"Se dice que los hijos de padres divorciados son más propensos a terminar su matrimonio, y para corroborar o desmentir este mito, platicamos con Jaqueline Machado Garduño, profesional de la salud mental con especialidad en coaching multidimensional e instructora en desarrollo de consciencia.
"Esa creencia es un mito, ya que muchos hijos de matrimonios consolidados pueden terminar también en divorcio, y viceversa, muchos hijos de padres divorciados llegan a tener matrimonios bien consolidados", asegura.
En gran medida la familia determina la forma en como afrontamos la vida y el matrimonio, y en muchas ocasiones, los hijos de padres divorciados sienten preocupación sobre cómo la relación de sus padres afectará su matrimonio.
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La especialista señala que la inseguridad siempre estará latente, porque a nivel subconsciente empiezan a tener programación del tipo "no merezco ser feliz", "yo no voy a repetir lo de mis padres", etcétera.
Y sí, las posibilidades de éxito o fracaso de un matrimonio dependen del pasado. Pero para evitar repetir este patón la especialista subraya que primero, hay que ser consciente de lo que significa ser "pareja". Segundo, trabajar los aspectos emocionales y psicoafectivos de sí mismos. Tercero, tener un propósito claro de vida, porque eso les permite saber con qué tipo de persona se quieren emparejar.
En una generalidad los hijos de padres divorciados suelen aprender que el divorcio es la forma fácil de enfrenta una situación, precisamente por la confusión entre amor y sexo, entre libertad y compromiso, y entre autosuficiencia y madurez, por mencionar solo algunos aspectos.
Para identificar los malos hábitos que vieron en sus padres y evitarlos, antes de casarse deben cuestionarse las razones que le podría llevar a terminar en divorcio y si realmente se sienten listos para enfrentar situaciones adversas, entonces platicarlo con con su pareja.
Ellos son conscientes de los malos hábitos porque los viven en carne propia, el asunto es una mirada hacia adentro para ver el efecto espejo de ellos con sus padres y viceversa. Pero, si hay una inconsciencia, no ven en ellos esos comportamientos de sus padres, por eso es el trabajo interior.
Para alejarse de estos patrones de conducta lo que deben hacer primero es reconocerlos en ellos, segundo es realmente querer vivir una situación diferente de pareja, tercero es estar dispuestos a comprometerse consigo mismos para el autoconocimiento, el cambio, y la transformación para una mejor proyección de vida en pareja, y cuarto es asumir la responsabilidad por sus decisiones, sus consecuencias y sus acciones.
"El divorcio si afecta y genera un trauma y conflicto en los hijos, pero se tiene que vivir ese proceso, porque de esa crisis se aprende, de lo contrario, se evade y se huye del dolor, los fantasmas de la afectación siempre van a estar persiguiendo", advierte.
"Se trata de entrar en la cueva oscura que implica el divorcio, no de huir, y de ahí darle dirección a las emociones en forma asertiva, porque de lo contrario, se tiende a la victimización, al chantaje emocional, a la manipulación, al control, a la codependencia, a la neurosis, a la auto justificación continua, etcétera", añade.
TOMA LAS RIENDAS DE TU VIDA
La profesional de la salud mental asegura que la aceleración de los tiempos que estamos viviendo es mayor a la capacidad que tienen los jóvenes para asimilar tanto cambio y por ello se produce tanto divorcio, y no solo de hijos de padres divorciados.
"Esto impacta en la confusión que de por sí traen los jóvenes entre amor y carencia emocional, entre sexualidad consciente con amor y la pasión del deseo sexual que creen que es amor. Y en el caso de los hijos de padres divorciados, confunden la libertad con la falta de compromiso en un matrimonio", asegura.
Por eso los hijos de padres divorciados deben tener claro que no están condenados a tener un matrimonio como el de sus padres, sino que pueden aprender de ellos para alejar esas conductas de su vida.
Entonces, ¿pueden estos jóvenes lograr la felicidad y un matrimonio estable?, la respuesta es sí, dice.
"Por supuesto que sí, si estos chicos se arriesgan a amarse a sí mismos, a comprometerse consigo mismos, a tomar las riendas de su vida, claro que logran un matrimonio consolidado. Para ello se requiere querer estar dispuesto a hacer lo que se tiene que hacer", señala.
La psicóloga subraya que entre lo que los hijos de padres divorciados deben hacer para conseguir matrimonios consolidados esta: el tomar psicoterapia, trascender el juicio a sus propios padres, comprender que el simple hecho de estar en este mundo ya los hace merecedores de una vida plena, buscar modelos de parejas asertivas, con lecturas y libros de autoayuda, entre otros.
Una buena relación implica mucho trabajo duro para hacerlo funcionar. Recuerda que la confianza, respeto, paciencia, amor y compasión, son la clave de un matrimonio exitoso, seas hijo a no de padres divorciados.
