/ lunes 5 de febrero de 2024

Desconfianza en vacuna Abdala: Poblanos prefieren comprar dosis contra Covid-19 en farmacias

Es altamente recomendable comprar una vacuna, señalaron expertos, al ser dosis más actualizadas contra la Covid-19

La venta de las vacunas contra Covid-19 en Puebla no solo significó una oportunidad para prevenirse contra esta enfermedad, sino también evidenció la desconfianza de la población contra el sector salud público, ya que la gente que tiene oportunidad prefiere gastar más de 800 pesos que acudir a una unidad médica de gobierno para recibir la dosis Abdala de forma gratuita. Esta decisión es respaldada por especialistas médicos, quienes aseguran que estos biológicos que no tienen costo se encuentran desfasados, es decir, que no protegen contra las nuevas variantes de coronavirus.

Esto se ve reflejado en las cifras de la Secretaría de Salud estatal, pues hasta el 24 de enero de este año los poblanos mostraron poco interés por la vacuna, ya que de las 956 mil 300 dosis de la marca Abdala con las que cuenta el estado, solo se habían aplicado 225 mil 408, es decir, 23.57 por ciento, en un periodo de tres meses.

Farmacias del Ahorro, San Pablo, Benavides, Guadalajara y Walmart son los establecimientos que actualmente comercializan los biológicos de la marca Pfizer, la más segura según refieren médicos y ciudadanos. Estos van de los 799 a los 848 pesos en las diferentes cadenas comerciales y aun con ello hay familias completas que acuden a solicitar la inoculación, lo cual deja ver el interés por estos y la desconfianza en la vacuna gratuita.

No es para menos, señala en entrevista con este diario Esperanza Solís, médico general egresada de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), puesto que la vacuna cubana Abdala no está aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como los demás biológicos, sino solo por la agencia reguladora mexicana.

Apunta que en México esta inyección se cataloga como experimental, por tanto, es que no es tan recomendable como lo son aquellas que ya han sido actualizadas. Aunque por ahora se aplica como un refuerzo, insiste en que ya no es tan eficaz.

“No creo que se trate de una vacuna adecuada, esta se destina como un refuerzo, pero debemos recordar que nos encontramos en momentos donde la cepa original ha mutado en varias ocasiones. Vino la variante "Omicrón", luego la "Eris", después pueden venir más, pero esta marca no está preparada para eso”, subraya.

Tras lo anterior, es altamente recomendable comprar una vacuna, apunta Rocío Baños Lara, profesora e investigadora de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), ya que este biológico que se vende en las farmacias es más reciente y, por tanto, hay una mayor inmunidad en comparación con la Abdala, puesto que esa está preparada para prevenir la enfermedad original y no las últimas cepas.

Menciona que es necesario invertir en la salud, puesto que cuando la persona que se contagia de Covid-19 tiene comorbilidades, su estado puede agravarse rápidamente. Por tanto, opina que la vacuna es indispensable y más cuando ya se cumplió un año de la última inmunización.

“Tenemos ahora la opción, tanto los grupos vulnerables como todo el resto de la gente, de ponernos la vacuna que nos va a costar, la recomendación es que si podemos hacer la inversión, nos pongamos la vacuna, sobre todo si ya pasó un año que no hemos recibido inmunización”, subraya.

Detalla que las diferencias entre la vacuna Pfizer y Abdala son marcadas, puesto que esta última tiene un esquema de aplicación de tres dosis, pero en el país al utilizarse como refuerzo solo se pone una, lo cual no es tan benéfico, pues se rompe con la forma de aplicación, además de que al ser una dosis que se hizo hace tiempo no cumple al cien por ciento con la cobertura para el panorama sanitario actual, donde persisten los contagios y se han desarrollado nuevas variantes.

La afluencia de personas para inocularse contra Covid-19 ha disminuido en comparación con los primeros días que se puso a la venta la vacuna. Foto: José Luis Bravo | El Sol de Puebla

Se cubre casi todo el sector poblacional

Esperanza Solis y Rocío Baños coinciden en que la venta de vacunas que inició en Puebla el pasado 20 de diciembre es de mucha ayuda, ya que los ciudadanos pueden comprarla para toda la familia, desde los mayores de cinco años hasta las personas de la tercera edad, lo que cubre casi todo el sector poblacional.

