/ lunes 2 de mayo de 2022

Bitácora | La Reforma Política que disfrazan de electoral

La Reforma Electoral que propuso el presidente Andrés Manuel en realidad es una reforma política y pronto comenzará un debate nacional en donde no puede tener cabida el famoso “no le muevan ni una coma”, porque aquí sí se requerirá que el documento final sea el resultado de un gran consenso no solo de los partidos políticos, sino que también sumen las aportaciones de especialistas, de académicos y de la sociedad civil.

Los puntos medulares de la propuesta presidencial son reducir la cantidad de diputados, desaparecer los pluris, pero además aminorar los recursos para los partidos. Aunque de entrada se oye bien para el respetable electorado, los analistas ya advierten de los riesgos de tal determinación pues prácticamente significaría ahorcar económicamente a las fuerzas políticas minoritarias, pero desaparecer a los pluris sería como borrar de tajo los contrapesos al partido mayoritario, es decir Morena y eso no le hace bien a la democracia.

Lejos de superar las diferencias con el INE y sus integrantes, el presidente López Obrador no se contuvo el coraje que les tiene y para no quedarse con las ganas del desquite contra algunos integrantes del órgano electoral, en su Reforma Electoral -de entrada- quiere bajar del cargo a 7 consejeros y que seguramente son aquellos con los que ha sostenido fuertes diferencias.

En el renglón estrictamente electoral, la propuesta de reforma propone la desaparición del INE para crear el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas ¿Acaso no es lo mismo pero con otro nombre? También quiere desaparecer los órganos electorales locales ¿quiere centralizar todo en el INEC? Y de igual modo su iniciativa propone que los consejeros y los magistrados de los tribunales electorales sean elegidos por los ciudadanos. Si los candidatos a cargos de elección popular no son capaces de volcar a la sociedad a las urnas, ya parece que una elección de consejeros o magistrados va a lograrlo ¿o si?

Uno de los puntos que no puede pasarse por alto, porque en el fondo podría ser el inicio de algo mejor, es aquel que sugiere la prohibición de spots para autoridades administrativas electorales. Pero si en realidad hay voluntad de mejorar las cosas, esta prohibición debería ir más allá y de paso terminar con el abuso que hay en los mensajes políticos en los medios masivos de comunicación.

Esos spots que contemplan miles de minutos tiempo aire de medios electrónicos, no solo son una pérdida de tiempo, pues sus efectos son limitados, sino que representan pérdidas económicas para las empresas mediáticas porque en lugar de disponer de espacios para la comercialización, tiene que sacrificar ingresos para darle carta abierta al INE y a los partidos.

El colmo de los abusos y la burla de los partidos al disponer de espacios en los medios son evidentes durante las contiendas internas de los mismos institutos. El caso particular es cuando al concluir el spot de X partido, al final lanzan una leyenda que resalta que ese spot va dirigido exclusivamente a su militancia. Pero la burla llega a quienes no son los militantes pero tuvieron que escuchar o ver ese mismo spot que no iba dirigido a ellos. Es aquí en donde sí debe haber una revisión de la ley electoral y ponerle fin a esos abusos que van en afectación de las empresas de comunicación.

El debate y análisis de la Reforma Electoral apenas va a iniciar, pero su aprobación literal no será nada fácil; es más no será así y se advierte mucha tensión, más que en la Reforma Eléctrica que no fue aprobada. Y será más tensa porque no solo propone afectación a las fuerzas políticas, sino porque a sus miembros los han calificado de “traidores a la nación” y hoy quieren que esos mismos “traidores” les aprueben la reforma presidencial de solo favorece a su partido. ¡Eso está cañon!

Comentarios, opiniones, críticas y todo lo demás lo recibo en ferabrajan@gmail.com y en Twitter @ferabrajan1 Facebook: Noticias con Fer Abraján.


La Reforma Electoral que propuso el presidente Andrés Manuel en realidad es una reforma política y pronto comenzará un debate nacional en donde no puede tener cabida el famoso “no le muevan ni una coma”, porque aquí sí se requerirá que el documento final sea el resultado de un gran consenso no solo de los partidos políticos, sino que también sumen las aportaciones de especialistas, de académicos y de la sociedad civil.

Los puntos medulares de la propuesta presidencial son reducir la cantidad de diputados, desaparecer los pluris, pero además aminorar los recursos para los partidos. Aunque de entrada se oye bien para el respetable electorado, los analistas ya advierten de los riesgos de tal determinación pues prácticamente significaría ahorcar económicamente a las fuerzas políticas minoritarias, pero desaparecer a los pluris sería como borrar de tajo los contrapesos al partido mayoritario, es decir Morena y eso no le hace bien a la democracia.

Lejos de superar las diferencias con el INE y sus integrantes, el presidente López Obrador no se contuvo el coraje que les tiene y para no quedarse con las ganas del desquite contra algunos integrantes del órgano electoral, en su Reforma Electoral -de entrada- quiere bajar del cargo a 7 consejeros y que seguramente son aquellos con los que ha sostenido fuertes diferencias.

En el renglón estrictamente electoral, la propuesta de reforma propone la desaparición del INE para crear el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas ¿Acaso no es lo mismo pero con otro nombre? También quiere desaparecer los órganos electorales locales ¿quiere centralizar todo en el INEC? Y de igual modo su iniciativa propone que los consejeros y los magistrados de los tribunales electorales sean elegidos por los ciudadanos. Si los candidatos a cargos de elección popular no son capaces de volcar a la sociedad a las urnas, ya parece que una elección de consejeros o magistrados va a lograrlo ¿o si?

Uno de los puntos que no puede pasarse por alto, porque en el fondo podría ser el inicio de algo mejor, es aquel que sugiere la prohibición de spots para autoridades administrativas electorales. Pero si en realidad hay voluntad de mejorar las cosas, esta prohibición debería ir más allá y de paso terminar con el abuso que hay en los mensajes políticos en los medios masivos de comunicación.

Esos spots que contemplan miles de minutos tiempo aire de medios electrónicos, no solo son una pérdida de tiempo, pues sus efectos son limitados, sino que representan pérdidas económicas para las empresas mediáticas porque en lugar de disponer de espacios para la comercialización, tiene que sacrificar ingresos para darle carta abierta al INE y a los partidos.

El colmo de los abusos y la burla de los partidos al disponer de espacios en los medios son evidentes durante las contiendas internas de los mismos institutos. El caso particular es cuando al concluir el spot de X partido, al final lanzan una leyenda que resalta que ese spot va dirigido exclusivamente a su militancia. Pero la burla llega a quienes no son los militantes pero tuvieron que escuchar o ver ese mismo spot que no iba dirigido a ellos. Es aquí en donde sí debe haber una revisión de la ley electoral y ponerle fin a esos abusos que van en afectación de las empresas de comunicación.

El debate y análisis de la Reforma Electoral apenas va a iniciar, pero su aprobación literal no será nada fácil; es más no será así y se advierte mucha tensión, más que en la Reforma Eléctrica que no fue aprobada. Y será más tensa porque no solo propone afectación a las fuerzas políticas, sino porque a sus miembros los han calificado de “traidores a la nación” y hoy quieren que esos mismos “traidores” les aprueben la reforma presidencial de solo favorece a su partido. ¡Eso está cañon!

Comentarios, opiniones, críticas y todo lo demás lo recibo en ferabrajan@gmail.com y en Twitter @ferabrajan1 Facebook: Noticias con Fer Abraján.