/ lunes 24 de octubre de 2022

Educación y cultura | Las escuelas en la colonias populares

El crecimiento de las ciudades va creando la proliferación de nuevas colonias en la periferia lo que motiva la necesidad de la creación de servicios educativos en estas áreas que se van formando con los pocos recursos que cuentas los nuevos residentes de estas zonas populares.

Las necesidades en estas colonias populares son muchos y los servicios educativos también, se requieren preescolar, primaria, secundaria y mínimo un bachillerato. En estas colonias asisten alumnos que tienen en la escuela pública casi la única posibilidad de superar sus condiciones de vida.

Para ellos es mucho más que memorizar todo o parte de un programa de estudios; significa la posibilidad de adquirir una adecuada formación integral que los capacite para vivir y convivir en un contexto que sus condiciones de vida actual son muchas veces obstaculizada. Para ellos no es sólo asunto de sacar buenas o malas calificaciones, sino de lograr una buena formación personal y social, con las herramientas mentales y manuales que les permitan aprovechar las oportunidades que ofrecen un mundo cambiante.

Las familias de estos niños y jóvenes que asisten a estas escuelas tienen sus esperanzas puestas en las escuelas públicas, porque para ellos la posibilidad de elegir una escuela privada no constituye más que un sueño.

Son familias que han forjado su idea de calidad en torno a la enseñanza, al saber de los maestros, a su autoridad para organizar las condiciones en que sus hijos aprenderán. No significa nada para ellos esa frase de que “se aprende por sí mismo”

Bien saben distinguir de aprendizajes a aprendizajes; comprenden que hay ciertos aprendizajes relacionales que les permiten conocer a las personas: así unos llaman a “la calle la universidad de la vida”, porque allí se conoce verdaderamente a las personas, también saben que se aprende a través de los medios de comunicación y de las redes sociales.

Pero saben muy bien que este es un aprendizaje anárquico, aleatorio, que sirve quizá para comentar el último partido de futbol, los amores de las telenovelas, las cuestiones políticas locales y nacionales, pero no les permiten desempeñar mejor una actividad, comprender más y mejor al mundo actual, social, político, económico y demás, indispensables para la convivencia.

Al terminar la primaria o secundaria, los padres hacen una comida y una fiesta, aunque saben que sus hijos tienen todavía muchas deficiencias en los aprendizajes, principalmente de lectura y matemáticas.

El aprendizaje defectuoso del alumno, en todo caso se responsabiliza a la pobreza y a la ignorancia, la falta de memoria, donde el maestro hace esfuerzos por enseñar lo básico y lo que puede ser de utilidad para la vida que van a llevar en la colonia popular donde habitan.

Los padres de familia de los niños y jóvenes que van a la escuela, comprenden bien que hay ciertos aprendizajes que no sólo se obtienen todos los conocimientos en la escuela, que quizás podrían aprenderse por la libre aunque ello llevase más tiempo.

Algunos alumnos aprenden a leer o matemáticas solitos, pero fueron ayudados por la mamá, el papá, los tíos, los abuelos o algún vecino, pero siempre se aprende con la ayuda de alguien que enseña.

Leer y escribir “como Dios manda”, saber “hacer cuentas” en los hijos, los padres saben que el único lugar es la escuela pública de la colonia popular que tienen más cerca a su casa.


El crecimiento de las ciudades va creando la proliferación de nuevas colonias en la periferia lo que motiva la necesidad de la creación de servicios educativos en estas áreas que se van formando con los pocos recursos que cuentas los nuevos residentes de estas zonas populares.

Las necesidades en estas colonias populares son muchos y los servicios educativos también, se requieren preescolar, primaria, secundaria y mínimo un bachillerato. En estas colonias asisten alumnos que tienen en la escuela pública casi la única posibilidad de superar sus condiciones de vida.

Para ellos es mucho más que memorizar todo o parte de un programa de estudios; significa la posibilidad de adquirir una adecuada formación integral que los capacite para vivir y convivir en un contexto que sus condiciones de vida actual son muchas veces obstaculizada. Para ellos no es sólo asunto de sacar buenas o malas calificaciones, sino de lograr una buena formación personal y social, con las herramientas mentales y manuales que les permitan aprovechar las oportunidades que ofrecen un mundo cambiante.

Las familias de estos niños y jóvenes que asisten a estas escuelas tienen sus esperanzas puestas en las escuelas públicas, porque para ellos la posibilidad de elegir una escuela privada no constituye más que un sueño.

Son familias que han forjado su idea de calidad en torno a la enseñanza, al saber de los maestros, a su autoridad para organizar las condiciones en que sus hijos aprenderán. No significa nada para ellos esa frase de que “se aprende por sí mismo”

Bien saben distinguir de aprendizajes a aprendizajes; comprenden que hay ciertos aprendizajes relacionales que les permiten conocer a las personas: así unos llaman a “la calle la universidad de la vida”, porque allí se conoce verdaderamente a las personas, también saben que se aprende a través de los medios de comunicación y de las redes sociales.

Pero saben muy bien que este es un aprendizaje anárquico, aleatorio, que sirve quizá para comentar el último partido de futbol, los amores de las telenovelas, las cuestiones políticas locales y nacionales, pero no les permiten desempeñar mejor una actividad, comprender más y mejor al mundo actual, social, político, económico y demás, indispensables para la convivencia.

Al terminar la primaria o secundaria, los padres hacen una comida y una fiesta, aunque saben que sus hijos tienen todavía muchas deficiencias en los aprendizajes, principalmente de lectura y matemáticas.

El aprendizaje defectuoso del alumno, en todo caso se responsabiliza a la pobreza y a la ignorancia, la falta de memoria, donde el maestro hace esfuerzos por enseñar lo básico y lo que puede ser de utilidad para la vida que van a llevar en la colonia popular donde habitan.

Los padres de familia de los niños y jóvenes que van a la escuela, comprenden bien que hay ciertos aprendizajes que no sólo se obtienen todos los conocimientos en la escuela, que quizás podrían aprenderse por la libre aunque ello llevase más tiempo.

Algunos alumnos aprenden a leer o matemáticas solitos, pero fueron ayudados por la mamá, el papá, los tíos, los abuelos o algún vecino, pero siempre se aprende con la ayuda de alguien que enseña.

Leer y escribir “como Dios manda”, saber “hacer cuentas” en los hijos, los padres saben que el único lugar es la escuela pública de la colonia popular que tienen más cerca a su casa.