Mientras que en el sector de salud pública eso no es posible, debido a que las dosis de Abdala se encuentran destinadas para aquellos menores de edad que tienen comorbilidades, así como para adultos mayores, mujeres embarazadas y personal de la salud, pero no se contempla para los adolescentes y jóvenes que no entren en estos grupos vulnerables.

“Sí es recomendable que hagamos la inversión y nos pongamos la vacuna, ya sabemos que el sector salud público ofrece la vacuna, pero a las personas con ciertas características, que son los grupos más vulnerables, ellos van a tener cierta protección, porque es una vacuna que ofrece inmunidad contra virus que ya no circulan tanto, pero si no hubiera de otra esa es la que nos ponemos”, manifiesta la investigadora Rocío Baños.

Agrega que si se tiene la posibilidad de comprar la vacuna así se haga y más para los adultos mayores o personas con discapacidad, puesto que hay más cobertura y es mejor.

Personas de la tercera edad, las que más solicitan las vacunas

De acuerdo con Georgina Bravo Romero, encargada de una de las sucursales de Farmacias del Ahorro en Puebla, son los adultos mayores los que más son inoculados, puesto que acuden con sus hijos o por ellos mismos a pedir que se les aplique esta vacuna debido a que buscan protegerse contra la Covid-19.

Menciona que la afluencia es constante, pues al día se atiende de 25 a 60 personas, de las cuales el 70 por ciento son adultos de 50 años en adelante, lo cual muestra la preocupación que hay de este sector poblacional para vacunarse ahora que la dosis Pfizer se venden en las diferentes farmacias.


Ante esto, han tomado medidas para llevar a cabo una mejor logística para no hacer esperar a los interesados por los biológicos, pues habilitaron sus líneas telefónicas para agendar una cita o a través de su página de internet escanear un código QR con el que se puede solicitar la dosis, la cual se aplica en el momento.

“Muchas personas de la tercera edad vienen a solicitar la vacuna, también familias completas, pero son menos. Hay un horario en particular, precisamente para que se le dé exclusivamente la atención a esos pacientes que vienen a la vacuna y no se genere fila, no se genere desesperación, agendamos a las personas, les tomamos sus datos”, detalla.

Roberto Meneses, empleado de una de las sucursales de farmacias Benavides, añade que en el caso de este establecimiento son los padres de familia los que también acuden a solicitar la vacuna para sus hijos menores de edad, puesto en las unidades médicas adscritas al estado no se les brinda la inmunización, ya que no entran en los grupos vulnerables.

Para brindar la información veraz y oportuna, los médicos los han capacitado y les han explicado lo que deben comentar a los clientes, pues para poder ser vacunados no deben tener síntomas de gripe y no se pueden llevar el biológico. Además de que serán revisados por el doctor del consultorio y tras esto se les dará una carta de consentimiento para después vacunarlos.

“La gente está confiando más en la vacuna de Pfizer, hay muchos comentarios del laboratorio y prefieren venir y pagar que ir al sector salud. Hay quienes al llegar nos dicen que no fueron a un centro de salud o un hospital del gobierno porque la vacuna que ponen no es la más efectiva o simplemente les da miedo porque han escuchado malas referencias de esta”, externa.

Pedro Lecona Villa, de 77 años, fue uno de los interesados en inocularse, por lo que acudió junto con su hermana a una de las diferentes farmacéuticas para pedir que se les brindara la vacuna contra Covid-19, a su edad, asegura que es la mejor marca para evitar enfermarse, ya que al ser adulto mayor sus defensas no son tan fuertes y puede contagiarse.

“Vengo a aplicarme la vacuna, es la necesidad de ‘más vale prevenir que remediar’, de acuerdo a las pláticas que he tenido con algunos médicos necesito cuidarme. Vacunarse no es que ya queda uno exento ante cualquier situación de una infección gripal, sino que se presenta un cuadro menor”, expone.

Platica que no solo se colocó la dosis contra coronavirus, sino también la de influenza, ya que insiste en que la inversión que hace es para evitar que más adelante tenga complicaciones de salud y con ello gastar más de lo que ahora pagó por la inyección, además, menciona no le tiene confianza a la marca cubana Abdala.

