Las mordeduras de perro son un problema de salud pública que ocurre con frecuencia en la entidad poblana, ya que tan solo entre el 1 de enero y el 9 de marzo pasado se registraron un total de mil 5 hechos de este tipo, lo que significa que diariamente ocurrieron 69 en promedio, de acuerdo con el último boletín epidemiológico de la Secretaría de Salud federal.
Una mordedura de canino puede causar rupturas con o sin sangrado en la piel, hematomas, también conocidos como moretones y otros tipos de lesiones que pueden dejar cicatrices o desgarros de tejidos, aunque si no se atienden correctamente también pueden ser la causa de infecciones, incluso de tipo grave o transmitir enfermedades como la rabia.
Es por esto último que las personas que son agredidas por un perro constantemente buscan ser vacunadas en los servicios de salud, no obstante, existe un protocolo a implementar antes de llegar a la determinación de que se necesita aplicar el biológico, explicó el coordinador de zoonosis de la Secretaría de Salud, Juan Manuel Balderas Torres.
El también médico veterinario dio a conocer que cuando alguna persona que fue mordida por un perro se acerca a las unidades de salud, el médico debe proceder a dar una atención inmediata para valorar la herida, de tal forma que se debe realizar la curación de la misma e incluso aplicar un antiséptico o antibiótico.
Enseguida, señaló que junto con el personal de salud se realiza la búsqueda del perro que realizó la agresión, ya que regularmente son animales que tienen dueño o son de las mismas localidades y es fácil ubicarlos para conocer si cuentan con las vacunas antirrabicas.
“La decisión de aplicar la vacuna o no es del médico solamente, aunque sí es una situación o preocupación inmediata del paciente, tiene que llegar a platicar con el médico y él le va a dar las indicaciones precisas. Es frecuente (que ocurran mordeduras) pero también es frecuente que el perro sea localizado porque la gente nos ayuda a buscarlo con toda calma con ayuda del personal del Centro de Salud”, explicó.
Balderas sostuvo que aunque la entidad cuenta con biológico suficiente contra la rabia, es importante que la población tenga presente que sólo se suministrará cuando el médico lo considere sumamente necesario, ya sea por la gravedad de la herida, porque no se encontró al perro que realizó la agresión o no existe certeza de la buena salud del animal, entre otras cuestiones.
Cabe mencionar que, conforme a las estadísticas de la Secretaría de Salud federal, las mujeres han sido las más afectadas por mordeduras de caninos con 588 casos, mientras que los 550 restantes correspondieron a hombres. La cifra de mordeduras es ligeramente menor comparada con el mismo periodo del año pasado, cuando se reportaron mil 105.
