Puebla es, orgullosamente, un estado con una rica tradición agrícola; ha emergido como un líder en el sector desempeñando un papel fundamental en el desarrollo económico regional. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2020, el rubro representó un significativo 7.3% del Producto Interno Bruto (PIB) estatal, con la consecuente generación de empleo e ingresos.
La base de la producción agrícola en Puebla se cimentó en cultivos como maíz, frijol, café y chiles, mientras que la ganadería abarcó la cría de bovinos, porcinos, ovinos, caprinos y aves. Los resultados en 2020 fueron notables, con más de 236 mil toneladas de carne de res, 46 mil de cerdo y 168 millones de litros de leche.
A pesar de los desafíos planteados por la pandemia de COVID-19, que impactaron negativamente en la producción forestal, el sector agropecuario en Puebla mostró resiliencia y recuperación en 2021. Los datos revelan un crecimiento constante trimestral, con un aumento del 9.35% en el tercer trimestre, marcando el mayor incremento en años.
Un elemento destacado en este proceso de recuperación ha sido la cafeticultura poblana, beneficiando a 14 mil 295 productores de 54 municipios con esta vocación. Es notable que 7 mil 980 de ellos poseen menos de una hectárea y 6 mil 325 de 1 a 5 hectáreas, con lo que se evidencia el impacto positivo en pequeños productores.
En estas cifras, en los resultados tangibles, se reflejan los esfuerzos para transformar el campo poblano. Este impulso no solo contribuye al crecimiento económico, sino que también se alinea con el espíritu del Humanismo Mexicano y el proyecto de nación de la 4T, nos marca el camino hacia un futuro próspero y sostenible.
De la misma manera deja de manifiesto el impulso permanente de los gobiernos de la Cuarta Transformación, que, ocupados en el fortalecimiento de los sectores productivos, ha llevado al campo poblano a su desarrollo, hoy el reto es avanzar a la industrialización de la producción, para lo cual es fundamental tener un clúster tecnológico y educativo que coadyuve a ese propósito.
En Puebla ese paso ha sido dado y, sin duda alguna, se consolidará con excelentes resultados, porque nuestra entidad se erige como un estado con una economía en ascenso y perspectivas de desarrollo sostenible. Con un impulso decidido a sectores clave y la riqueza de recursos naturales gracias a su estratégica ubicación geográfica, además en esta labor, el Gobierno Estatal ha demostrado ser un actor clave en la transformación del campo poblano.