El PRI es un partido que tiene una base sólida, creado a partir de los anhelos de una nación que encontró la justicia por medio de un instituto que incluyó en su programa a toda una nación.
En este sentido, aunque nuestros detractores quieran empujar la idea de que el priismo tiene fecha de caducidad, la realidad es que su fortaleza radica en su fundación y renovación constante conforme a los tiempos actuales.
Hoy, los momentos que vivimos no son de normalidad democrática, hemos sido testigos de cómo, desde el poder se han querido destruir las instituciones que el PRI creó para cumplir los sueños del pueblo de México: vivir en un país democrático, incluyente y con justicia para todos.
Quienes gobiernan nuestro gran país se han empeñado en destruir los organismos autónomos que permiten que exista transparencia en el uso de los recursos públicos, información veraz sobre la condición en la que se encuentra el territorio en diversos rubros o que existan elecciones libres.
Además, se ha usado descaradamente el aparato del Estado para hacer propaganda ilegal y adelantada, lo que nunca antes se vio en lo que consideramos muchos los peores momentos de nuestra democracia, máxime que al oficialismo no le ha importado violar la ley para espiar y acosar a quienes considera sus opositores.
Lamentablemente, esta falta de dirección del Gobierno de México se ha reflejado en malos resultados en salud, economía y seguridad, en éste último rubro se ha roto récord en asesinatos bajo la protección desde las más altas esferas, prefiriendo abrazar a los delincuentes antes que meternos a la cárcel, y lo ocurrido hace unos días en Texcaltitlán, es muestra de ello, revelando cómo las autoridades han sido rebasadas por los grupos criminales.
En este sentido, vemos que los grupos delictivos se van enquistando en México sin que exista autoridad que pueda frenarlos, generando inestabilidad social, tolerada desde Palacio Nacional.
Ante estos planes visibles de implantar con violencia un régimen político alejado totalmente del democrático, surge la alianza entre partidos para rescatar las libertades y los derechos que se han perdido.
Sabemos que en esta unión tenemos que ir con los cuadros, mujeres y hombres más competitivos para ganar las elecciones que el próximo año se desarrollarán, y que para nada serán sencillas.
Por ello, emitimos el pasado viernes 8 de diciembre la convocatoria nacional para la selección y postulación de la candidatura a la gubernatura del estado, a través de un proceso electivo por designación directa para aspirantes simpatizantes y militantes.
Porque el PRI es un partido que sabe ser aliado, que construye por el bien de Puebla y de México, en ese sentido, sabemos que en nuestro estado las cosas pueden avanzar mejor con un gobierno de coalición.
Durante 2023, que terminará en unos días, fue de trabajo intenso con nuestra militancia, simpatizantes y ciudadanía que quieren un lugar seguro y en paz, siguiendo nuestra visión progresista, continuaremos tomando las mejores decisiones para no perder nuestros anhelos de libertad.
Estamos preparados para enfrentar todos los retos que nos presente el futuro, con valentía y la certeza de que la cercanía constante rendirá buenos frutos a este proyecto que es de Puebla.
Deseo que en esta Navidad y año que termina, toda la ciudadanía poblana pueda disfrutar momentos alegres con su familia, amigos y personas más queridas y que el próximo año sea de grandes y mejores cambios para nuestro estado. ¡Nos leemos en enero!