Los investigadores comentan que cuando los niños están entre su primer y tercer año de vida, comienzan a notar que son seres externos a sus padres; es decir, personas capaces de tener sus propios gustos, intereses y molestias.
Ellos aún no logran entender las normas sociales que señalan como debe ser el comportamiento de cada individuo en su entorno, además, en su mayoría no han desarrollado un lenguaje oral que les permita externar lo que pasa por su mente.
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Esto se ve reflejado en su interacción con los demás, ya que al presenciar algo no es de su agrado actúan sin pensar en las consecuencias, esto provoca que muerdan, den patadas o agredan, en especial a otros infantes.
En un artículo revisado por la pedagoga interesada en la crianza, Karen Zaltzman, se expone el origen de esta conducta y como controlarla basándose en una publicación hecha por los especialistas Claire Lerner y Rebecca Parlakian. A continuación, se explicará lo que se recomienda hacer ante estos casos.
¿CÓMO ACTUAR ANTE LAS MALAS ACTITUDES DE LOS NIÑOS?
Lo primero que es observar lo que está ocurriendo en ese momento, y atender las siguientes preguntas: ¿dónde está teniendo ese comportamiento? ¿hay algo en particular en ese lugar (calor, frío, etc.)? ¿en qué parte del día pasa?
Al responderlas, se sabrá si tiene que ver con la hora de dormir o despertarse, algún espacio en particular como la escuela, guardería o sí algo lo está irritando y no está en paz por eso. Al recolectar estos datos se debe hacer lo siguiente.
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Momentos antes de que ocurra aquello que no le gusta, es bueno optar por la prevención, un ejemplo es decirle: “Leeremos un cuento más y luego nos iremos a casa. ¿Cuál quieres leer? " Al darle opciones él sentirá que tiene mayor control y será más sencillo persuadirlo.
¿CÓMO RESPONDER A SUS AGRESIONES?
Esta es la parte más complicada del proceso, ya que muchas personas suelen ser impacientes, los especialistas señalan que es importante mantener la calma, después se necesita enseñarle como expresar lo que siente con palabras. Distraerlo igual es una buena alternativa.
A los padres les corresponde indicar que sus acciones tienen consecuencias: “Sí le pegas a tu hermano a él le duele y va a llorar”. Luego, se pueden ofrecer varios caminos: “Tú quieres ese juguete, pero él ya lo tiene ¿hay algo por lo que puedas cambiarlo?”.
Por último, es fundamental mencionarles que mamá y papá estarán ahí para lo que necesite, además, al ver cómo tiene buenas actitudes se deben reforzar con un reconocimiento: “Eres muy amable por prestar tus cosas”.
RECOMENDACIONES FINALES
- No ignorar las malas actitudes del menor.
- Enseñarle a disculparse cuando sea necesario.
- No responder con violencia.
- Ser paciente y comprender que no entienden lo mismo que los adultos.