Cuántas veces has dicho: “ya estoy grande para aprender algo” o “ya no estoy en edad de aprender cosas nuevas”. La verdad es que los límites los ponemos nosotros porque todos tenemos la capacidad de desarrollar nuevas habilidades a cualquier edad solo es cuestión de que te lo propongas y dejes a un lado los estereotipos.
Solemos creer que la vida se divide en etapas: niñez, adolescencia, juventud y madurez, en la que se supone estamos completamente realizados tras haber cumplido con la expectativas familiares como estudiar, conseguir un título universitario (por lo menos), haber formado una familia y tener un trabajo estable.
La sociedad nos ha hecho creer que llegados a una edad ya no podemos aprender nada y esa presión que el medio ejerce nos puede hacer sentir frustrados, deprimidos y estancados intelectualmente.
Las oportunidades no están casadas con la juventud, si no con la vida. No te prives de explorar cosas nuevas solo porque te sientes un poco mayor. Nunca es demasiado temprano, ni demasiado tarde para vivir la vida.
Así que ponte manos a la obra y aprende otro idioma, yoga, golf, pintura, natación, baile o lo que sea que te haga feliz. Sigue estos consejos:
- Organízate. Si algo realmente te interesa, sacarás tiempo para hacerlo. Programa tus horas de aprendizaje
- Ponte un objetivo realista pero ambicioso. Tener tus metas claras es una buena manera de avanzar o perderle el miedo a comenzar.
- ¡Pásatelo bien! Vive con pasión todo lo que hagas, ya sea profesional o laboralmente
- Insiste y persiste. Motívate visualizando el resultado. Solo depende de ti
- Prepárate mental y físicamente. Lo que sea que te hayas propuesto aprender, asúmelo considerando que significara cambios en tu rutina y desde luego en tu vida. Para mantenerte positivo ejercítate, verás cómo ayuda
* Fuente: Psicólogo Hugo Reyes Carrasco, Consultor en Desarrollo Humano.
SUSCRÍBETE A NUESTRO YOUTUBE