Ahorran para comprar vacunas

Por su parte, Reina Velázquez, de 34 años de edad comparte que vive en casa con sus abuelos y ella sale todos los días a trabajar, por lo que teme que pueda contagiarse de Covid o alguna otra enfermedad respiratoria y que esto los afecte, por eso es que ahorró para pagar 846 pesos por la vacuna anti Covid y vacunar a sus abuelos. Tras esto, ella también se inoculó.

Respecto a los precios asegura que no son tan accesibles como esperaba, pues cuestan entre 799 y 849 pesos, sin embargo, no dudó en destinar dinero para vacunar primero a sus abuelos y luego a ella, puesto que cree que al comprar un biológico es más efectivo, ya que “está recién hecho”.

“El precio es algo elevado, pero uno tiene que ahorrar para que podamos tener la vacuna. Yo me preocupo más por mis abuelos, porque ellos son los más vulnerables, pago por algo que sé que está recién hecho y que sí nos va a dar inmunidad. Por eso me obligué a juntar mi dinerito y aunque sí me costó ya pude vacunar a todos (…) eso me deja más tranquila”, dice.

Carlos Gerardo Ramírez 28 años de edad, también compró una vacuna. él comparte que hace un tiempo le dio Covid-19 y ahora que en el sector salud no hay una jornada de vacunación para toda la población tuvo que comprar una dosis para no volver a pasar por lo mismo. Indica que es mejor prevenir que lamentar, ya que cuando se contagió estuvo con oxígeno y tenía por su vida, ahora no quiere volver a pasar por lo mismo.

Considera que Pfizer es la mejor vacuna y por eso también se animó a adquirirla en una farmacéutica, aunque vive solo, haber gastado más de 800 pesos significó un golpe a su economía, pues es una cantidad poco accesible, comenta.

Poblanos optan por aplicarse vacunas Covid en farmacias. Foto: José Luis Bravo | El Sol de Puebla

“No es algo barato, pero es parte de nuestra salud y es muy necesario. Venimos a comprarla porque en el sector salud no están poniendo para los jóvenes, uno tiene que buscar cómo puede pagar la vacuna porque es para la salud, es para prevenir una situación que puede llegar a ser lamentable. A mí me dio covid en la primera ola y estuvo muy fuerte, me puse muy grave, pero gracias a Dios aquí estoy. Por eso es que busco aplicarme la vacuna para no llegar otra vez a la misma situación”, refiere.

En los primeros días hubo desabasto

Nayeli Rosales, quien se encuentra en un consultorio de la farmacia Guadalajara expresa que desde su perspectiva como médico, observó una desesperación de la ciudadanía por aplicarse un biológico que consideran confiable, pues los primeros días de diciembre hubo largas filas, incluso se acabaron las dosis que mandaron y se pidió que volvieran al otro día para poder aplicar la vacuna.

Recuerda que la gente llegaba desde las primeras horas del día a formarse y alcanzar una dosis, lo que dejó ver que todavía hay miedo y preocupación por esta enfermedad, que dejó más de 16 mil muertos según los datos de la Secretaría de Salud federal.

Por lo anterior fue que se contrató a más gente para apoyar en las vacunas y se puso en marcha el esquema de las citas para agendar la inyección contra Covid-19. Incluso por un tiempo se dejó de dar consultas comunes y solo se dedicaron a aquellos que llegaron en busca de la inmunización.

“Mejoró el servicio porque al principio la gente estaba descontrolada, no sabía la logística para aplicarse la vacuna contra Covid y ahorita conforme pasaron los días ya se ha ido mejorando para que la gente que llega que son mucho de la tercera edad no los tengamos en espera”, expresa.

Algo que destaca es que en la farmacia donde ella trabaja llevan a cabo todo un protocolo para dar más seguridad a la población. Cuenta que les muestran a los clientes que el biológico esté cerrado, que la aguja es nueva y las cargan con el medicamento frente a ellos, lo que no pasaba en las jornadas de salud del Estado, puesto que muchas veces tenían las dosis ya preparadas, pero dejaban la incertidumbre de qué era lo que les aplicaban.

