El secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) del gobierno federal, Román Meyer Falcón, estuvo en Puebla acompañado de otros servidores públicos de la administración lopezobradorista para presentar un balance de los resultados obtenidos en los trabajos de reconstrucción postsismo de 2017 y confirmó las acusaciones vertidas por el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta.
No habló de las indagatorias que ha abierto la administración estatal porque esas se conducen en otra ruta, pero confirmó que hay presunción de irregularidades y que estas se investigan en el gobierno federal de manera paralela a lo que hace la gestión de Barbosa.
Meyer Falcón dijo que en Puebla hay tres auditorías por aparente malversación de recursos públicos en el proceso de reconstrucción relacionado con el terremoto del 19 de septiembre de 2017.
“Estas tres auditorías están en proceso. Una va en relación al padrón, otra va en relación al tema de las entregas de tarjetas y la otra corresponde a las inconsistencias en el proceso de gestión de esos recursos. Son auditorías que ya están, siguen abiertas, que no han concluido y nosotros estamos colaborando como Secretaría”, expuso.
Lo que no informó fueron los nombres de los implicados en las presuntas irregularidades.
La única certeza que pueden tener los poblanos hasta ahora es que hubo un mal uso del dinero público destinado para una causa noble.
¿Sabremos algún día quiénes fueron los funcionarios corruptos?
Eso esperamos.
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¿Pleito con el gobernador Luis Miguel Barbosa?, para nada.
¿Diferencias personales o políticas con el mandatario del estado?, tampoco.
Eso es lo que respondió la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, después de ser cuestionada sobre el contenido del mensaje de Barbosa subido a redes sociales la madrugada del 16 de septiembre, que muestra a los dos gobernantes en pleno acto de camaradería.
No hay ni distanciamiento ni proceso de reconciliación, afirmó Rivera Vivanco.
El tuit aludió sí a un rompimiento entre las administraciones estatal y municipal, subrayó la edil, pero a las del pasado, no a las actuales, corrigió.
“Habló de la reconciliación histórica que no se tenía con otras administraciones. Desde un inicio mencionamos que íbamos a retomar varias actividades tradicionales. Una es el grito, como se venía haciendo en el centro histórico acompañando al gobernador y fue inédito de un gobierno de izquierda darle certeza a la ciudadanía de que estamos comprometidos con lo que nos corresponde”, indicó.
Como estrategia discursiva se entiende y se reconoce.
La presidenta municipal tiene que simular que todo ha sido cordialidad y entendimiento en su relación política con Barbosa.
Porque la realidad es que no ha sido así.
No hasta hace unos días.
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Mientras se debate qué incluir en el convenio que estarían por signar autoridades estatales y concesionarios del transporte público urbano de pasajeros en la zona metropolitana de Puebla, se dice que todo ha sido acordado para anunciar la nueva tarifa este fin de semana.
Entre los funcionarios de la Secretaría de Transporte de la administración estatal ha trascendido que será este domingo cuando se anuncie el incremento al pasaje, una demanda que han acumulado los dueños de las unidades desde hace casi una década.
De ser así, significa que el acuerdo ya ha sido suscrito y que solo se espera el momento político adecuado para hacer el anuncio.
