María Fernanda mira a su padre de lejos desde la cuna de laguardería del Centro Educativo Camino Real del IMSS. En ocho díascumplirá un año de edad y su mamá Gabriela el mismo tiempo defallecida. Marco Polo es padre y madre a la vez, y la bebé, eltercer hijo del matrimonio Ayala Ayala, lo sabe porque no deja demirarlo mientras se retira de la estancia.
Una mala operación le costó la vida a Gaby. Los doctoresdijeron que tenían que retirarle la matriz inmediatamente despuésdel nacimiento de María Fernanda. La madre tenía miedo de morir,por eso recurrió a un hospital particular, donde perdió la vidapor una hemorragia que no pudieron controlar y a pesar de eso lecobraron a Marco Polo hasta el aire.
Un año después se sobrepone del dolor y por el mismo procesopasan Emiliano y María José, de 10 y 8 años edad, hijos tambiéndel matrimonio. Es difícil ser padre soltero en México, consideraMarco, porque hay “tabúes” que representan obstáculos paralos papás viudos sobre todo. Actualmente se encuentra en un juiciocontra el IMSS por obtener la pensión de su mujer, porque así esla Ley en este país.
En Puebla, de acuerdo con los últimos datos del InstitutoNacional de Estadística y Geografía (INEGI), casi cinco de cada100 hogares (4.7 por ciento) están compuestos por un jefe delhogar con hijos pero sin un conyugue, mientras que dos de cadaciento (2.1 por ciento) donde no hay una figura femenina habitandola casa, hay niños que tienen menos de 18 años de edad. El totalde hogares con un jefe de familia es de un millón 106 mil 345.
Las estadísticas sin embargo, no revelan la cantidad de papássolteros que hay en el estado, contrario a lo que ocurre con lasmujeres, porque las encuestas no contemplan a los padres y en unhogar donde no existe figura femenina puede darse el caso de que lamadre trabaje en otro estado o país, o que, por algunacircunstancia esté viviendo en otro lado.
Marco Polo, trabajador en una empresa de publicidad, tienedificultades para asistir a los festivales de sus hijos, y no soloen eso sino el Gobierno no toma en cuenta a los padres solteros,tanto para los programas como para los apoyos de defunción;además, en caso de que obtuviera la pensión, si se casa laperdería, pero una madre no.
“Sí le dan más apoyo a una mujer que a un papá, hay mayorflexibilidad a las mamás”, dice en entrevista que concedió enla guardería donde se encuentra María Fernanda.
PUEBLA NO NOSQUERÍA
Marco Polo decidió hace seis años mudarse de la Ciudad deMéxico a Puebla porque la empresa de publicidad en la capital delpaís donde trabajaba lo despidió y a un grupo de personas, peroen el estado comenzaron una empresa que ahora tiene variosclientes.
Recuerda, sin embargo, que a los pocos días de estar en Pueblasu esposa Gaby tuvo un accidente automovilístico, el impacto fuetan fuerte que la unidad fue pérdida total, así que regresó a laCiudad de México a recuperarse por seis meses. “Yo creo quePuebla no nos quería”, bromeó.
Ahora, sus preocupaciones son otras: desde evitar que sus hijospierdan su beca en el colegio hasta aprender a peinar a susniñas.
Los dos mayores se encuentran en primaria pero pasaron de tenerpromedio de 9.5 a 8.0 cuando la escuela les exige por lo menos 8.5para mantener el 20 por ciento de apoyo económico que recibe cadauno. Marco piensa que el proceso de aceptar que su mamá no estáha sido difícil para sus hijos, pero también, ya no les ayuda consus labores escolares que ahora las realizan con el apoyo de susabuelos paternos. Ellos también se mudaron a Puebla hace cuatroaños.
EN YOUTUBE APRENDÍ APEINAR
María Fernanda vio a su papá en la puerta de su salón y deinmediato lo reconoció. La cargó y la llevó al área donderealiza actividades motrices, ahí mostró con gusto el peinado desu bebé. “Entré a cursos en YouTube para aprender a peinar”.La niña pequeña no conoce madre, solo a su papá, quien sedesvive para darle lo mejor a ella y a sus hijos.
Recargado en una cuna de la guardería, acusa al hospitalparticular que se jacta de tener un banco de sangre que esficticio, de la muerte de su mujer, pero no quiere pelear, aunquepuede ganar un juicio por negligencia médica.
Mira en ocasiones a Fernanda y asegura que tiene el mismo rostrode su madre. La entrevista es larga, y al final, Marco Polocomparte su rutina diaria que empieza a las 5:00 horas del díapara preparar los desayunos de sus hijos, primero deja a la bebé yluego a los más grandes en la primaria.
La pequeña no se imaginó ver su padre a media mañana, tal vezpor eso no deja de mirarlo mientras se aleja de su salón.
