Siempre sí, el gobierno del estado, a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP), autorizó el pago de cuotas escolares en las instituciones públicas de la entidad. Imperó la razón. A falta de recursos para suministrar a las escuelas oficiales de todo aquello que sus estudiantes requieren, comenzando por pizarrones, gises, botes de basura y papel higiénico, hasta agua, luz e internet, ese dinero que anualmente venían pagando los padres de familia es el único medio para hacerlo.
Melitón Lozano Pérez envió un comunicado para dar a conocer que la SEP avala el pago de las cuotas, siempre y cuando sean voluntarias y no limiten el ingreso de los estudiantes al nuevo ciclo escolar (2022-2023), como se asienta en las leyes General de Educación y del Estado de Puebla, que prohíben la retribución de contraprestaciones que impidan o condicionen el otorgamiento del servicio educativo.
El documento reconoce las limitaciones del presupuesto público al establecer que las cuotas deberán ser aplicados en necesidades como el pago de servicios básicos (luz y agua) y mantenimiento de los inmuebles y mobiliario.
Con este pronunciamiento, las asociaciones de padres de familia ya podrán volver a estar medianamente tranquilas, al pensar que los tutores van a responder manera positiva, después de un año de bajos ingresos debido a la declaración explícita que prohibía pedir cuotas en las escuelas.
Ha quedo claro que el gobierno no puede con todo y que los padres de familia tendrán que cooperar (como en el pasado) para la educación de sus hijos.
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Los directivos de la empresa Volkswagen de México, liderados por Holger Nestler, pudieron haber cometido un error de tacto al anunciar una inversión multimillonaria al gobernador Miguel Barbosa y hacerlo público en medio de una negociación salarial que, aunque apalabrada, no estaba concretada de manera formal.
Ayer, la firma alemana lamentó que su oferta salarial de un incremento del 11 por ciento fuera rechazada durante el proceso de votación por la mayoría de los trabajadores sindicalizados.
Según un comunicado emitido por la empresa, esta realizó un gran esfuerzo para lograr una cifra por encima de la inflación, lo que, pensaron sus directivos, preservaría la estabilidad y competitividad laboral de más de 12 mil familias que dependen directamente de la armadora.
De paso hizo un llamado al personal para proteger lo que juntos han construido con tanto esfuerzo y no poner en riesgo la consolidación del futuro común.
Buenas palabras, prudente razonamiento.
No obstante, los muchachos de Holger Nestler, presidente del Consejo Ejecutivo de Volkswagen México, deben reconocer que pudo ser una imprudencia exponer en público el próximo arranque de un ambicioso proyecto de inversión, que requerirá más de mil millones de dólares para el ensamblado de vehículos eléctricos en el estado.
“Si tanto dinero hay, pidamos más aumento”, habrán dicho los trabajadores sindicalizados que votaron en contra del 11 por ciento.
Ese anuncio pudo esperar un mes más.
Error de tacto.
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Ninguno de sus colaboradores ha dicho “yo quiero” de manera pública, pero, por si acaso, el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, ha pedido a los integrantes del ayuntamiento que se concreten en hacer sus tareas, antes de pensar en la contienda electoral de 2024.
Cuestionado por los reporteros, el edil sostuvo que la gente que trabaja con él no ha puesto sobre la mesa el tema electoral que se avecina, lo que se debe, subrayó, a que les ha pedido que por ahora estén atentos a sus funciones, y solo a eso, en el ámbito profesional, ya que se acerca el cierre del primer año de gobierno.
Eso significa que no habrá “corcholatas” del presidente municipal por el lado del PAN, como sí las ha habido del gobernador Miguel Barbosa en el bando de Morena.
