Ahora que inició el año 2022, cada día está más cerca el proceso de verificación vehicular en Puebla y por lo que ha adelantado el gobernador Miguel Barbosa, el servicio será más eficiente y eficaz en beneficio del medio ambiente del estado, de sus habitantes y de los automovilistas; pero otro ofrecimiento de importancia es que se terminará con la corrupción y los monopolios que en el pasado favoreció a los consentidos de los gobernantes en turno. ¡Ya veremos!
Una vez cumplidas las diversas fases del proceso de licitación de los verificentros, que además incluye el manual de operación y las condiciones para los proveedores de los mismos centros, los plazos marcan que la verificación vehicular en el estado será obligatoria a partir del primer semestre del año en curso, por lo tanto ya no habrá pretextos para andar por la vida contaminando con autos sin afinación y carcachas sin servicios básicos.
De acuerdo a lo establecido por el gobierno de Puebla, en esta ocasión habrá 34 centros de verificación y ello se traduce en el doble de los 17 que existían hasta marzo del 2020, pero que aun así se quedan cortos comparados con los más de 80 estaciones de años anteriores.
Los nuevos centros -se ha dicho- serán entregados a través de concesiones que serán intransferibles para evitar cualquier posibilidad de favorecer monopolios como sucedió gestiones anteriores como cuando los verificentros le fueron entregados al empresario, socialité y político Jorge Kawashi Macari y que solo mostró ineficacia en la operación de los mismos.
La manera de ser consecuente con el ofrecimiento de poner orden en la materia será haciendo totalmente transparente la forma en como hayan sido entregadas las concesiones, que la información esté totalmente disponible sin candados y que los ganadores de las estaciones sean personas reales de cuerpo y sangre totalmente ajenas a los grupos de poder y con probada experiencia y capacidad técnica en el servicio.
La protección del medio ambiente no puede seguir siendo solo tema de campaña o políticas de gobierno a medias, tampoco se puede seguir prestando a este sector como un rubro en el que solo se privilegie el dinero y los negocios para los amigos. Hoy es la oportunidad para que un gobierno de izquierda demuestre su compromiso con la naturaleza, con la salud de los ciudadanos y el cuidado al ambiente poblano.
Será de gran relevancia la supervisión permanente a la operación de los verificentros para evitar que en el corto, mediano o largo plazo (20 años que tardará la concesión con posibilidad de renovarla), haya malas prácticas o que los concesionarios terminen funcionando como ellos les convenga, convirtiéndose en absolutistas que hagan su santa voluntad.
La secretaria de Medio Ambiente, Beatriz Manrique, será pieza elemental en la puesta en marcha del nuevo sistema verificación vehicular en Puebla y tendrá que dar muestra de que el trabajo será impecable y la aplicación de los reglamentos implacable con los operadores de los verificentros con el objetivo de embonar bien y a la primera, en el sistema de la Megalópolis que opera el programa ambientalista.
La misma funcionaria sabe muy bien, porque así lo ha manifestado, que el cumplimiento de la verificación vehicular será un pilar que redundará en una mejor calidad del aire, ya que alrededor del 80 por ciento de las emisiones contaminantes a la atmósfera provienen de fuentes móviles, particularmente los automotores.
Así que a partir de ahora el tema de la verificación vehicular será asunto de comentarios, análisis y discusión en donde la evaluación permanente será elemental y en donde el gobierno tendrá que ser ejemplo en la inspección y erradicación de las viejas prácticas de abuso y corrupción que tanto criticó a los antecesores.
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