Claudia Rivera Vivanco reconoce como “difíciles” los dos primeros años que ha estado al frente de la presidencia municipal de Puebla. Y subraya dos razones fundamentales. La primera tiene que ver con las críticas que ha sufrido a su desempeño, desde dentro y fuera del partido que la postuló, Morena; y la segunda con la pandemia, que vino a modificar todos los planes y proyectos que tenía previstos el ayuntamiento para trabajar.
Incluso así, a un año de concluir un gobierno que podría extenderse tres años más (en caso de que, como desea, logre la reelección en el cargo), la edil afirma que ha logrado cumplir en tres grandes rubros: combate a la corrupción, obra pública y saneamiento de las finanzas municipales.
Rivera Vivanco habló en entrevista con EL SOL DE PUEBLA.
Además de repasar los logros y los pendientes de su administración, habló del ineludible tema de su reciente estancia en el Congreso y la revisión del manejo de los recursos públicos que lleva a cabo la Auditoría Superior del Estado.
“No me quitan el sueño los señalamientos en mi contra, mi obligación es dar la cara”, expuso. Y luego charló de su relación institucional con el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta.
La presidenta municipal de Puebla se dijo una convencida de que los trabajos de coordinación entre los distintos niveles de gobierno arrojan mejores resultados para los ciudadanos, sin embargo, en el caso concreto de la administración estatal, apuntó que cuando no esté de acuerdo en algunos puntos de vista lo seguirá manifestando, como ha ocurrido hasta ahora:
“Podemos tener diferencias en las estrategias, en los cómos, en los puntos de vista y siempre los voy a externar. Esa también va a ser mi obligación como tomadora de decisiones y también tengo muy claro que la ciudadanía nos contrató para dar resultado, no para llevarnos bien.”
Y tiene razón.
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Oootra declaración estridente por parte de un miembro distinguido de Morena y la cuatroté en contra de los funcionarios “del pasado” por la supuesta comisión de fechorías a su paso por la administración pública. Esta vez tocó el turno a Gabriel Biestro Medinilla.
El líder de los legisladores morenistas y presidente del Congreso del Estado expresó que el Seguro Popular en Puebla era, agárrese, un nido de ratas.
Lo dijo para defender la extinción del Organismo Público Descentralizado denominado “Régimen Estatal de Protección en Salud”, que operaba, en efecto, el Seguro Popular en el estado.
“Era un nido de ratas y en especial en Puebla. Tan solo las investigaciones que ha hecho Hacienda, la Auditoría Superior de la Federación, (ha servido para descubrir la expedición de) facturas apócrifas”, acusó.
De acuerdo. Biestro debe tener razón. Si él lo afirma ha de ser porque tiene conocimiento de pruebas irrefutables en contra de esas “ratas” que en el pasado reciente habrían saqueado en Puebla los recursos de ese programa de origen federal.
No obstante, ya es hora, o debería serlo, de que los morenistas incrustados en el servicio público vayan haciendo efectivas sus acusaciones en contra de esos nefastos personajes que presuntamente robaron recursos públicos antes de que ellos llegaran y de que todo fuera limpio y puro.
Si no lo hacen, nunca pasarán de las declaraciones estridentes (que en nada abonan a la sociedad) a los hechos, es decir, del show político a la impartición de justicia.
A ver para cuándo.
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El gobernador Barbosa hizo un importante anuncio este martes, uno que era esperado por miles de padres de familia y que tiene relación directa con el retorno presencial a las aulas. El mandatario ya descartó que la vuelta a clases se vaya a dar en lo que resta del año. Será hasta el primer semestre de 2021 cuando ello suceda.
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