Cuánto misterio envuelve el preanuncio de los representantes de la empresa alemana Volkswagen que anticipa una millonaria y significativa inversión para el estado de Puebla en los años por venir. Los directivos de la firma tienen sus estrategias y en ellas han basado mantener en secreto, por ahora, el monto de la cantidad de dólares que emplearán para ampliar su capacidad de producción en un futuro, así como los empleos que derivarán de este nuevo proyecto.
Sin embargo, dado el entusiasmo expresado tanto por el gobernador Miguel Barbosa como por la titular de la Secretaría de Economía, Olivia Salomón, la cantidad debe ser relevante y un auténtico aliciente en medio de una crisis heredada por los efectos de la pandemia, que durante poco más de dos años mantuvo en aprietos las actividades empresariales, comerciales y de servicios del estado.
Si nos atrevemos a entrarle al juego de la especulación, podemos prever que esas próximas inversiones de Volkswagen en territorio estatal tienen que ver con la necesidad de la empresa por incursionar en la producción de automóviles eléctricos.
La firma germana se ha quedado rezagada en la venta de productos no contaminantes y emparejarse con las empresas de la competencia que ya lo han hecho debe de ser uno de los objetivos fundamentales para la siguiente década.
En Puebla tiene una gran planta de producción.
Así que por ahí podrían venir los planes que, se sabe, se anunciarán con detalles y montos en la parte final del 2022.
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Si se encuentra usted entre los 150 consejeros electos de Morena y está un tanto nervioso por no saber qué es lo que revisará el Comité Ejecutivo Nacional en ese proceso de auditoría que realiza de los resultados de la contienda celebrada el sábado, ponga atención.
Como ya se sabe, derivado de una serie de impugnaciones, de cuestionamientos y para dar certeza del proceso de renovación, se ha inicia lo que el partido del presidente López Obrador llama una auditoría a la elección de Puebla, por cada distrito, mediante la cual se busca la confirmación de posibles anomalías en el llenado de actas y/o nulidad de votos, se analiza la coincidencia en total de boletas entregadas-ocupadas-anuladas y canceladas, y se realiza el cruce con las impugnaciones recibidas.
Además, allá en la sede de Morena en la capital del país, donde se encuentran los paquetes de votos, se revisará que los perfiles electos no hayan sido previamente impugnados y, en caso de que sí, se estudiarán los motivos y su eventual demostración.
Todo esto debe quedar listo antes del sábado 13.
La presentación de los perfiles ganadores, 150 para el caso de Puebla, tendrá que estar lista antes de la elección del Comité Estatal.
Complicada tarea la de Mario Delgado Carrillo, que tiene la encomienda de sacar ese trabajo no solo en la entidad, sino en muchas otras donde se hicieron evidentes irregularidades.
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Mientras los resultados oficiales llegan a los morenistas de Puebla, el grupo que se hizo de la mayoría en el Consejo Estatal no tiene bien claro quién será el relevo de Aristóteles Belmont Cortés en la dirigencia.
Especulan con el nombre de Julio Miguel Huerta Gómez, quien es en la actualidad director general de Gobierno en la Secretaría de Gobernación, pero en una semana pueden aún subir y bajar más nombres.