“Desde que entran llevamos todo el protocolo, todo se hace nuevo y limpio para que el paciente se sienta confiado de que el proceso es el adecuado. Una vez que aplicamos hay quienes se quedan unos minutos por si llegan a tener reacciones adversas”, declara.

Una vacuna al año, no más

Ante este panorama, Esperanza Solis, médico particular y egresada de la BUAP, advierte que puede haber un descontrol de la adquisición de la vacuna, ya que no hay registros como se hacían en las jornadas de vacunación del gobierno, pues ahí no se podía aplicar otra dosis si ya se había puesto una con anterioridad.

Asevera que puede haber gente que desconfíe de la inmunidad que ofrece una vacuna y por ello acuda a aplicarse otra en un periodo corto de tiempo y al no haber un registro será fácil poder adquirirla. Lo que ocasionará es que el biológico no actuará, pues al llegar más y más dosis se suspende la inmunidad y podría contagiarse de coronavirus en cualquier momento.

“No hay registros, puede haber quien diga que no confía en una marca y va a otra farmacia y así sucesivamente, pidan y pidan más, pero lo único que va a desencadenar es que el cuerpo no logre retener la inmunidad, pues se corta el periodo para iniciar uno nuevo. Será hasta que se deje de vacunar cuando ahora sí funciona la vacuna”, afirma.

Rocío Baños, investigadora y docente de la UPAEP, agrega que la dosis se debe aplicar cada año y no más, pues actualmente la mayoría de la gente cuenta con una “ensalada de vacunas”, por lo que esta es un refuerzo cuya función es volver a activar las defensas contra el virus SARS-CoV-2, una situación parecida a la de la influenza.

“Sí haría falta un sistema de registro nacional, pero si no hay registros nacionales de cáncer, menos van a ver de vacunas, quizás no lo vemos necesario”, sostiene.

Finalmente, aplaude que se pueda conseguir inmunidad para las variantes de Covid más recientes y que estén disponibles en las farmacéuticas, puesto que con anterioridad en México no existía esta posibilidad, pero ahora que se puede incitó a la gente a que si está dentro de sus posibilidades pagar por una dosis así lo haga, de lo contrario acuda a una unidad médica para obtener el biológico Abdala, pues eso es mejor que nada.

La venta de las vacunas contra Covid-19 en Puebla no solo significó una oportunidad para prevenirse contra esta enfermedad, sino también evidenció la desconfianza de la población contra el sector salud público, ya que la gente que tiene oportunidad prefiere gastar más de 800 pesos que acudir a una unidad médica de gobierno para recibir la dosis Abdala de forma gratuita. Esta decisión es respaldada por especialistas médicos, quienes aseguran que estos biológicos que no tienen costo se encuentran desfasados, es decir, que no protegen contra las nuevas variantes de coronavirus.

Esto se ve reflejado en las cifras de la Secretaría de Salud estatal, pues hasta el 24 de enero de este año los poblanos mostraron poco interés por la vacuna, ya que de las 956 mil 300 dosis de la marca Abdala con las que cuenta el estado, solo se habían aplicado 225 mil 408, es decir, 23.57 por ciento, en un periodo de tres meses.

Farmacias del Ahorro, San Pablo, Benavides, Guadalajara y Walmart son los establecimientos que actualmente comercializan los biológicos de la marca Pfizer, la más segura según refieren médicos y ciudadanos. Estos van de los 799 a los 848 pesos en las diferentes cadenas comerciales y aun con ello hay familias completas que acuden a solicitar la inoculación, lo cual deja ver el interés por estos y la desconfianza en la vacuna gratuita.

No es para menos, señala en entrevista con este diario Esperanza Solís, médico general egresada de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), puesto que la vacuna cubana Abdala no está aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como los demás biológicos, sino solo por la agencia reguladora mexicana.

Apunta que en México esta inyección se cataloga como experimental, por tanto, es que no es tan recomendable como lo son aquellas que ya han sido actualizadas. Aunque por ahora se aplica como un refuerzo, insiste en que ya no es tan eficaz.

“No creo que se trate de una vacuna adecuada, esta se destina como un refuerzo, pero debemos recordar que nos encontramos en momentos donde la cepa original ha mutado en varias ocasiones. Vino la variante "Omicrón", luego la "Eris", después pueden venir más, pero esta marca no está preparada para eso”, subraya.

