La Casa Maillard | TURISTEANDO CON EL BARÓN ROJO

Con el paso de los años esta propiedad ha sido residencia de novicios, taller de herrería, vecindad y hoy aquí se enseñan diversas disciplinas artísticas

Jorge Eduardo Zamora | El Sol de Puebla

  · domingo 19 de junio de 2022

La historia de otra gran casona en nuestro Centro Histórico. Foto: Eduardo Zamora

Buenos días queridos lectores, como cada sábado agradezco el favor de haberme recibido en sus hogares. En esta ocasión les voy a mostrar un poco de la historia de otra gran casona en nuestro Centro Histórico.

De esta casa hay muy poca información, pero para referencia de esta nota la llamaremos “Casa Maillard”. Está localizada en la calle 5 Sur, en el número 506, entre las dos casonas de las esquinas de la 5 y la 7 Poniente, una cuadra al sur del templo de San Agustín.

Según narra la muy poca información hallada, fue la casa del noviciado de San Agustín, o sea, era donde pernoctaban los muchachos postulantes a esta orden sacerdotal, los cuales, después de pasar el periodo de sus primeras enseñanzas y, en caso de que lo ameritaran, pasarían al monasterio del templo.

Esta casona también servía de escuela para los niños pobres del barrio. Foto: Eduardo Zamora

Pero, además, esta casona también servía de escuela para los niños pobres del barrio, pues los estudiantes seminaristas dedicaban su labor de preparación para compartir sus conocimientos y educar a los niños; estamos hablando más o menos de los años 1750 al siglo siguiente, 1850.

Como era de esperarse, con las Leyes de Reforma que le quitaron a la iglesia católica todas sus propiedades, la casa es expropiada y vendida a particulares, de esa manera se pierde una institución más de enseñanza para gente humilde.

Ya para los años finales del siglo XIX la casa es adquirida por un maestro herrero fundidor, Don Federico Maillard, donde establece un taller de fundición de piezas para máquinas de ferrocarril. A principios del siglo XX se pierden los datos de su propietario y la casa es utilizada como vecindad.

Es en este siglo XXI cuando la propiedad es adquirida por la artista, abogada y doctora en criminalística María de Los Ángeles Cruz de Anger. Foto: Eduardo Zamora

Es en este siglo XXI cuando la propiedad es adquirida por la artista, abogada y doctora en criminalística María de Los Ángeles Cruz de Anger, quien, nada más por amor al arte, sin ningún ánimo de lucro y en su deseo de cultivar las buenas costumbres entre la juventud, la convierte en un sitio educativo, cuya primera intención es cultivar el aprendizaje de las disciplinas artísticas y creativas de todo aquel que lo desee y, a su vez, esté dispuesto a enseñarlo a la niñez.

Querido lector, en la primera oportunidad que tengas y con el deseo de que disfrutes un excelentísimo chocolate caliente, te invito a que visites este bello lugar, un remanso de tranquilidad y paz en nuestro bello Centro Histórico poblano. Agradezco por este medio a la Sra. Leticia Villegas, administradora de esta casa, las facilidades prestadas para la realización de esta nota.

Soy Jorge Eduardo Zamora Martínez, el Barón Rojo. Nos leemos el próximo sábado.

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