El agave poblano está en riesgo debido a que se corta antes de su maduración por la alta demanda del mezcal y también porque empresarios de Jalisco han traído especies que están contaminando con plagas los plantíos del estado, por lo que es necesario preservar la semilla y crear un banco de reserva genética que sea vigilado por los campesinos.
Así lo dio a conocer Mauricio Mora Pérez, gerente de la Fundación Produce Puebla A.C., al señalar que la entidad no rebasa las 600 hectáreas de cultivos de magueyes mezcaleros y la amenaza tiene que ver con que las plantas que no han madurado se están cosechando, lo que evita la reproducción y provoca la desaparición de polinizadores como los murciélagos.
Los agaves amenazados son el potatorum y papalometl que se extrae en grandes cantidades en Tepexi de Rodríguez, San Diego la Mesa Tochimiltzingo y Tepeojuma; el marmorata, también conocido como pichomel o tepeztate, que se cultiva en la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán; así como el espadín o espadilla, que es un maguey silvestre.
Al firmar con la escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) un convenio de colaboración para la producción de agave sustentable, Mauricio Mora sostuvo que los riesgos son indicios de que es necesario cuidar la semilla y cultivar para cada hectárea entre 600 y 5 mil plantas para su reforestación.
“La idea con este convenio es crear una fuerza de conocimientos en la que no solo hagamos el rescate de los magueyes, sino que rescatemos todo el ecosistema, el suelo, las plantas, la biodiversidad, las plantas medicinales que están alrededor de los mezcales y son las que le dan el aroma final, la nota final a los mezcales que consumimos”, dijo.
EMPRESARIOS DE JALISCO RENTAN TIERRAS PARA AGAVE AZUL
En el caso de las plagas, el gerente de la Fundación Produce Puebla, advirtió que desde el 2019, empresarios de Jalisco empezaron a rentar tierras para plantar el agave azul tequilana en la región de Tecali, Tepexi, Atoyatempan, en la franja de la Sierra del Tentzo hasta Izúcar de Matamoros, que no están en la denominación de origen de Puebla.
Esta amenaza sanitaria está provocando pérdidas en los plantíos del estado, por lo que la propuesta de crear un banco de reserva genética es para que cada campesino tenga 500 plantas de agave, dejarlas que asemillen y que cada una de ellas produzca 5 mil más.
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