¿Sabías que en tu zona V también pueden salir granos? Las bolitas en la vagina o en los labios mayores son más comunes de lo que se cree y las causas pueden ser múltiples. En esta nota, te informaremos sobre cuáles podrían ser.
La vagina es un órgano vital y multifuncional del cuerpo femenino, que cuenta con una serie de funciones fisiológicas y reproductivas, así como un papel importante en la salud y bienestar general de las mujeres.
No obstante, la presencia de granos en ella, así como otro tipo de anomalía, puede generar una serie de preocupaciones y malestar en muchas mujeres, en especial cuando este tipo de lesiones cutáneas -que pueden aparecer en diferentes partes de la vulva- pueden estar relacionadas a diversas causas que, en su mayoría no suelen ser malignas.
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A continuación, te presentamos las posibles causas que pueden originar bolitas o granitos en tu parte íntima, mismos que pueden ir, desde reacciones alérgicas hasta infecciones de transmisión sexual:
Dermatitis de contacto: de acuerdo con el sitio gyno Canesten, esta puede ser una posible causa y sucede como reacción a algún elemento irritante que entra en contacto con la piel como el sudor, semen, toallas íntimas, orina y otras sustancias.
Acné genital: según varios especialistas, el acné vaginal suele desarrollarse en la vulva y otras partes de la vagina, por la obstrucción de los poros y acumulación de sebo, esto se debe al uso de productos irritantes, sudor excesivo y desequilibrios hormonales, entre otros. Por tal motivo se indica no aplicar productos con olores o funciones, ya que este órgano se encarga de mantener su propia salud.
Foliculitis: si sueles depilar constantemente tu zona V, ya sea con cera o cuchillas, entonces puedes padecer de esto constantemente, ya que esta condición ocurre principalmente cuando los folículos pilosos de la región genital se inflaman o se infectan, práctica que provoca que se dañen los folículos y favorezcan la aparición de granos, esto de acuerdo al portal “Mejor con salud”.
Inflamación de las glándulas de la vulva: en la vulva existen varios tipos de glándulas que ayudan a mantener la región lubricada y con menos bacterias, conocidas como las glándulas de Bartolino y las glándulas de Skene. Como consecuencia de la presencia de bacterias o una mala higiene personal, puede haber una obstrucción del conducto excretorio, generando un abultamiento, mismo que, aunque no provoque dolor, puede ser palpado por la mujer mientras se baña o durante el contacto íntimo.
Várices en la vulva: según el sitio Tua Saúde, a pesar de que esta sea una característica más rara, las varices también se pueden desarrollar en la región genital, especialmente después del parto o por el envejecimiento natural. En estos casos, el nódulo puede presentar una coloración ligeramente morada y, a pesar de no causar dolor, puede provocar una ligera sensación de comezón, hormigueo o malestar.
Verrugas genitales: de acuerdo a la Clínica Mayo, generalmente las verrugas genitales son causadas por la presencia del virus del papiloma humano o VPH. Asimismo, indica que estas protuberancias suelen ser suaves al tacto y aparecen en la vulva, vagina y cuello uterino. Ante una aparición de este tipo, es importante la visita a un especialista para que te indique el tratamiento a seguir.
Infecciones de transmisión sexual: varias investigaciones realizadas por expertos en salud, han demostrado que algunas enfermedades de transmisión sexual, como el herpes genital, pueden causar aparición de lesiones en forma de granos en la vagina, esto según las publicaciones de la Escuela de Medicina de Harvard.
En este sentido, se ha demostrado que algunas de estas lesiones suelen ser dolorosas y pueden estar acompañadas de otros síntomas como picazón, ardor o flujo anormal, por lo que lo más recomendable es acudir con el ginecólogo de confianza y realizar los exámenes médicos de rutina para detectar las causas de las lesiones cutáneas y poder determinar el tratamiento más adecuado.
Finalmente, los ginecólogos han asegurado que el mejor método de prevención de los granos vaginales, únicamente es mantener una buena higiene íntima, lavar la zona todos los días con agua fría o tibia y usando un jabón suave y sin fragancias que alteran el pH de la vagina, evitar la depilación de la zona y protegerte durante las relaciones íntimas.
