Una maratónica sesión de más de cinco horas dio por terminado el conflicto poselectoral que derivó de la contienda por la gubernatura de Puebla.
Por fin el sábado, los magistrados integrantes de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación se sentaron para resolver la impugnación presentada por los partidos políticos que postularon a Luis Miguel Barbosa Huerta en el pasado proceso electoral.
Lo que ocurrió en el Pleno ya es conocido:
Tres magistrados se pronunciaron por la anulación de los comicios y cuatro, entre ellos la presidenta, Janine Otálora, por la ratificación de los resultados obtenidos el 1 de julio.
Así, por mayoría, Martha Erika Alonso Hidalgo conservó el título de gobernadora electa y en unos días más, el viernes para ser precisos, se convertirá oficialmente en la primera mandataria mujer del estado.
Lo que sigue es tratar de darle la vuelta a la hoja, sanar las heridas políticas y sociales que quedaron tras la división de dos bloques: el morenovallista y el morenista y trabajar gobierno y sociedad de la mano para sacar adelante a la entidad.
Inseguridad, pobreza, desigualdad…, muchos son los problemas que atraviesan los poblanos como para quedarse atorados en el conflicto que legalmente concluyó en los primeros minutos del domingo.
La próxima gobernadora tendrá que emplear todos sus recursos políticos para sanar las heridas y enfrentará el reto de cohabitar con un Congreso del Estado opositor, con adversarios que estarán obligados a olvidar también las rencillas electorales para atender los temas legislativos que interesan a los poblanos.
Una nueva etapa está por comenzar.
Y queremos que a todos los habitantes del estado, poblanos por nacimiento y poblanos por adopción, nos vaya bien.
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Ahora que se ha definido quién gobernará al estado durante los próximos seis años, se acabaron los argumentos que establecían la falta de certidumbre como factor de fenómenos como la desbordada inseguridad pública.
Es uno de los aspectos positivos que deja el fallo de la autoridad electoral.
Con titular del Poder Ejecutivo ya clarificado se espera, y desea, que los gobiernos municipales que andaban un poco desorientados por fin den buenos resultados en materia de prevención de delitos.
A la Fiscalía General del Estado y al Poder Judicial les toca detener y castigar a los delincuentes, pero por vía de mientras hay que empezar por la prevención.
Es justo y necesario.