El aspirante en apariencia más aventajado en la contienda interna de Morena para hacerse de la candidatura a la presidencia municipal de Puebla en el 2021, Gabriel Biestro Medinilla, no se atreve a reconocer sus aspiraciones políticas, sin embargo, tampoco las niega.
De reciente incursión en el servicio público de paga, como él mismo reconoce, el diputado local y presidente del Congreso del Estado ha aprendido bien que un bue político, con todo y proyecto personal en la bolsa, a la vista de tods, debe ser prudente a la hora de hablar acerca del futuro.
“No me gusta el futurismo”, advierte en entrevista con EL SOL DE PUEBLA, y dice por qué: en política, pero sobre todo en materia de definición popular, nada puede darse por sentado.
Por eso no reconoce que sí desea competir por la posesión (prestada) del inmueble que se encuentra frente al zócalo de la capital y menos admite ser el “gallo” de gobernador Miguel Barnosa para esa posición, con todo y que fue el mismo mandatario quien le llenó de elogios semanas atrás en otra entrevista que publicaron las páginas de este diario.
Esa vez, Barbosa no lo candidateó ni aceptó que lo quiere ver en la presidencia municipal, pero destacó su trabajo como líder del Poder Legislativo y afirmó que, en caso de arribar al palacio, tendría un muy buen desempeño en ese lugar.
Incluso con los atajos, hay dos puntos de la entrevista que permiten leer entrelíneas los deseos políticos de Biestro.
Uno tiene que ver con que no pudo dar nombres de perfiles que pertenezcan a Morena y que puedan competir, en circunstancias competitivas, por la presidenicia municipal. Es decir, no quiso hacer campaña por otros.
Y el otro está relacionado con la actual presidenta, Claudia Rivera Vivanco.
De la edil no opinó en contra, no obstante, expresó su rechazo a la reelección.
“Aunque sea un derecho, estoy en contra de ella”, expuso, y así descartó, de manera indirecta, a quien en principio aparece como su más importante rival.
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Como si se hubiesen puesto de acuerdo, los representantes y dirigentes de los principales partidos políticos en el estado, aquellos que serán protagonistas (y contrincantes) en los comicios intermedios de 2021, Morena y PAN, dieron una conferencia de prensa este domingo –por separado, claro está—para anunciar que han emprendido trabajos de cabildeo y negociaciones para coaligarse con otros institutos políticos de cara a ese proceso electoral.
Carlos Evangelista Aniceto, enlace del Comité Ejecutivo Nacional de Morena con la dirigencia local, y Genoveva Huerta Villegas, presidenta del Comité Directivo Estatal del partido blanquiazul, fijaron posiciones y adelantaron parte de las alianzas electorales que ambos institutos pretenden armar en el futuro inmediato.
Evangelista expuso que ha sido autorizada una pre-alianza con el PT y el Partido Verde Ecologista, de los partidos nacionales, y que a nivel local se buscará a aquellos que compartan principios y propósitos en común para establecer una coalición competitiva.
Huerta, por su parte, habló de Nueva Alianza y Compromiso por Puebla, así como del PRD y Movimiento Ciudadano, aunque se sabe que este último ha coqueteado más con el inquilino de Casa Aguayo que con los líderes nacionales del blanquiazul.
Como sea, lo que estas revelaciones demuestran es el esfuerzo tras bambalinas que las principales fuerzas políticas del estado ya realizan para liarse a trompadas (esta vez en sentido literal) por la disputa del poder.
En efecto, tanto morenistas como panistas se saben con probabilidades de alzarse con trascendentes victorias en el año que se avecina, pero saben que esas probabilidades aumentarán (o disminuirán) en la medida que se hagan acompañar o no por otras fuerzas.
La unión, y así será, hará la fuerza.
Mientras, los partidos pequeños, esos eternos vividores del presupuesto público, valoran desde ya los mejores ofrecimientos ($$$).
