¿Sabías que las enfermedades del corazón son la principal causa de muerte en México? Si bien, en nuestro día a día existen algunos factores de riesgo que no se pueden modificar, lo cierto es que se pueden tomar medidas para reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, y en esta nota te presentamos algunos sencillos hábitos para hacerlo.
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Y es que, la prevención representa una decisión de vida, por lo que es importante educar y concientizar a las personas sobre la gravedad de las enfermedades cardiovasculares y la importancia del control para mantener un corazón sano.
De acuerdo con estudios del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las enfermedades del corazón fueron la primera causa de muerte a nivel nacional, con 97 mil 187 casos durante el periodo de enero a junio de 2023, por lo que nunca es tarde para comenzar a implementar ciertos hábitos que nos ayudarán a evitar este tipo de padecimientos.
Estos son los factores de riesgo para enfermedades del corazón
Según lo informado por el sitio MedlinePlus, existen cuatro factores de riesgo de las enfermedades cardiaca que no se pueden cambiar, y entre ellas se encuentran:
Antecedentes familiares: las personas que corren un mayor riesgo de padecer padecimientos del corazón, son aquellas que tienen un familiar cercano que tuvo una enfermedad cardíaca a una edad temprana.
La edad: el riesgo de padecerlas se incrementa a medida que las personas envejecen; en el caso de los hombres, sería después de los 45 años y las mujeres de 55 años o más tienen un mayor riesgo.
El sexo al nacer: según el sitio, algunos factores de riesgo pueden afectar de manera diferente a las mujeres comparados con los hombres. En este sentido, el estrógeno brinda a las mujeres cierta protección contra las enfermedades del corazón, sin embargo, la diabetes aumenta más el riesgo de estas en las féminas que en los hombres.
Raza o etnia: algunos grupos tienen mayores riesgos que otros. Por ejemplo, los afrodescendientes son más propensos que las personas de piel blanca a tener enfermedades del corazón, mientras que los hispanos son menos propensos a sufrirlas. En el caso de los grupos asiáticos, como los del este, tienen tasas más bajas, pero los asiáticos del sur tienen tasas más altas.
Evita enfermedades del corazón con estos sencillos hábitos
Como se dijo en un principio, si bien, hay algunos factores de riesgo que no se pueden modificar para la prevención de enfermedades cardiacas, afortunadamente, existen hábitos sencillos que puedes implementar en tu estilo de vida para reducir las posibilidades de padecerlas, y entre ellos se encuentran:
Evitar fumar: una de las mejores cosas que puedes hacer por tu corazón es dejar de fumar o de consumir tabaco sin humo, y aunque no seas fumador, evita el humo de segunda mano, ya que las sustancias químicas del cigarro pueden dañar el corazón y los vasos sanguíneos, pues el humo reduce el oxígeno en la sangre, lo que eleva la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Según la Clínica Mayo, la buena noticia es que el riesgo para enfermedad cardíaca empieza a disminuir tan solo un día después de dejar de fumar.
Limitar el alcohol: beber demasiado alcohol puede aumentar la presión arterial y añadir calorías adicionales, lo que puede causar aumento de peso. Ambos factores incrementan el riesgo de enfermedades del corazón. Los hombres no deben consumir más de dos bebidas alcohólicas al día, y las mujeres no deben tomar más de una.
Hacer ejercicio o actividad física: moverse es indispensable y, lo mejor es intentar hacer al menos de 30 a 60 minutos de actividad física al día, ya que esta, de forma regular y diaria, puede reducir el riesgo para enfermedades cardíacas, pues además de ayudar a controlar el peso, también reduce las probabilidades de padecer otras afecciones que pueden sobrecargar el corazón.
Mantener un peso saludable: contar con sobrepeso u obesidad puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, debido a que están vinculados a otros factores de riesgo de enfermedad del corazón, incluyendo elevados niveles de colesterol y triglicéridos, presión arterial alta y diabetes. Controlar su peso puede reducir estos riesgos.
Llevar una dieta saludable: de acuerdo a la Clínica Mayo, una dieta sana puede ayudar a proteger el corazón, mejorar la presión arterial y el colesterol, lo que contribuye a reducir el riesgo para diabetes tipo 2. Una alimentación diaria saludable para el corazón puede incluir, verduras y frutas, habichuelas (alubias, judías, frijoles) u otras legumbres, carnes magras y pescado, productos lácteos descremados o bajos en grasa, granos o cereales integrales y grasas saludables como el aceite de oliva y de aguacate. Asimismo, se recomienda consumir menos sal o comidas ricas en sodio, azúcar o bebidas azucaradas, carbohidratos muy refinados, alcohol, alimentos muy procesados, grasas saturadas (que se encuentran en la carne roja, los productos lácteos enteros, el aceite de palma y el aceite de coco) y grasas trans, que están en algunas comidas rápidas fritas, en las papas fritas y en los productos horneados.
Controlar el estrés: sin duda alguna el estrés está vinculado a las enfermedades del corazón de varias maneras, ya que, puede aumentar la presión arterial, incluso, el estrés extremo puede ser un "desencadenante" de un ataque al corazón. Algunas formas de ayudar a controlar su estrés incluyen hacer ejercicio, escuchar música, enfocarse en algo tranquilo o sereno y meditar.
Dormir lo suficiente: si no se duerme lo suficiente, aumentará el riesgo de hipertensión, obesidad y diabetes. Estas tres afecciones pueden contribuir al riesgo de enfermedades del corazón. La mayoría de los adultos necesitan de siete a nueve horas de sueño por noche, así que asegúrate de tener buenos hábitos de sueño. Si tienes problemas frecuentes para dormir, habla con su proveedor de atención médica.