competir”.
