Después de la llegada de un bebé, es frecuente la serie de cuestionamientos, dudas, miedos e incertidumbre respecto a cuándo se puede retomar la vida sexual, cómo hacerlo o en su defecto por qué no hacerlo y es que es una realidad que existen condiciones físicas que tomar en cuenta, sin embargo, no es lo único que deberíamos cuidar para recuperar la intimidad en pareja. Para conocer más a fondo sobre el tema y las cuestionantes que se generan en torno, acudimos con el especialista Dr. Joaquín Alejandro Soto Chilaca.
Inicialmente, y en lo que concierne a las condiciones físicas de la recién estrenada mamá, después del alumbramiento, no debemos pasar por alto que la mujer experimenta un periodo denominado “puerperio”, con una duración aproximada entre 5 y 6 semanas, y consiste en el tiempo de recuperación del aparato sexual femenino, implicando en este sentido, que el útero vuelva a su tamaño original, la vagina se reponga del traumatismo del parto, que los loquios, consistentes en flujos sanguinolentos con una duración de hasta un mes desaparezcan, así como la cicatrización de una cesárea en caso de que se haya requerido. Motivo por el cual, durante este lapso no es aconsejable la práctica sexual que obligue a la penetración vaginal, con el objetivo de evitar la generación de infecciones, sobre todo cuando hablamos de parto natural; por su parte, si se realizó cesárea, podría existir la posibilidad de reanudar el contacto sexual 20 días después del nacimiento del bebé, no obstante, en ambos casos es imperativa la vigilancia, consulta y autorización médica que garantice que la evolución de la mujer sea lo suficientemente exitosa y sin complicaciones adicionales.
Sin embargo, a la par de todos estos reajustes físicos, suelen coexistir la inseguridad por el aspecto físico que es totalmente esperable y aceptable, al respecto, en algunos casos las mujeres pueden no sentirse ellas mismas y en consecuencia no logren sentirse sensuales.
Aunado a lo anterior, un punto focal es qué tan interesada pueda estar la nueva mamá en el sexo, y es que de acuerdo a un estudio desarrollado en Australia, que incluyó a 1507 madres primerizas y monitoreadas a los 3, 6 y 12 meses después del parto, se identificó que el 89% de las participantes reportaron problemas de salud sexual en los primeros 3 meses después del parto”, afirmó en entrevista Soto Chilaca, afirmando que los más comunes son la pérdida de interés en el sexo, dolor durante el sexo, opresión vaginal y falta de lubricación. “Asimismo, el 51% continuó con pérdida de interés en el sexo 12 meses después de haber dado a luz y el 30% refirió dolor persistente, finalmente las mujeres que dieron a luz mediante cesárea tuvieron iguales o mayores probabilidades de registrar problemas persistentes en su sexualidad
EL CONSEJO
Y aunque pareciera que todo está perdido, no es así, recordemos que la llegada de un bebé también genera un ambiente con fuerza sentimental y romanticismo, porque materializa la alianza y sentido de pareja, de lo que ambos podrían sacar partido para abordar la situación de la recuperación del sexo con el mejor de los ánimos, en primer orden, la clave radica en practicar la escucha atenta y el entendimiento de lo que ambas partes necesitan para evitar la generación de un problema mayor; hablen de lo que sienten, ya que es posible que en alguna parte de esta etapa el hombre pueda sentirse rechazado o desplazado al identificar en su pareja la negativa para mantener relaciones sexuales, por lo tanto debe existir total confianza para expresar si existe alguna molestia física o preocupación, que hagan que el sexo pueda no darse de forma normal.
En este sentido y aunque pareciera imposible, es necesario dedicar tiempo de calidad a la pareja, así como procurar las demostraciones de afecto a través de palabras y caricias que reaviven su intimidad emocional. Así no debemos olvidar que vida sexual en pareja no se reduce a la penetración, es el momento para potenciar el lado erótico seduciendo a los sentidos, regresa al juego previo que los estimulaba incluso más que el propio coito.
Es posible que regresar al acto sexual deba hacerse de forma paulatina y gradual, de tal forma que les permita identificarse y acostumbrarse otra vez, en otras palabras, es aconsejable ir de menos a más incluso en las posiciones sexuales, el uso de lubricantes y juguetes sexuales, la práctica de ejercicios de Kegel, etc., siempre procurando que ambos estén cómodos con lo acordado, porque están inmersos en un proceso que requiere mucha paciencia, comprensión, afecto, pero también descanso y alimentación saludables, pues sino tenemos estas dos últimas, el resto difícilmente podrá tomar su rumbo.
LA NOTA
Si pese a lo anterior los problemas en la sexualidad persisten, es posible que deban apoyarse de un profesional de salud especializado para establecer un tratamiento y consecuente experimentación de vida sexual plena.
CONTACTO:
Dr. Joaquín Alejandro Soto Chilaca
Médico psiquiatra, sexólogo, psiquiatra forense y psicoterapeuta.
Director de Mindful. Expertos en psiquiatría y psicología.
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