Tras lo anterior, es altamente recomendable comprar una vacuna, apunta Rocío Baños Lara, profesora e investigadora de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), ya que este biológico que se vende en las farmacias es más reciente y, por tanto, hay una mayor inmunidad en comparación con la Abdala, puesto que esa está preparada para prevenir la enfermedad original y no las últimas cepas.

Menciona que es necesario invertir en la salud, puesto que cuando la persona que se contagia de Covid-19 tiene comorbilidades, su estado puede agravarse rápidamente. Por tanto, opina que la vacuna es indispensable y más cuando ya se cumplió un año de la última inmunización.

“Tenemos ahora la opción, tanto los grupos vulnerables como todo el resto de la gente, de ponernos la vacuna que nos va a costar, la recomendación es que si podemos hacer la inversión, nos pongamos la vacuna, sobre todo si ya pasó un año que no hemos recibido inmunización”, subraya.

Detalla que las diferencias entre la vacuna Pfizer y Abdala son marcadas, puesto que esta última tiene un esquema de aplicación de tres dosis, pero en el país al utilizarse como refuerzo solo se pone una, lo cual no es tan benéfico, pues se rompe con la forma de aplicación, además de que al ser una dosis que se hizo hace tiempo no cumple al cien por ciento con la cobertura para el panorama sanitario actual, donde persisten los contagios y se han desarrollado nuevas variantes.

La afluencia de personas para inocularse contra Covid-19 ha disminuido en comparación con los primeros días que se puso a la venta la vacuna. Foto: José Luis Bravo | El Sol de Puebla

Se cubre casi todo el sector poblacional

Esperanza Solis y Rocío Baños coinciden en que la venta de vacunas que inició en Puebla el pasado 20 de diciembre es de mucha ayuda, ya que los ciudadanos pueden comprarla para toda la familia, desde los mayores de cinco años hasta las personas de la tercera edad, lo que cubre casi todo el sector poblacional.

Mientras que en el sector de salud pública eso no es posible, debido a que las dosis de Abdala se encuentran destinadas para aquellos menores de edad que tienen comorbilidades, así como para adultos mayores, mujeres embarazadas y personal de la salud, pero no se contempla para los adolescentes y jóvenes que no entren en estos grupos vulnerables.

“Sí es recomendable que hagamos la inversión y nos pongamos la vacuna, ya sabemos que el sector salud público ofrece la vacuna, pero a las personas con ciertas características, que son los grupos más vulnerables, ellos van a tener cierta protección, porque es una vacuna que ofrece inmunidad contra virus que ya no circulan tanto, pero si no hubiera de otra esa es la que nos ponemos”, manifiesta la investigadora Rocío Baños.

Agrega que si se tiene la posibilidad de comprar la vacuna así se haga y más para los adultos mayores o personas con discapacidad, puesto que hay más cobertura y es mejor.

Personas de la tercera edad, las que más solicitan las vacunas

De acuerdo con Georgina Bravo Romero, encargada de una de las sucursales de Farmacias del Ahorro en Puebla, son los adultos mayores los que más son inoculados, puesto que acuden con sus hijos o por ellos mismos a pedir que se les aplique esta vacuna debido a que buscan protegerse contra la Covid-19.

Menciona que la afluencia es constante, pues al día se atiende de 25 a 60 personas, de las cuales el 70 por ciento son adultos de 50 años en adelante, lo cual muestra la preocupación que hay de este sector poblacional para vacunarse ahora que la dosis Pfizer se venden en las diferentes farmacias.


Ante esto, han tomado medidas para llevar a cabo una mejor logística para no hacer esperar a los interesados por los biológicos, pues habilitaron sus líneas telefónicas para agendar una cita o a través de su página de internet escanear un código QR con el que se puede solicitar la dosis, la cual se aplica en el momento.

“Muchas personas de la tercera edad vienen a solicitar la vacuna, también familias completas, pero son menos. Hay un horario en particular, precisamente para que se le dé exclusivamente la atención a esos pacientes que vienen a la vacuna y no se genere fila, no se genere desesperación, agendamos a las personas, les tomamos sus datos”, detalla.

Roberto Meneses, empleado de una de las sucursales de farmacias Benavides, añade que en el caso de este establecimiento son los padres de familia los que también acuden a solicitar la vacuna para sus hijos menores de edad, puesto en las unidades médicas adscritas al estado no se les brinda la inmunización, ya que no entran en los grupos vulnerables.

Para brindar la información veraz y oportuna, los médicos los han capacitado y les han explicado lo que deben comentar a los clientes, pues para poder ser vacunados no deben tener síntomas de gripe y no se pueden llevar el biológico. Además de que serán revisados por el doctor del consultorio y tras esto se les dará una carta de consentimiento para después vacunarlos.

“La gente está confiando más en la vacuna de Pfizer, hay muchos comentarios del laboratorio y prefieren venir y pagar que ir al sector salud. Hay quienes al llegar nos dicen que no fueron a un centro de salud o un hospital del gobierno porque la vacuna que ponen no es la más efectiva o simplemente les da miedo porque han escuchado malas referencias de esta”, externa.

Pedro Lecona Villa, de 77 años, fue uno de los interesados en inocularse, por lo que acudió junto con su hermana a una de las diferentes farmacéuticas para pedir que se les brindara la vacuna contra Covid-19, a su edad, asegura que es la mejor marca para evitar enfermarse, ya que al ser adulto mayor sus defensas no son tan fuertes y puede contagiarse.

“Vengo a aplicarme la vacuna, es la necesidad de ‘más vale prevenir que remediar’, de acuerdo a las pláticas que he tenido con algunos médicos necesito cuidarme. Vacunarse no es que ya queda uno exento ante cualquier situación de una infección gripal, sino que se presenta un cuadro menor”, expone.

Platica que no solo se colocó la dosis contra coronavirus, sino también la de influenza, ya que insiste en que la inversión que hace es para evitar que más adelante tenga complicaciones de salud y con ello gastar más de lo que ahora pagó por la inyección, además, menciona no le tiene confianza a la marca cubana Abdala.

Ahorran para comprar vacunas

Por su parte, Reina Velázquez, de 34 años de edad comparte que vive en casa con sus abuelos y ella sale todos los días a trabajar, por lo que teme que pueda contagiarse de Covid o alguna otra enfermedad respiratoria y que esto los afecte, por eso es que ahorró para pagar 846 pesos por la vacuna anti Covid y vacunar a sus abuelos. Tras esto, ella también se inoculó.

Respecto a los precios asegura que no son tan accesibles como esperaba, pues cuestan entre 799 y 849 pesos, sin embargo, no dudó en destinar dinero para vacunar primero a sus abuelos y luego a ella, puesto que cree que al comprar un biológico es más efectivo, ya que “está recién hecho”.

“El precio es algo elevado, pero uno tiene que ahorrar para que podamos tener la vacuna. Yo me preocupo más por mis abuelos, porque ellos son los más vulnerables, pago por algo que sé que está recién hecho y que sí nos va a dar inmunidad. Por eso me obligué a juntar mi dinerito y aunque sí me costó ya pude vacunar a todos (…) eso me deja más tranquila”, dice.

Carlos Gerardo Ramírez 28 años de edad, también compró una vacuna. él comparte que hace un tiempo le dio Covid-19 y ahora que en el sector salud no hay una jornada de vacunación para toda la población tuvo que comprar una dosis para no volver a pasar por lo mismo. Indica que es mejor prevenir que lamentar, ya que cuando se contagió estuvo con oxígeno y tenía por su vida, ahora no quiere volver a pasar por lo mismo.

Considera que Pfizer es la mejor vacuna y por eso también se animó a adquirirla en una farmacéutica, aunque vive solo, haber gastado más de 800 pesos significó un golpe a su economía, pues es una cantidad poco accesible, comenta.

Poblanos optan por aplicarse vacunas Covid en farmacias. Foto: José Luis Bravo | El Sol de Puebla

“No es algo barato, pero es parte de nuestra salud y es muy necesario. Venimos a comprarla porque en el sector salud no están poniendo para los jóvenes, uno tiene que buscar cómo puede pagar la vacuna porque es para la salud, es para prevenir una situación que puede llegar a ser lamentable. A mí me dio covid en la primera ola y estuvo muy fuerte, me puse muy grave, pero gracias a Dios aquí estoy. Por eso es que busco aplicarme la vacuna para no llegar otra vez a la misma situación”, refiere.

En los primeros días hubo desabasto

Nayeli Rosales, quien se encuentra en un consultorio de la farmacia Guadalajara expresa que desde su perspectiva como médico, observó una desesperación de la ciudadanía por aplicarse un biológico que consideran confiable, pues los primeros días de diciembre hubo largas filas, incluso se acabaron las dosis que mandaron y se pidió que volvieran al otro día para poder aplicar la vacuna.

Recuerda que la gente llegaba desde las primeras horas del día a formarse y alcanzar una dosis, lo que dejó ver que todavía hay miedo y preocupación por esta enfermedad, que dejó más de 16 mil muertos según los datos de la Secretaría de Salud federal.

Por lo anterior fue que se contrató a más gente para apoyar en las vacunas y se puso en marcha el esquema de las citas para agendar la inyección contra Covid-19. Incluso por un tiempo se dejó de dar consultas comunes y solo se dedicaron a aquellos que llegaron en busca de la inmunización.

“Mejoró el servicio porque al principio la gente estaba descontrolada, no sabía la logística para aplicarse la vacuna contra Covid y ahorita conforme pasaron los días ya se ha ido mejorando para que la gente que llega que son mucho de la tercera edad no los tengamos en espera”, expresa.

Algo que destaca es que en la farmacia donde ella trabaja llevan a cabo todo un protocolo para dar más seguridad a la población. Cuenta que les muestran a los clientes que el biológico esté cerrado, que la aguja es nueva y las cargan con el medicamento frente a ellos, lo que no pasaba en las jornadas de salud del Estado, puesto que muchas veces tenían las dosis ya preparadas, pero dejaban la incertidumbre de qué era lo que les aplicaban.

“Desde que entran llevamos todo el protocolo, todo se hace nuevo y limpio para que el paciente se sienta confiado de que el proceso es el adecuado. Una vez que aplicamos hay quienes se quedan unos minutos por si llegan a tener reacciones adversas”, declara.

Una vacuna al año, no más

Ante este panorama, Esperanza Solis, médico particular y egresada de la BUAP, advierte que puede haber un descontrol de la adquisición de la vacuna, ya que no hay registros como se hacían en las jornadas de vacunación del gobierno, pues ahí no se podía aplicar otra dosis si ya se había puesto una con anterioridad.

Asevera que puede haber gente que desconfíe de la inmunidad que ofrece una vacuna y por ello acuda a aplicarse otra en un periodo corto de tiempo y al no haber un registro será fácil poder adquirirla. Lo que ocasionará es que el biológico no actuará, pues al llegar más y más dosis se suspende la inmunidad y podría contagiarse de coronavirus en cualquier momento.

“No hay registros, puede haber quien diga que no confía en una marca y va a otra farmacia y así sucesivamente, pidan y pidan más, pero lo único que va a desencadenar es que el cuerpo no logre retener la inmunidad, pues se corta el periodo para iniciar uno nuevo. Será hasta que se deje de vacunar cuando ahora sí funciona la vacuna”, afirma.

Rocío Baños, investigadora y docente de la UPAEP, agrega que la dosis se debe aplicar cada año y no más, pues actualmente la mayoría de la gente cuenta con una “ensalada de vacunas”, por lo que esta es un refuerzo cuya función es volver a activar las defensas contra el virus SARS-CoV-2, una situación parecida a la de la influenza.

“Sí haría falta un sistema de registro nacional, pero si no hay registros nacionales de cáncer, menos van a ver de vacunas, quizás no lo vemos necesario”, sostiene.

Finalmente, aplaude que se pueda conseguir inmunidad para las variantes de Covid más recientes y que estén disponibles en las farmacéuticas, puesto que con anterioridad en México no existía esta posibilidad, pero ahora que se puede incitó a la gente a que si está dentro de sus posibilidades pagar por una dosis así lo haga, de lo contrario acuda a una unidad médica para obtener el biológico Abdala, pues eso es mejor que nada.

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